Pasó un nuevo Magna Jazz

La octava edición del ciclo se realizó durante el viernes y el sábado con la presentación de tres grupos. La agrupación liderada por Daniel "Pipi" Piazzolla fue la encargada de cerrar la fecha central.
El Magna Jazz ya se convirtió en un clásico esperado todos los años por los amantes de la buena música, que en cada edición llenan las butacas del Aula Magna de la Universidad Nacional de La Pampa. Por octavo año consecutivo, este fin de semana se llevó a cabo el ciclo de jazz organizado por productores independientes locales, junto a la Secretaría de Cultura y Extensión Universitaria de la UNLPam. Este año, el Magna estuvo dedicado a la memoria del recientemente fallecido Walter Malosetti, que participó en la primera edición del ciclo en 2005. Esta vez el encuentro tuvo la particularidad de ocupar dos días de la semana, dándole espacio a una banda local en uno de ellos. Alkin Jazz, integrada por Manuel Gerez en saxo; Hugo Cuevas en trombón; Germán Cenizo en guitarra; Mariano Vermeulén en bajo; Carlos Francingues en batería y Camilo Camiletti en teclados; vibró el viernes sobre el escenario de El Social Barclub.

Divino tesoro.
Pero como en todo festival, los laureles se los llevan las agrupaciones incluidas en la grilla del último día, realizado en el Aula Magna de la UNLPam. Este año le tocó a Gonzalo Bergara Quartet, elegidos para abrir la segunda velada del Magna Jazz 2013 y sorprender con arreglos que por momentos invitaban a la abstracción de tiempo y espacio. El cuarteto está conformado por Gonzalo Bergara y Gabriel Wajnerman en guitarras; Marco Vaamonde, en contrabajo y Joe Tropp en violín. Sin dudas, este último es el alma sensible de la banda; ofreció arreglos exquisitos de violín que hicieron olvidarse del resto del plantel, que acompañó de forma muy precisa. En conjunto se ganaron al público santarroseño con la fuerza de sus canciones, tanta que en un momento Bergara le cortó una cuerda a su guitarra (pero siguió tocando).

La frutilla del postre.
Luego de un intermedio, en el que como cada año se ofrece un aperitivo al público antes del cierre y donde también se pudo apreciar una colección de discos de vinilo de jazz, llegó el sexteto Escalandrum.
Liderada por Daniel "Pipi" Piazzolla, al principio un tanto tímido, la banda presentó su último trabajo discográfico llamado Vértigo, editado en 2013. El baterista y nieto del legendario y reconocido Astor Piazzolla, demostró que no solo es portador de un apellido, sino que lleva el don de su abuelo en la sangre.
La agrupación, que se completa con los compositores Damián Fogiel (saxofonista) y Nicolás Guerschberg (pianista); además de Gustavo Musso, en saxo alto y saxo soprano; Martín Pantyer, en saxo barítono y clarinete bajo y Mariano Sivori, en contrabajo.
Pasada la mitad del show, con temas nivelados y perfectamente coordinados, Piazzolla pareció despertar y el ritmo del show dio un giro de 180 grados.
Hacia el final del espectáculo, y pasada la medianoche, Escalandrum se despidió del escenario (ahora sí por última vez) con una versión propia de Libertango, incluida en el disco Piazzolla plays Piazzolla, ganador del Gardel de Oro del año pasado y por el cual la banda despegó del suelo en que se encontraba, pese a existir como conjunto desde 1999.