Lunes 22 de abril 2024

La fortaleza de jugar

Redacción 02/05/2018 - 00.44.hs

El deporte que inspira
Valentín Gómez se destaca en el equipo pampeano de atletas con discapacidad. Desde los seis años que se mueve en silla de ruedas y a través del básquet inspira a otros chicos a hacer deporte y divertirse.
Los comentarios y las miradas se multiplican. Y se dirigen al mismo lugar. "Che, qué bien juega el 5". El gimnasio del club Estudiantes está lleno y el básquet 3x3 se lleva la atención de los "Para Epade", los juegos que reúnen a adolescentes y jóvenes con discapacidad de las provincias patagónicas y que este año se encontraron en Santa Rosa para jugar, compartir y divertirse.
"Empecé a jugar a los 11, me llamó la atención el básquet, empecé a practicar y me re enganchó. Igual lo más lindo es compartir con amigos, nos divertimos mucho. Y hace un año y medio que se armó el equipo de La Pampa así que empezamos a competir contra otras provincias. Está buenísimo", dice Valentín Gómez, el que usa la 5, el que asombra con su habilidad y puntería y el que siempre tiene una sonrisa para quien se acerca.
Valentín tiene 14 años y vive en General Pico. Cuando tenía seis, una venita que se reventó dentro de su cuerpo le afectó la médula y ya no pudo seguir caminando. La silla de ruedas se convirtió en su medio de movilidad y también en su motivo de fortaleza.
"Un día me levanté y estaba como mareado, me caía. Me iban pasando muchas cosas en el día a día así que era evidente que algo no estaba bien. No podía mover mucho las piernas, me caía sentado, me dolía la planta del pie. La venita me manchó la médula así que mi cuerpo me obligó a usar la silla".
Al poco tiempo Valentín comenzó su rehabilitación. Las sesiones de kinesiología y los aparatos de gimnasio le permiten fortalecer un cuerpo que encuentra en el deporte la mejor vía para expresar esa energía propia de cualquier adolescente.
"Con el gimnasio y la kinesio recuperé mucho de lo que había perdido, mi objetivo por ahora es andar con bastones, a eso apunto. Tengo que ganar fuerza con las piernas y hago el complemento de pesas para la parte de la cintura para arriba".
Valentín cursa en el colegio Normal de Pico ("este año ando mejor, el año pasado más o menos...", dice con una sonrisa pícara) y juega en el club Independiente -el comienzo con el básquet fue en Cultural Argentino-. Se junta con amigos, pasea, mira NBA y otros deportes por la tele, juega con su hermana Delfina (3) y también deja que buena parte de su tiempo sea acompañado por la música. "Escucho un poco de todo, pero me gusta el rock nacional", dice quien ya tiene en su currículum personal un pasado como bajista de una banda.
"Tocaba en Los Tres Chiflados, un grupo que armamos varios chicos de Pico y tocó en distintos lugares de la provincia. De chico quería tocar un instrumento y me gustó el bajo, hacíamos covers de temas de rock nacional", recordó Valentín sobre su pasado musical.
Agostina Caliba (17), Virginia Navarro (16) y Nahuel Giménez (19) son los otros tres integrantes del equipo pampeano que ya se destacó en los Juegos Nacionales Evita para personas con discapacidad que se desarrollaron a fines del año pasado en Resistencia, Chaco. Allí Valentín deslumbró a muchos y por eso lo contactaron para sumarse al conjunto nacional.
"Me llamaron de la liga donde se forma la selección argentina y me dijeron que vaya a entrenar con ellos así que hay chances. Mi sueño sería jugar en la selección y jugar un mundial o un torneo internacional. El año pasado fui por primera vez a los Evita y fue espectacular: el viaje, el estadio donde jugábamos, la gente, así que está buenísimo que ahora tengamos los Para Epade en nuestra provincia. Nosotros mejoramos mucho respecto a otras provincias y eso nos da más entusiasmo para seguir mejorando", analizó el base, el armador de juego que elige Educación Física como su materia colegial preferida y proyecta un futuro como periodista deportivo.
"Valen como jugador tiene unas condiciones increíbles, con mucho futuro. Yo lo conocí en unos Epade en 2015 y me llamó la atención. Tiene una visión de juego muy interesante, es solidario, hace jugar a sus compañeros, es muy lindo verlo jugar. Y como persona es súper afectuoso, te pregunta todo, está atento a todo lo que pasa. Al principio se hace un poco el duro, pero cuando entra en confianza es muy entrañable. Un gran chico", lo describe Juan Cruz Colombier, uno de los profes que junto a Romina Iglesias y Esteban Olivares tiene a su cargo las distintas disciplinas que incluye el deporte adaptado de La Pampa.
La presencia de Valentín dentro de una cancha no solo llama la atención por su destreza. Las ganas y la energía que despliega en sus movimientos también sirven como motor para otros que deben lidiar con sus propios temores e inseguridades.
"Cerca de mi casa vive un chico que estaba siempre encerrado, él quería hacer cosas pero como no le iba muy bien, dejó todo. Un día me contó que me vio a mí jugar y entonces eso le devolvió el impulso y las ganas. Hoy juega y hace atletismo, entonces creo que un poco lo ayudé, y eso está buenísimo, yo creo que si uno quiere no hay barreras para hacer lo que uno desea", dice uno de esos 300 chicos y chicas que llegaron para divertirse, competir, conocerse. Que llegaron para jugar.

 


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