Viernes 12 de abril 2024

Chileno abrió exposición

Redacción 02/08/2014 - 04.00.hs

Fabián España Rivera presentó ayer su exposición "Desilusiones", una serie de 34 imágenes tomadas en el norte de su país, donde aún viven familias originarias de la cultura aimará.
Fabián España Rivera nació en Coyhaique; en la Patagonia chilena, y comenzó con su carrera fotográfica a los 16 años. Desde entonces lleva realizados cinco grandes trabajos en serie, y cada uno de ellos fue publicado en formato de libro, donde además de las imágenes, se pueden leer textos que acompañan el tema o concepto elegido por el artista.
En esta oportunidad, España llegó al Museo Verde en el marco del Festival de la Luz, que se realiza a nivel nacional. Inauguró la serie "Desilusiones", que le llevó tres años de producción. El trabajo muestra lo que pasa en la región del norte de Chile, al límite con Bolivia y Perú, donde sobrevive la cultura aimará. "Estas culturas están desapareciendo, y con la globalización la gente no quiere quedarse en el campo trabajando y se va a la ciudad. Es muy complicado vivir ahí, viven sólo de la ganadería y la gente que queda son adultos, sus hijos viven en la ciudad", explicó el fotógrafo.

 

Proceso.
"Desilusiones" llevó tres años de realización, en los cuales Fabián viajó cinco veces al lugar, y se quedó un mes en cada una de las visitas. "Fui, conocí a las personas, compartí con ellos y fui registrando. Existen ciertas cosas que uno va delineando a medida que va a avanzando, que es el respeto hacia esa persona, la dignidad de no pasar su espacio, de no mostrar algo que les puede incomodar", explicó.
Al principio, este trabajo desilusionó al fotógrafo, ya que no lo habían recibido como él esperaba. "La fotografía se ha convertido en mi estilo de vida; he crecido como fotógrafo y he crecido como persona. Y como voy creciendo como fotógrafo, también tengo mis situaciones internas y eso de alguna u otra manera uno lo refleja en la imagen. Entonces 'Desilusiones' viene porque emocionalmente no estaba muy bien y quería escaparme un rato", contó. Más allá de esa "frustración", España dijo que "fue un trabajo bastante interesante porque el hecho de estar en otro lugar te hace estar constantemente reflexionando en qué te pasa como persona".
En su último viaje al norte, el artista se encontró con un funeral en el cementerio de la localidad de Caquena, donde solo vive una familia y un carabinero. "El ritual del funeral de la cultura aimará era muy interesante pero ya no se hace. Los cementerios son bastante particulares, no hay ninguna flor que le de vida, es todo de plástico", contó.

 


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