Belgrano no pudo con Cochicó

Cochicó de Victorica igualó ayer sin goles como local ante General Belgrano, en el encuentro que abrió la quinta fecha del Torneo Clausura en la Zona Norte de la Liga Cultural de fútbol.
El arquero local Gabriel Figueroa le detuvo un penal a Alexis Uhaldegaray. Mientras que ambos equipos terminaron con diez jugadores por las expulsiones de Diego Houriet y Luciano Bruno.
De esta manera, el Tricolor capitalino llegó a los 9 puntos y no pudo alcanzar, momentáneamente, el primer lugar de las posiciones, que sigue teniendo como líderes a All Boys de Santa Rosa, Unión de Miguel Riglos y Deportivo Anguilense. Por su parte, el elenco local quedó con 3 unidades, aunque el punto también cobra vital importancia pensando en el objetivo de conservar la categoría.
En una tarde fría en el oeste pampeano, Cochicó de Victorica se armó de local y a modo de revancha, ya que en el Apertura había caído 7-1 en el Nuevo Rancho Grande, consiguió un empate sin goles ante Belgrano. En la primera etapa, Belgrano no fue claro y Cochicó, que intentó con llegadas de Barboza y Ayala, no logró ponerse en ventaja.
En el segundo tiempo, mientras el frío y el viento no daban tregua, Belgrano buscaba claridad y en cada intento por romper el empate se encontraba con Gabriel Figueroa, que se atajaba todo.
Fabián Salinas, árbitro del encuentro, consideró que una falta del experimentado "Bocha" Rocca en su área, había sido penal. El árbitro no lo dudó y el tiro desde los doce pasos fue ejecutado por Alexis Uhaldegaray. Figueroa volvió a responder y guardó en sus manos lo que parecía el primer tanto de encuentro.
Lo curioso del partido fue que hubo dos expulsados, que no alcanzaron ni a caminar la cancha ni a transpirar la camiseta. En tiempo récord, Diego Houriet, que ingresó por Pacheco en Cochicó, no cumplió ni un minuto de juego, que recibió la roja directa. El árbitro lo había visto pegándole una suave bofetada a su rival.
En Belgrano, Luciano Bruno, que también ingresó en el segundo tiempo, fue otro que recibió la roja, cuando solo habían transcurrido unos dos minutos de su entrada.