Viernes 22 de marzo 2024

Belgrano le mostró las garras a Cipolletti

Redacción 01/09/2014 - 04.09.hs
El abrazo final de los jugadores, extenuados pero felices; el aplauso interminable de las más de tres mil personas que coparon el Nuevo Rancho Grande; más el reconocimiento de un rival con peso; resumen el histórico triunfo de General Belgrano conseguido ayer en la tercera categoría del fútbol argentino.
En su cancha, ante una verdadera multitud -insospechada para el fútbol lugareño- y con una entrega conmovedora, el Tricolor venció por 2-1 nada menos que a Cipolletti, consiguió su primer triunfo en el Federal "A" y, cuando ya se disputaron dos fechas, dejó en claro que llegó al certamen con la personalidad necesaria como para dejar su huella.
Con un Mauricio Germi goleador, un Matías Cansina infranqueable, un Matías Boto oportuno, un Maximiliano Cantoni distribuidor y un enorme Lucas Del Río aguantando todo y manejando los tiempos, "Los Guerreros de Almada" (nunca mejor puesto un apodo para un equipo como este) pisaron fuerte en casa y ganaron su primera batalla.

Las dos caras.
La expectativa generada por el debut como local de Belgrano en el Federal "A", después de trece años de espera (su última vez en esta categoría había sido en 2001), sin dudas contagió a los propios integrantes del plantel que dirige Juan Carlos Almada, tanto en lo negativo (por los nervios que significaba el inicio en casa) como en lo positivo (por la gran motivación); ambos plasmados en el campo de juego en diferentes momentos.
El inicio del partido fue sufrido para el Tricolor, porque a los 10 segundos el arquero Boto tuvo que aparecer en todo su esplendor para tapar con una mano un remate a quemarropa de Angel Prudencio, luego de una jugada preparada de la visita en el mismo saque inicial.
Esa genial tapada de Boto fue clave para despertar a Belgrano, al que igualmente le costó terminar de hacer pie, principalmente por la falta de precisión a la hora de avanzar con la pelota. Incluso, a los 9 minutos otra vez apareció la categoría de Boto para contener un remate bajo de Prudencio tras algunas dudas en la defensa.
Pero a partir de allí todo cambió, y los nervios se transformaron en motivación, concentración y unas ganas enormes de sacar adelante un partido que desde el inicio ya dejaba en claro que no iba a ser sencillo. La guapeza de los dos 'gigantes' de la defensa (Cansina y Javier De Olivera) sirvió para comenzar a controlar a un movedizo e inteligente Prudencio, a quien fueron apagando con rudeza y un gran sentido para anticiparlo y ganarle por arriba. Mientras que Cristian Vázquez y Martín Priotti se encargaron de contener a Bruno Weisser, que arrancó con mucha movilidad pero luego chocó una y otra vez.
También fue creciendo la tarea distributiva de Cantoni, bien rodeado por Matías Sosa y un trabajador Leonel García Barros, y por momentos apoyado por Cansina, que se adelantaba para armar el doble cinco. Y adelante, los tres puntas que puso Almada comenzaron a jugar su partidazo: Germi con corridas por todo el frente de ataque, Del Río aguantando todo como el gran referente del equipo, y Maximiliano Blanco acomodándose para colaborar con todos, tanto al momento de avanzar como en el retroceso.
En fin, un trabajo sólido de todo el equipo, que tuvo como premio dos goles antes de irse a los vestuarios. El aviso fue a los 11 minutos, cuando jugaron un tiro libre para Blanco, éste cedió para Germi, que sacó un centro y Del Río, en soledad, cabeceó cambiando la trayectoria y la pelota dio en el travesaño.
Belgrano se llenó de confianza y, dos minutos después, abrió el marcador: lateral largo al área, las dos torres pelearon con los defensores, hubo un rechazo corto y Germi sacó un zapatazo de volea que hizo volar la pelota para que de en el travesaño y pique adentro.
La "pelea" del partido se hizo más intensa, con dos equipos que trataban de jugar largo pero les costaba sortear a los centrales. Así, el combate se trasladó a la mitad de la cancha, y Belgrano terminó de asentarse. Sufrió con una llegada de Oscar Negri que Cansina alcanzó a cortar, pero en general Boto no tuvo demasiado trabajo.
Y en el cierre de la primera parte, cuando la gente se contagiaba de la entrega que veía en la cancha y empezaba a cantar, el Tricolor hizo el segundo: Boto sacó largo, Del Río peinó la pelota -como en toda la tarde-, Blanco desbordó por izquierda y sacó un centro bajo al centro del área, donde Germi se anticipó a Alexis Villacorta y colocó el balón contra un palo. Locura total.

