Jueves 28 de marzo 2024

El "Tuta" Cuello murió sin ver el regreso del río Atuel

Redacción 23/08/2017 - 01.06.hs

A los 72 años de edad falleció ayer el músico autodidacta Juan Bautista "Tuta" Cuello, el hombre que le cantó como pocos al oeste profundo y al río Atuel, al que vio correr en tiempos en que su cauce ingresaba caudaloso a territorio pampeano.
Vio correr el río y surgir en sus proximidades los sembradíos, y pastar los animales en los tiempos en que sus aguas abundantes transitaban por allí, a metros del rancho de su familia.
Fue de aquellos pobladores que alguna vez sufrieron el desborde de la naturaleza, y a quienes el río les llevó su casa y sus pertenencias, pero resultó también uno de esos empecinados oesteños que regresaron al lugar en que transcurrió toda su vida cuando las aguas bajaron.
El reconstruyó su rancho de adobe, y allí crió a sus hijos; y en ese lugar fue recogiendo experiencias e historias que fue transmitiendo de generación en generación con su voz y con su viola.

 

Un intuitivo.
"Tuta" le cantó a su tierra, su gente, sus cosas y en forma muy destacada al uso egoísta del agua. Escritores o personas vinculadas con la cultura sostenían que era un músico intuitivo e intérprete de la guitarra y el acordeón, animador de bailes y encuentros del oeste pampeano, participante inevitable de encuentros de artesanos y cantores populares.
En sus primeros años -recordó alguna vez- su padre tenía ganado, "unas 1.500 ovejas", y él "trabajaba cuidando los animales. Me acuerdo que en una época llegaban los indios a caballo para la esquila... Pero también fui resero, arreando tropas a Victorica, Luan Toro, Telén Carro Quemado y el sur de San Luis", narraba. "En el campo aprendí de todo -agregaba-, fui soguero, arreglaba guitarras, hacía de zapatero y sabía hacer botas de potro", se enorgullece de poder contar tantas cosas, resumía su vida. Pero también, cuentan, era bueno con las boleadoras, para cazar avestruces.

 

Una semblanza.
En el Ministerio de Educación de la provincia se trazó una semblanza, tras conocerse la noticia de su fallecimiento. Se indicaba que "la denominación de 'cantor popular', suele ser aplicada, en muchos casos -no en todos- con una carga de ambigüedad e inexactitud, que saben más a alabanza gratuita que a un acto de justicia y reconocimiento".
"Aquellos que el pueblo 'señala como a sus elegidos', al decir de Atahualpa Yupanqui, son los que interpretan acabadamente a los hombres mismos de su comarca. Estos cantores, redefinen con su expresión a voz en cuello y por supuesto con su instrumento, la problemática, las angustias y las alegrías verdaderas que viven junto a él", agregan.
"Tuta" Cuello fue el clásico autor intuitivo, que no sabía de pentagramas ni de pautas preestablecidas, pero que tenía un talento especial para cantarle a los hombres de su pueblo, al paisaje, a la región y al amor. Alguna vez contó que tenía más de cien letras de su autoría -aunque no todas estaban registradas-, que incluían milongas, estilos, tonadas y chacareras, que tenían como temática constante su amor por Santa Isabel, el río Atuel, y la gente de aquella región oesteña.

 

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