Miércoles 27 de marzo 2024

Orquesta de Toay celebra sus diez años

Redacción 30/11/2019 - 08.45.hs

La Orquesta Infanto Juvenil de Toay cumplió en agosto sus primeros 10 años de trayectoria, y esta tarde lo festejará con un gran concierto, donde además participarán las orquestas de Macachín, General Acha, General Pico, la 7 de Santa Rosa y el Ensamble de Vientos y Percusión de Pico. El encuentro será hoy a partir de las 20.30 horas en la Escuela 62 de Toay, ubicada en Boulevar Brown 1025. Allí, cada orquesta tendrá su propio momento, y al finalizar se juntarán para interpretar la obra "Claro en el Monte", compuesta por la artista pampeana Viviana Dal Santo.

 

La Pampa es una de las provincias que pudo -y eligió- hacerse cargo de las Orquestas Infanto Juveniles, luego de que el gobierno de Mauricio Macri decidiera dejar de sostener el Programa de Coros y Orquestas Infanto Juveniles. Es por eso que actualmente estas formaciones dependen exclusivamente del Gobierno provincial.
Esta resistencia de las Orquestas es un trabajo colectivo que les significa mucho esfuerzo, no sólo a los funcionarios y directores de Cultura de cada localidad, sino a los docentes, padres, madres y alumnos que asisten cada semana a las escuelas donde se desarrollan las clases y ensayos. Más allá de la formación musical, el funcionamiento de estas orquestas implica el aprendizaje de valores humanos esenciales en la crianza de los niños, niñas y adolescentes que asisten a cada orquesta.

Una década.
La Orquesta de Toay pasó por muchos momentos en estos 10 años. Muchos docentes y músicos fueron parte... algunos continúan, otros crecieron y partieron y muchos otros estarán por sumarse. Aunque en los inicios su director fue Manuel Gerez, actual director de la Banda Sinfónica de La Pampa y de la Orquesta de la 7 de Santa Rosa, a los pocos meses asumió ese rol Darío Gigena, quien llegó para quedarse. "Comencé desde pequeño esta maravillosa carrera musical y hoy tengo el placer y la felicidad de festejar los 10 años de la Orquesta. Veo y noto que el tiempo pasa volando, muy rápido y no nos damos cuenta", expresó Gigena en entrevista con LA ARENA. "Los chicos comienzan desde los 6, 7 años y los veo hoy ya adolescentes, a punto de partir y ahí caigo en la realidad".
Sin darse cuenta, pasaron ya 10 años desde la creación de la Orquesta. Y en esos 10 años sucedieron muchas cosas. "Hubo alegrías, tristezas, nostalgias, viajes, horas y risas, pero sobre todo estudio y trabajo; crecimos juntos y siempre felices. Ojalá sigan existiendo proyectos así donde se genera y arma una gran familia musical, padres, madres, alumnos y profes, todes tirando para el mismo lado, para adelante", aseguró el director.

 

Valores incalculables.
Asistir a una orquesta no sólo forma musicalmente a un niño o niña; le enseña de valores, de amistad, de respeto hacia el otro. "Es muy importante para el equipo de trabajo, fuera de lo musical, enseñarles los valores básicos humanos, donde ninguno es superior a otro, ni ninguna es inferior... somos todos iguales, personas. No importa su religión, sexualidad, clase social, ni edad. Se busca que sean solidarios, humildes, que tengan respeto, educación y compromiso, a la vez de responsabilidad; y que el día de mañana se sientan útiles y no olvidados, que sean buenas personas", aseguró Darío.

 

La frutilla del postre.
Cada semana, los chicos y chicas que asisten a la Orquesta, cuya enseñanza es libre y gratuita, aprenden de lenguaje musical, a tocar el instrumento que más les guste y también tienen ensayos generales donde van preparando obras para sus conciertos. "Es muy lindo ver la felicidad cuando tocan en público sin pudor, sin vergüenza, puros y con naturalidad fruto de su estudio y esfuerzo".
Según Gigena, la frutilla del postre es el momento del concierto, donde pueden mostrar todo lo que aprendieron. "Es un gran equipo, una maquinita de alegría donde pueden mostrar lo que hacen, lo que saben y sienten. Tocan con el corazón y esa es la idea, no importa si se equivocan o desafinan una nota, son felices, es su concierto porque ellos son los protagonistas y se sienten útiles a la sociedad".

 

Momentos inolvidables.
En 10 años de camino, la orquesta pasó por muchos momentos destacables. "Elegir uno o más momentos de estos 10 años se me hace difícil, creo que van sucediendo muchos, sobre todo los que marcan a los chicos en distintos casos. Por ejemplo cuando le pones el instrumento en sus manos por primera vez, no puedo imaginar lo que deben sentir internamente; o cuando le decís 'podés llevártelo a tu casa para estudiar', la primera actuación, un primer viaje, creo que se viven muchas sensaciones", enumeró.
Gigena no quiso dejar de mencionar a la Asociación de Padres que siempre están presentes, y cada vez que pueden se organizan para recaudar fondos para compra de insumos, arreglo de instrumentos y demás necesidades.
También destacó que en La Pampa se mantuvieron las Orquestas Infanto Juveniles y agradeció al intendente de Toay, Ariel Rojas, y a la directora de Cultura, María Eugenia Debans por su presencia continua.
"Sí sería bueno que las orquestas pudieran contar con un presupuesto anual para poder viajar a otras localidades de la provincia y a otras ciudades a tocar. Ojalá las nuevas autoridades puedan tenerlo en cuenta", sostuvo.

 

Una gran familia.
La orquesta recibe a niños y niñas a partir de los 6 años, hasta los 18, quienes aprenden instrumentos como clarinete, flauta, trompeta, trombón, violín, cello, contrabajo, viola y percusión, entre otros.
En estos 10 años pasaron distintos profesores como Paula Castrilli, Enzo Ludueña, Sergio Suárez, Hugo Cuevas, Roberto Palomeque; y también coordinadoras como Mónica Azcarate, Andrea Arteaga y Adriana Alonso.
Actualmente funciona en el establecimiento Nuevo Secundario Toay, cuyo director es Huemul Lino, está integrada por 60 niños, jóvenes y sus profesores, que son Darío Gigena, Martín Corredera, Santiago Morete, Damián Gigena, Roberto Sessa, Jorge Rodríguez, Matías Rach,
Camilo Sánchez, Silvano Fuentes y Lucía Arraraz en coordinación.

 

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