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Redacción 21/05/2017 - 00.46.hs

Museo Histórico Provincial* - La Pampa, dijo en alguna oportunidad el poeta y escritor Norberto Fernández Righi, es "un inmenso museo soterrado", expresión referida a la gran cantidad de material arqueológico diseminado por el territorio, prueba de antiguas culturas que transitaron por este.
Es una paradoja dolorosa que durante mucho tiempo el material tuviera una presencia impropia y muy incompleta en un museo de la ciudad, que hasta llegó a ser relegado al acceso público por causas desconocidas. Así, se dejó de lado no solamente la posibilidad de un estudio sistemático y adecuado sino que también se perdió un elemento de atracción turística, ya que es considerable el número de viajeros interesados en el pasado autóctono del sitio al que llega. Un ejemplo cabal de ello podría ser el llamado Museo del Fin del Mundo, en Ushuaia, visitado anualmente por miles de turistas nacionales y extranjeros, básicamente atraídos por la tan especial condición de los antiguos pobladores de la zona austral.
Sin pretender esos niveles para nuestra provincia no es aventurado pensar lo que puede ser la exposición inteligente de su pasado -tan rico en el cruce de culturas y tan importante en la posterior concreción del país- interpretado a través de sus piezas arqueológicas, tanto las de valor ergonómico como las referidas a lo sagrado, que también las hay.
Centenares, acaso miles de piezas recogidas al acaso en antiguos paraderos, están diseminadas en colecciones privadas y sin mayor orden ni trascendencia. Algunas de ellas simplemente se han perdido en el traspaso de familiares o en el movimiento entre instituciones oficiales.

 

Una convocatoria.
En enero de 2004 la Subsecretaría de Cultura realizó una convocatoria pública exhortando a los poseedores de material arqueológico a denunciar sus colecciones para ser registradas en el inventario arqueológico provincial. Esto de acuerdo con la Ley Nacional 25.743 de "Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico". Es una solución a la protección y gestión correcta de las colecciones diseminadas en manos particulares.
Dichos conjuntos, muchas veces están resguardados responsablemente, pero otras tantas han sido obtenidos y extraídos sin datos y hasta introducidos en el tráfico ilícito de piezas. Esto último es una de las situaciones más graves, dado que el material que formó parte de nuestro paisaje humano y fue utilizado por pampeanos durante siglos y miles de años, pierde ya el potencial de "contarnos su historia" al ser sacado de su contexto de origen y transformado en mero objeto fetiche en una caja o vitrina.
El patrimonio arqueológico de La Pampa es de los pampeanos. En este sentido cabe esperar que el Estado provincial asuma la responsabilidad debida para garantizar ese derecho; esa es la dirección en que han avanzado las leyes en diversas partes del mundo. Según las normativas vigentes a nivel provincial y nacional, los vestigios arqueológicos son bienes del dominio público provincial.

 

Historia Natural.
Bajo esa perspectiva es importante desarrollar políticas públicas que garanticen su conservación, acceso y disfrute para todos los pampeanos. Una forma de garantizar esto es contando con protocolos claros ante los hallazgos fortuitos, una autoridad de aplicación presente y un repositorio en condiciones adecuadas de conservación.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de La Pampa es la autoridad de aplicación de la Ley Nacional Nº 25.743 y la Ley Provincial Nº 2083 que rigen sobre este tipo de bienes.
El Departamento de Investigaciones Culturales del Archivo Histórico Provincial es el organismo de la Secretaría que lleva el registro del Patrimonio Provincial y otorga los permisos de excavación a los equipos de arqueología debidamente acreditados. A su vez, el Museo de Historia Natural de la misma secretaría es el organismo que apoya en la exploración de campo y exhibición de las colecciones.
A raíz de la convocatoria pública mencionada se recibieron numerosas denuncias de colecciones arqueológicas en manos de particulares. El protocolo en estas situaciones establece que las piezas no tienen que ser necesariamente entregadas a la autoridad pero si sometidas a un registro que las eleve al ámbito del acceso publico, dado que no son una pertenencia privada, sino patrimonio del pueblo. Uno de los primeros en responder a este llamado fue Walter Cazenave, quien puso su colección a disposición del personal técnico de la Subsecretaría de Cultura. La misma contiene objetos recolectados tanto por el propio investigador como por el arqueólogo Carlos Gradin y el poeta Juan Carlos Bustriazo Ortiz. De esta forma se logró fichar las piezas y lotes arqueológicos, se realizó el siglado de cada uno y se realizó un registro fotográfico. La colección se compone de 1.714 piezas de procedencia diversa.

