Jueves 28 de marzo 2024

Clasificación sufrida para La Pampa

Redacción 13/11/2019 - 00.40.hs

Los asistentes van y vienen. Consultan a unos y a otros, observan sus celulares, buscan reglamentaciones. Los minutos pasan y la incertidumbre crece. Nadie logra aclarar las dudas. La tensión va en aumento hasta que llega la palabra oficial: "El fútbol de la Araucanía se rige por el reglamento de FIFA y allí figura que si hay igualdad en puntos y diferencia de goles, definen los goles a favor". Alivio.
El seleccionado de fútbol de La Pampa le gana 3-1 a su par de la región de Araucanía y -dudas resueltas- con ese resultado ganan la zona. Antonio Vicente, que se acerca a tomar agua, recibe la noticia y las indicaciones del cuerpo técnico. Sale hacia el centro de la cancha y con las dos palmas hacia abajo le pide calma a sus compañeros.
Los chicos locales aminoran el ritmo. Ya no buscan alocados el cuarto gol; ya no se exponen en defensa. Faltan apenas unos minutos para el cierre del partido y el objetivo es que el resultado no se modifique. Un coqueto cartel muestra que se adicionarán 3 minutos a los 40 reglamentarios del complemento. La agonía se estira pero ya está todo controlado.
El árbitro Mariano Vera levanta sus brazos y hace sonar su silbato por última vez en la cancha de All Boys. Los locales le ganan 3-1 a Araucanía y se quedan con el Grupo A de la XXVIII edición de los Juegos de la Araucanía La Pampa 2019.
Con 4 puntos los pampeanos igualan el primer lugar de la zona con Tierra del Fuego, equipo con el que el lunes habían empatado 1 a 1 y que en el primer día había vencido a Araucanía 2 a 0. Los dos punteros quedan con una diferencia de dos goles (+2), pero el primer lugar es para La Pampa porque suma uno más a favor que los fueguinos (4 contra 3).
El lugar en las semifinales está garantizado. Hoy, desde las 15, los anfitriones se medirán con Neuquén (se quedó con el Grupo C con puntaje perfecto), otra vez en el estadio Dr. Ramón Turnes, en busca de un pasaje a la gran final. Al mismo tiempo, en el estadio de General Belgrano, jugarán Bío Bío (ganador del Grupo B) y Chubut (el mejor del Grupo D) en la otra semifinal.

 

Triunfo difícil.
En la calurosa tarde santarroseña, La Pampa arrancó como para golear pero terminó sufriendo para superar por la diferencia que necesitaba al difícil Araucanía.
Un gol tempranero pareció encaminar las acciones para los dirigidos por Gonzalo Rattalino. Apenas habían pasado 2 minutos cuando el picante Samuel Cabral rompió el ritmo y asistió a Alejo Aman, cuyo flojo remate fue rechazado por una defensa muy metida en su área. El balón cayó en los pies de Ignacio Zúñiga, que con clase definió bajo y contra un palo para el 1 a 0.
Con la ventaja a favor (que no alcanzaba porque necesitaba ganar al menos por dos goles de diferencia) el equipo local mostró sus mejores armas: la firmeza de Mariano Forastiero en el fondo, las escaladas de Tomás Fernández por su banda, el orden de Tobías Banegas en el medio, las corridas de Cabral y el buen pie de Zúñiga.
Un parate para hidratarse a los 20 minutos pareció jugarle en contra a los anfitriones. Araucanía creció tras la reanudación, comenzó a ganar en el medio y complicó con un par de pelotas largas. A los 35 Emiliano Otero se tiró al piso a cortar un avance de Diego Pérez, lo tocó y el árbitro marcó penal. Sebastián Jaque lo cambió por gol y se fueron a los vestuarios igualados en uno.
La empresa se complicaba para La Pampa. Le quedaban 40 minutos para hacer dos goles y los chilenos estaban en alza. Pero el inicio del complemento volvió a sonreírle a los locales, porque a los 4 minutos Forastiero logró el 2-1 luego de una arremetida en el área.
Los locales volvieron a adueñarse del juego. El apuro no los ayudaba, pero igualmente iban y generaban ocasiones como para ampliar la ventaja. Rattalino apeló a sus suplentes en busca de variantes que le den mayor presencia en ofensiva, y lo consiguió con el parerense Máximo Peña, que a los 28 fue habilitado por Cabral y definió para el 3-1.
Los chicos continuaron con su empuje. Ante las dudas reglamentarias querían ampliar la diferencia para asegurarse el pasaje. Pero se exponían en defensa. Hasta que llegó la orden que tranquilizó a todos. El festejo fue mesurado. Hubo abrazos, muchas sonrisas y algunas lágrimas. Unos minutos después recuperaron la calma. Hoy, desde las 15, tendrán en la semifinal ante Neuquén una nueva final.

 

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