 

A aguantar.
Si el primer tiempo podría calificarse como "de mucho roce", el complemento fue una lucha física en todo sentido, con dos equipos que pelearon, chocaron y trabajaron cada pelota como si fuera la última. Y con un Cipolletti que sacó a relucir su chapa de "grande del interior", condicionando algunos fallos del flojito árbitro Santiago Ascenzi y por momentos llevando a Belgrano contra su propio arco.
Pero en esa riña interminable -así son estos torneos- se agigantaron aún más las figuras de Cansina y Del Río, uno sacando todo atrás y el otro aguantando todo adelante. Y con esos dos puntales, Belgrano fue aguantando los embates del Cipo, que nunca encontró los caminos como para llegar a Boto.
Por el contrario, los locales lograron el tercer gol con una espectacular volea de García Barros, pero el árbitro terminó anulando la jugada luego de una confusa intervención de uno de sus asistentes. En principio, Ascenzi aplicó la ley de ventaja y dejó seguir la jugada (que terminó en gol) porque entendió que su colaborador (que levantó la bandera) le había marcado una falta sobre Del Río. Sin embargo, tras la protesta visitante, el "línea" dijo que había marcado mano del delantero local (cuando cayó al piso), y por eso el árbitro volvió todo para atrás.
Recién a los 35 minutos Cipolletti logró el descuento, con un limpio cabezazo de Marcos Lamolla tras un corner de Villacorta. Y empujó hasta el final, pero sin ser profundo. Belgrano aguantó, en el cierre tuvo el tercero tras una gran jugada de Cantoni -que definió mal por arriba-, y al final festejó.
Fue un justo 2 a 1, pero aún más merecida fue la ovación que recibieron los jugadores, que en su primer partido como locales y más allá de la condición de "foráneos" de la mayoría, mostraron un sentido de pertenencia y un sacrificio conmovedores.

 

Brown es el único puntero.
Guillermo Brown de Puerto Madryn venció ayer como local a Alianza de Cutral Co por 2-0 y, jugadas dos fechas del Torneo Federal "A" de fútbol, quedó como único puntero de la Zona 1, que comparte con General Belgrano.
El "eterno" artillero Víctor Piriz Alves y Cristian Girard marcaron los goles para el elenco chubutense, único ganador en sus dos presentaciones, porque en el debut había superado como visitante a Deportivo Madryn en el clásico de la ciudad.
En otro de los partidos de ayer por la segunda fecha, Independiente de Neuquén superó como local por 1-0 a Deportivo Madryn, próximo rival de Belgrano. Orlando Porra, de penal, marcó el único gol para los neuquinos.
La jornada se completó en General Roca, donde el Deportivo Roca igualó 2-2 con la Comisión de Actividades Infantiles (CAI) de Comodoro Rivadavia. Mauro Villegas y Jorge Aynol pusieron en ventaja al visitante, pero los roquenses reaccionaron y lograron la igualdad con goles de Jonathan Morán y Lucas Volken.

 

“El mensaje es garra, actitud y humildad”.
Mauricio Germi, el rápido delantero que llegó de Ferrocarril Sud de Olavarría para reforzar la ofensiva de General Belgrano, se convirtió ayer en el héroe del primer triunfo en el Torneo Federal “A” de fútbol. Con sus veloces corridas enloqueció a los defensores de Cipolletti y con sus dos goles cerró una tarde soñada para el Tricolor, que por primera vez en la historia superó al “Cipo” en la tercera categoría del fútbol argentino.
“Fue el debut soñado, de local y con victoria contra un equipo como Cipolletti, como para que la gente siga viniendo a alentar”, destacó el delantero, quien valoró el triunfo “por lo que significa para el grupo” y porque sirve “para no ahuyentar a la gente de la cancha”.

