Trata y prostitución, un cambio de mirada

La presencia de Sonia Sánchez y su historia marcada por la prostitución y la trata sacudió a chicos y chicas de la Escuela Normal. "Más que una ley se necesita cambiar la cabeza de la gente", opinó Valentina.
Prostitución, trata, género, abusos. La gran mayoría de los adolescentes escucha y conoce esos términos. En los colegios tienen clases de educación sexual y hay charlas y exposiciones con lenguaje técnico y ejemplos diversos. Pero esta vez el ejemplo fue en primera persona, con lenguaje directo, filoso y descarnado. Al estilo de Sonia Sánchez.
"Una cosa es escuchar casos que pasan en distintos lugares pero otra muy distinta es tener a alguien enfrente en forma directa. Ella te transmite todo su sentimiento; se necesita de gente así, que se anime a decir, que se haga escuchar, porque si no la sociedad en general mantiene ese estado de calma y quietud pese a que las cosas pasen delante de sus ojos. El tema de la prostitución forma parte de la realidad y lo ves en la calle, en un boliche y hasta en la televisión", resumió Sabrina, de 17 años.
Sánchez nació en Villa Angela, en la provincia del Chaco. Trabajó en la cosecha de algodón desde los cinco años y cuando cumplió 17 se fue a la capital a trabajar como empleada doméstica. Fue secuestrada y explotada sexualmente durante seis años. Hoy, con 50 años y un hijo, es una de las activistas femeninas más reconocida y autora del libro "Ninguna mujer nace para puta".
En su recorrida por el país para brindar charlas pasó por Santa Rosa y habló en el colegio Normal (también hubo alumnos del 9 de Julio) y en el de la Universidad.
"A la mayoría nos abrió la cabeza. No te habla como en una clase de educación sexual sino con palabras duras y directas; ella dice que le gusta usar la palabra puta porque así no maquilla la violencia sexual y los abusos que sufren las mujeres que ejercen la prostitución. Te das cuenta de que si una prostituta muere no le va a importar a nadie, el cuerpo queda como algo que ya no tiene valor, queda como un número, como pasaba en la dictadura militar", señaló Valentina (17).
Como adolescentes, ¿la prostitución es un tema que los puede rozar o lo ven como algo lejano de su edad? ¿Les preocupa, les afecta, lo visualizan?
"El ejemplo de Sonia es claro, ella cayó en una red de trata a los 17, que es la edad que tenemos nosotros. Y hay montones de chicas que de un día para el otro desaparecen y no se sabe más de ellas. Si abrís bien los ojos, en Santa Rosa ves adolescentes que están en algunas calles o barrios prostituyéndose", dijo Rocío (17).
"Hoy también está el tema de las redes sociales, hay pedófilos o gente que busca chicas a través de las compus o teléfonos. Los chicos y chicas menores que nosotros, por ahí se bajan aplicaciones que no tienen ni idea de qué se trata y los pueden engañar", advirtió Sabrina. "Es un tema que siempre da vueltas porque un adolescente puede resultar alguien muy vulnerable. Salís muy confiado y pensás que no te va a pasar nada, te creés muy vivo y en realidad te pueden engañar fácilmente. Aunque nos vemos o nos queremos ver a nosotros mismos como muy cancheros en realidad somos muy vulnerables", continuó Sabrina.
Sánchez también estuvo en la Cámara de Diputados y allí cuestionó la no aplicación de leyes vigentes respecto a la trata y a la prostitución. Y apuntó a los diferentes gobiernos provinciales y nacionales que, en principio, no tenían en la agenda la problemática de la trata de personas y ahora la utilizan para endulzar el discurso. Además, sostuvo que "los funcionarios tienen un lugar de poder, y ahí deben estar nuestras voces".
"Está buenísima la fuerza con la que se planta y reclama. Nos contó que hay leyes pero no se aplican porque todos miran para el costado. Yo creo que falta concientizar a la gente, no sé si pasa tanto por una ley sino por cambiar la cabeza", consideró Melisa (17).
"Es cierto que entre los varones siempre se habla del tema; después de la charla nos pusimos a hablar entre todos y la verdad que te hace pensar. Uno se lo toma en joda pero escuchar esa realidad de otra manera te cambia la mirada", admitió Santiago (17).
Los adolescentes también apuntaron su lupa hacia los medios, en especial la televisión. "Un tema que se planteó es el de los distintos niveles, porque hay mujeres que comienzan a prostituirse por una situación desesperada, porque no tienen para comer o para darle algo a sus hijos, y por otro, mujeres que trabajan en hoteles de lujo o viajan por el mundo con empresarios o políticos. Hay distintas situaciones, pero siempre está la mujer como una cosa, como un objeto que es lo que se ve por ejemplo en el programa de (Marcelo) Tinelli", apuntó Sabrina.
"También es cierto que la prostitución es muy lucrativa, si no fuera así no estaría tan vigente", resaltó Rocío.
"En la tele lo único que importa es el cuerpo, el envase, cuanto más cerca ponen la cámara mejor, y sin dudas que eso no es un buen mensaje. Creo que la mujer se rebaja al ir a ese programa o a otros parecidos y por eso creo que la base sería cambiar un poco la cabeza de todos", agregó Valentina, en sintonía con una de las frases que dejó Sánchez en su charla: "La base es la educación, por eso lucho desde ahí".