Lunes 22 de abril 2024

Cuando el buen fútbol genera una sonrisa

Redacción 12/09/2016 - 01.56.hs

El Rojo se impuso 5-2 y quedó como uno de los punteros del Clausura. El "Colo" Gehl, autor de tres goles, fue la figura de un partido que tuvo momentos colectivos e individuales de gran nivel. Pereyra, Coller y Miranda, los otros destacados.
Un golazo con clase de Daniel Gehl para comenzar la jornada y una definición del mismo "Colo" con categoría para cerrarla; un zapatazo espectacular de Matías Sosa que hizo sonar las redes; siete gritos en total; un Santiago "Picante" Pereyra que sorprende con cada estiletazo entre líneas y a los espacios; un "mini Corcuera" como Enzo Coller que a los 17 años se come la cancha en el medio; los regates y gambetas de Michel Miranda; los enganches de Eduardo Barcar; los encuentros a pura pared de dos talentosos como Sebastián Guenchual y Matías Sosa... Esos fueron algunos de los elementos más destacados de un verdadero partidazo, de esos que invitan a volver a creer en los buenos jugadores y el fútbol bien jugado, aún con el vértigo del juego de hoy.
El escenario de este "show" fue la cancha del Deportivo Mac Allister, donde Independiente de Doblas consiguió ante el local un contundente 5-2 que le permitió treparse a lo más alto de las posiciones de la Zona Norte, luego de completarse la sexta fecha del Torneo Clausura de la Liga Cultural de fútbol.
Pero más allá del resultado, lo esencial de este partido es que, dentro de un fútbol argentino -y local en particular- en el que es cada día más difícil ver espectáculo, hubo actuaciones -individuales y colectivas- que permiten soñar y animan a creer que no todo está perdido. Que el fútbol en estado puro aún existe, aunque se esté peleando por la punta.
Hubo de las otras también, como siempre. Pelotazos sin destino; momentos de relax general en los que sobresalían las voces por sobre los movimientos; protestas desde todos los rincones -las más cuestionadas fueron dos aparentes manos 'penal', una en cada área, que Lautaro Andino entendió que no existieron-; algunas faltas duras; pérdidas de tiempo de los ganadores y apuros de los perdedores; imprecisiones...
Pero todo quedó eclipsado por lo bueno; por lo que los dos intentaron y consiguieron; por la calidad individual de algunos jugadores. Y entre todos se destacó la figura del "Colo" Gehl, con tanta clase como siempre, con un momento físico que no envidia para nada el de los 20 años, y con una lucidez mental para jugar y definir que parece estar en su momento cumbre.
Ganó Independiente de Doblas y eso es lo que más le importa al Rojo -que llegó a la punta- y lo que más preocupa al Depo -que quedó muy relegado-; pero en realidad el que ganó es el fútbol, que cada tanto sigue regalando partidos como el de ayer.

 

Goleada.
El primer tiempo fue electrizante, por el ritmo y por los cinco goles. Todo arrancó con un zapatazo de "Kike" Miranda que hizo temblar el palo del arquero Eduardo Coria. Iba apenas un minuto de juego y a partir de ahí fue un ida y vuelta constante.
El Rojo respondió con un remate cruzado de Gehl tras un gran control con el pecho a la carrera, en lo que fue un adelanto del gran gol que iba a venir. Cuando el reloj marcaba 14 minutos, Barcar buscó con un pase largo a Gehl, que bajó la pelota con el pecho entre los centrales y definió de "cachetada" a un ángulo. Golazo.
Dos minutos más tarde, Miranda amontonó rivales entrando por derecha y al llegar a la línea de fondo tocó para Juan Gutiérrez, que definió para el 1-1. La ventaja local la consiguió Matías Sosa, quien tomó un rechazo del arquero Coria, bajó la pelota con el pecho fuera del área y sacó un remate furibundo que se clavó en un ángulo.
Doblas lo empató a los 31, cuando Pereyra vio salir mal a la defensa local y puso un pase cruzado para que en el segundo palo aparezca Matías Narcué, quien controló y definió. Y casi con la misma fórmula llegó el tercero visitante, con Barcar buscando en cortada a Federico Wilberger para que éste toque el balón a la red.
El complemento tuvo menos ritmo, principalmente porque Independiente supo llevar el juego a su terreno. Además, a los 13 logró el cuarto y cerró el partido: Barcar aprovechó los espacios para quedar cara a cara con Roo y definió; Dereck De León detuvo la pelota con la mano en la línea y Gehl apareció para empujarla, valiéndose de la ventaja que otorgó Andino.
Mac Allister buscó luego de diferentes maneras, pero no encontró. Y el Rojo lo cerró a los 41 con el tercero de Gehl, que se aprovechó del buen pie de su arquero Coria, para ganarle a su marcador (Sosa) luego de un saque largo y definir de cabeza por encima de Roo, con la categoría de siempre.

 


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