El mejor del torneo que juegan todos
Martes 02 de enero 2024

El mejor del torneo que juegan todos

Redacción 11/12/2017 - 01.06.hs

El equipo norteño perdió 1-0 como visitante de la Colonia Santa María, pero se quedó con el título gracias al 4-1 que había logrado en la ida. Fue una fiesta de un fútbol pueblerino, puro y en la que todos terminaron aplaudidos.
La Colonia Santa María parecía ayer un pueblo fantasma. Al recorrer en soledad los seis kilómetros de su prolijo acceso y encontrarse con la larga avenida principal, totalmente vacía, quedaba la sensación de haber llegado a un lugar detenido en el tiempo.
Eran casi las cuatro de la tarde y sólo la pulcritud de los jardines y las casas ordenadas a la vera de la calle central daban indicios de vida. Unos metros más adelante comenzaban a escucharse los primeros sonidos no naturales.
Algunos gritos a lo lejos y un bocinazo perdido precisaron las coordenadas exactas del lugar que había convocado a todos. Ahí nomás, dos cuadras a la izquierda de la avenida abandonada, la fiesta estaba a pleno.

 

Una fiesta.
La coqueta cancha del Club Social y Deportivo El Pampero estaba repleta. El bocinazo que se había escuchado provenía de uno de los tantos autos que habían llegado desde La Maruja para acompañar a sus jugadores, que debían disputar el partido por el tercer puesto de la Liga Provincial de Fútbol Municipal ante Club Infantil de 25 de Mayo.
Instantes después las bocinas marujenses se multiplicaron, cuando finalizó una serie de penales que parecía eterna y los comandados por el Negro Eizaga se quedaron con la medalla de bronce.
Había terminado la entrada y llegaba el plato principal, el que debían servir el equipo local y retador, la Colonia, y el defensor del título, Quetrequén, los dos finalistas de esta edición 2017 del torneo de fútbol que organiza el gobierno provincial a través de los municipios.

 

Un partido.
El pueblo terminó de despertar cuando los protagonistas pisaron el terreno de juego. Los papelitos invadieron la cancha y, unos minutos después, los dos mejores de la temporada estaban disputando la revancha de una final que en su primer partido había sido 4-1 favorable a Quetrequén.
La tensión que genera el hecho de jugar un partido definitorio se notaba en los rostros y en los movimientos de los futbolistas. A los locales les pesaba la necesidad de ir a dar vuelta una desventaja de tres goles; a los visitantes les costaba hacerse cargo del mote de grandes favoritos que se habían ganado en el primer chico.
Y en ese ir y venir de nervios primaron las ganas de la Colonia, que empujada por la garra de Gerardo Frank (una especie de Mascherano que contagiaba con sus cruces), la calidad de Gastón Aschemacher y la experiencia de Martín Buss Jacob (ex arquero de Belgrano y hoy delantero pivote de Santa María), llevó a Quetrequén contra su arco.
El gol, sin embargo, tardó en llegar. Recién a los 34 minutos una volea espectacular de Rodrigo Costoya le dio el 1-0 a los locales, que sumaron esperanzas de cara a un complemento en el que iban a entregar todo.
Pero para esa segunda parte Quetrequén mostró oficio. Se agrupó mejor para defender, hizo circular la pelota haciendo eje en Mateo Parodi, aguantó arriba con el goleador Nery Cornejo y prácticamente neutralizó a la Colonia, que insistió hasta el final con pelotazos largos y nunca pudo sacar réditos.

 

Todos campeones.
Al final hubo aplausos para todos; para los de adentro y para los de afuera. Para el intendente Serafín Eberhardt, que además de ser el anfitrión y organizar la finalísima, apareció con la camioneta cargada de cal cuando era necesario marcar las líneas en un área.
Para la bulliciosa hinchada de Quetrequén, que nunca paró de hacer sonar el bombo. Para los simpatizantes locales, que siguieron la final tan tensionados como sus jugadores. Para el cantinero del club, que abandonó su puesto porque "no aguantaba más" en la cantina y terminó en el banco de suplentes local.
Porque en la Liga Municipal todos forman parte de lo mismo; todos ayudan desde su lugar; todos sufren: los goleadores como Cornejo o Eizaga y los voluntariosos como "Masche" Frank; los juveniles que aún viven en el pueblo y los veteranos que mantienen su pasión intacta; los que salen campeones y los que no. Todos juegan el torneo y, al final, todos lo ganan.

 

BRONCE.
El tercer puesto de la Liga Provincial de Fútbol Municipal quedó en manos de La Maruja, que venció 11-10 en la definición por penales a Club Infantil de 25 de Mayo. El partido, que fue telonero de la final, terminó 1-1, con goles de Pablo Cabral para La Maruja y Guillermo Herrera para los veinticinqueños.

 

COMPLETO.
El intendente de la Colonia Santa María, Serafín Eberhardt, se puso la camiseta del torneo. Recibió a las delegaciones, organizó el almuerzo, encabezó el acto en la final y hasta fue a buscar cal con su camioneta cuando había que marcar una línea. Y cerró agasajando a las autoridades y al periodismo con una picada espectacular.

 

PREMIOS.
Además de las medallas y copas a los cuatro equipos que llegaron a la instancia final, hubo premios para el goleador Nery Cornejo (17 tantos) y el arquero José Torres (valla menos vencida con 14), ambos de Quetrequén. El fair play fue para el equipo de Hilario Lagos y el mérito deportivo para Jairo Montelongo (La Maruja).

 

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