 

Sacrificio.
Más allá de los dos muy buenos goles de Germi (el primero por la gran definición y el segundo por la jugada colectiva), la victoria de Belgrano se caracterizó por la enjundia con la que todos sus jugadores disputaron el encuentro de principio a fin, dejando todo en la cancha y demostrando que, con ganas, todo puede ser posible.
“El mensaje es garra, actitud y humildad, y es lo que queremos plasmar cada vez que salimos a la cancha”, comentó Germi, ya en la zona de vestuarios. “En el segundo tiempo Cipolletti nos tiró la categoría encima y nos llevó contra el arco, pero en ese momento la gente comenzó a cantar y fue muy importante para que podamos aguantar el triunfo”, enfatizó el delantero.
– ¿Cipolletti fue el equipo que imaginaban?
– Sí, fue un rival muy duro que se hizo sentir en todas las líneas. Creo que le costó la cancha, porque es más chica que la de ellos y tienen otro piso. Pero también el sacrificio nuestro se hizo sentir. Esa fue la clave, el sacrificio de todo el grupo. Porque somos un conjunto, sabemos que tenemos algunas cosas en contra con relación a estos equipos, pero con sacrificio se suple todo.

 

Más fácil.
Por otra parte, en diálogo con LA CHUECA Germi se refirió a la ventaja de tener a un delantero como Lucas Del Río, que “aguanta todo”, y también valoró el trabajo realizado por su otro compañero en ofensiva, Maximiliano Blanco. “Nos sacrificamos todos, y cuando estamos cansados se la tiramos al ‘Tanque’ (por Del Río), que aguanta todo y saca el equipo”, resaltó.
Y sobre el hecho de jugar al lado de dos delanteros de área como ocurrió ayer, aseguró que su trabajo es el “más fácil” de los tres: “Ellos aguantan el cimbronazo, los choques, y a mi me queda correr para adelante y agarrar los rebotes. La tarea mía considero que es un poco más fácil que la de ellos”.
– ¿Con qué se van a encontrar los rivales de Belgrano a partir de ahora?
– Con lo que se vio en la cancha. Con un equipo que va a intentar seguir plasmando la misma humildad, pero que tiene que agrandarse un poco más porque hay jugadores como para pelear por otra cosa.

 

“Nos ganaron bien”.
El marcador central Marcos Lamolla fue uno de los puntos destacados de Cipolletti. Fue el autor del gol del descuento en la derrota ante Belgrano y, junto al volante central Mauricio Scaglia y al centrodelantero Angel Prudencio, trató de tomar la posta para buscar un empate que finalmente no llegó.
Tras el partido, con un corte en la cara provocado durante la “batalla futbolística” que se dio en el Nuevo Rancho Grande, el defensor visitante fue sincero al admitir que pese a que fue un encuentro “parejo”, Belgrano terminó ganando “bien”, y destacó que en este torneo “cualquiera puede pelear por cualquier cosa”.
“Fue un partido parejo, muy duro y en una cancha complicada”, resumió Lamolla, que con un gran cabezazo logró poner al “Cipo” en partido.
Y al hacer un análisis rápido del encuentro, con total sinceridad agregó: “Las primeras situaciones las tuvimos nosotros y no las pudimos concretar. Después, ellos aprovecharon los errores nuestros y se pusieron en ventaja. En el segundo tiempo lo fuimos a buscar como pudimos, aunque no de la mejor manera, y nos expusimos un poco. Era 3–1 ó 2–2, nos jugamos, tratamos de meterlos en un arco con más pelotazos que otra cosa y no se dio. Creo que era para un empate, pero nos ganaron bien”.

 

Todo difícil.
Por otra parte, Lamolla se refirió a la dura batalla que entabló Belgrano, y aseguró que esperaban un partido de esas características porque “no hay rivales sencillos” en este torneo. “Esperábamos esto. En ningún momento se nos cruzó por la cabeza que iba a ser más sencillo. Serán todas finales, como nos ocurrió en el debut con Independiente de Neuquén (triunfo sobre el final como local)”, explicó el marcador. Y con franqueza agregó: “En este torneo no te podés confiar, porque si entrás confiado sos un pelotudo y perdés los partidos”.
Finalmente, le tiró flores a Belgrano. “Tienen un buen plantel; ya lo habían demostrado ante la CAI en Comodoro y ahora lo demostraron contra nosotros. En este torneo cualquiera puede pelear por cualquier cosa. El año pasado fue igual, más allá de los nombres de cada equipo. Cada partido es una final”, cerró.

 


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