 

Repositorio.
Predomina el material lítico, aunque también hay fragmentos de cerámica y escaso material óseo y vítreo. En este contexto, en el Archivo Histórico Provincial se garantiza la guarda en una institución especializada y el acceso a los investigadores y el público general. En esa repartición se creó en el año 2016 el Repositorio Arqueológico Provincial, un espacio destinado a la conservación del material con condiciones de seguridad y de conservación adecuadas (humedad y temperatura).
Por otro lado, actualmente se está trabajando en un proyecto para elaborar la primera ley específica sobre protección del patrimonio arqueológico y paleontológico y se espera que pueda ser legislada en el presente año 2017. El proyecto empezó en 2014 como una iniciativa de la Asociación Pampeana de Conservación del Patrimonio Cultural (APCPC) y fue coordinado por la abogada Lucía Colombato y el antropólogo y actual Director del Archivo Histórico Provincial, Ignacio Roca. Para la elaboración del anteproyecto, se realizaron talleres donde participaron los equipos de arqueología nacional que trabajan en La Pampa, representantes de comunidades indígenas, docentes e investigadores particulares, entre otros.

 

La ley.
Esta ley tiene tres puntos principales: Establecer una autoridad de aplicación con protocolos, recursos y espacios idóneos para la gestión de este patrimonio, cuyo rol pertenece a la Secretaría de Cultura Provincial; garantizar la participación de las comunidades indígenas en todos los niveles de gestión que involucre a su patrimonio arqueológico, constituyéndose en este aspecto en un antecedente a nivel nacional. También procura fomentar la creación de repositorios municipales para descentralizar de la capital provincial el acceso público a estos bienes en sus contextos de origen, permitiendo así la continuidad de la participación de las comunidades de donde provienen.
Parte del patrimonio arqueológico de La Pampa se encuentra fuera de la provincia siendo investigado por los equipos de arqueología que trabajan o trabajaron aquí, lo cual constituye un gran aporte dado que en la provincia no se cuenta con institutos de investigación especializados en el tema. Una vez terminada la etapa de investigación de laboratorio, los materiales arqueológicos deben ser devueltos a sus provincias de origen, según estipula la Ley Nacional 25.743. En este sentido es necesario estar preparados para recibirlos y es preciso contar con un marco legal claro, con los recursos y con los espacios pertinentes para su conservación y exhibición (repositorios y museos).

 

Enriquecer la historia.
Los equipos de arqueología que investigan en La Pampa, son del mejor nivel profesional de nuestro país. Su trabajo nos permite acceder a un conocimiento científicamente validado de nuestro patrimonio arqueológico. Del mismo modo, tiene una utilidad política valiosa. Nos permite extender los horizontes temporales de la actividad humana en nuestro territorio enriqueciendo así la "historia pampeana" y por lo tanto nuestra identidad.
Por otro lado, permite a las familias nativas de raigambre ranquel o mapuche y aun tehuelche (que en la provincia son miles) demostrar fehacientemente su permanencia en el territorio aún antes de la instauración del Estado nacional argentino, devolviéndoles parte de la historia que las políticas decimonónicas del país se ocuparon de borrar.
La provincia tiene 64 años pero la arqueología nos enseño que aquí circulaban seres humanos desde la costa transcordillerana del Pacífico hasta la costa atlántica hace poco más de 1.000 años, utilizando, interpretando y modificando los recursos de nuestro territorio, peleando por su supervivencia y dejando sepultados aquí a sus seres queridos. Y nos enseñó que hace 8.600 años caminaron por la zona de lo que hoy es Casa de Piedra, personas cuya evidencia es la más antigua conocida en La Pampa hasta el momento.
Estos conocimientos pueden fortalecernos como pueblo. Pero es necesario impulsar la formación de profesionales locales, establecer los marcos legales, instituciones y repositorios específicos para su gestión. Y sobre todo, construir una conciencia colectiva que involucre a todos los pampeanos en el cuidado y manejo responsable de su patrimonio arqueológico.
Por ello es importante que ante el hallazgo de una pieza arqueológica, no se extraiga de su contexto, y se informe a la brevedad a las autoridades de cultura provincial y de su municipio. Este procedimiento evitará la perdida de información relevante y asegurará la correcta preservación y difusión de este patrimonio perteneciente a todos los pampeanos.
* Colaboradores

 


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