El último paso hacia la consagración
Viernes 23 de febrero 2024

El último paso hacia la consagración

Redacción 13/07/2014 - 03.28.hs

Pasaron 24 años de la última vez y muchos no tuvieron la posibilidad de vivir como hinchas una final de un Mundial. Por eso, cuando hoy la Selección argentina salga al Maracaná a enfrentar a Alemania, intentará dar el último paso hacia la gloria, aprovechando esta ocasión dorada que se le presenta para quedar en la historia.
A partir de las 16, en un estadio donde se esperan casi 35 mil argentinos alentando dentro -y otros miles afuera-, con el italiano Nicola Rizzoli como árbitro, Argentina buscará su tercer título del mundo. Son casi tres décadas de sinsabores futbolísticos, con el último festejo a cargo de Alfio Basile en la Copa América de Ecuador 1993.
A partir de ahí apareció una especie de hechizo que se posó sobre la camiseta albiceleste y que sólo se pudo romper en los Juegos Olímpicos, con las medallas de oro consecutivas en Atenas 2004 y Beijing 2008.
Pero este conjunto de Sabella se ganó su mística. Es cierto que empezó con muchas dudas, no sólo en este Mundial, sino también en el ciclo que inició en octubre de 2011. Pero Sabella siempre se las ingenió para salir bien parado y ahí estuvo su principal capacidad: saber reinventar el equipo cuando se lo pedía, respetando una base de jugadores a quienes bancó en malas situaciones y por quienes se la jugó cuando los hinchas los criticaban.
Desde el arquero Sergio Romero, pasando por Rojo, la dupla Fernández-Garay, Gago, Ezequiel Lavezzi, y hasta llegar al mismísimo capitán Messi. Es que los 40 millones de técnicos que hay en Argentina siempre tienen un jugador mejor que el que está jugando y ese impulso tan argentino hace que el árbol tape el bosque.

 

Crecimiento.
En el Mundial, la Selección pasó por diferentes estadíos. Aquel triunfo con el cambio a tiempo en el debut con Bosnia Herzegovina, el sufrimiento con Irán, el concierto de Messi ante Nigeria, la agonía contra Suiza, la consolidación ante Bélgica y el éxtasis contra Holanda.
Ahora llegará Alemania, esa "Bestia Negra" que lo sacó de los últimos dos Mundiales con dos cachetazos que fueron muy difíciles de digerir para los jugadores. Maxi Rodríguez, Mascherano y Messi fueron los que estuvieron tanto en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, cuando los teutones terminaron con el sueño albiceleste.
El destino vuelve a cruzarlos este domingo, pero en la final, con sólo un paso para la gloria. Sabella sabe que Joachim Löw conoce las debilidades y virtudes de los argentinos tan bien como él sabe las de los alemanes. Por eso se puede esperar que este domingo se monte un partido táctico, quizás similar a lo que pasó ante Louis Van Gaal con Holanda, donde "Pachorra" intentará estar un movimiento antes que su rival.
En esta cita, la Selección tiene la chance de devolverle la esperanza a los argentinos, de dejar una enseñanza como ocurrió, sobre todo, en México 1986. Otra vez estará Alemania enfrente, para disputar el "bueno" -porque después en Italia se impusieron los teutones- e intentar dejar la bandera argentina lo más alto posible.

 

Sin Di María.
En cuanto a lo estrictamente futbolístico, la mala noticia de la última práctica del seleccionado es que el mediocampista Angel Di María se resintió de la lesión muscular en el recto anterior de la pierna derecha y no podrá estar en la final.
El ensayo táctico se desarrolló en el estadio San Januario, en Río de Janeiro, y allí Sabella probó a Di María entre los titulares en lugar de Enzo Pérez, con la idea de incluir a "Fideo" para la final de hoy. El rosarino, de 26 años, completó la práctica, pero sintió leves molestias por su lesión de grado 1 en la parte anterior del muslo derecho, por lo que su ingreso como titular sería un riesgo.
Di María abandonó rengueando y con dolor en la zona afectada el entrenamiento, lo que significa que finalmente será Pérez quien ocupe un lugar en la mitad de la cancha en la final ante los alemanes. "Sí", respondió escuetamente una fuente del cuerpo médico de la Selección ante la consulta de la agencia NA sobre la profundización de la lesión de Di María.
Hace una semana ante Bélgica, por los cuartos de final en el Estadio Nacional de Brasilia, el rosarino sufrió esa lesión que le impidió jugar el miércoles ante Holanda por las semifinales, y que también le imposibilitará estar hoy en el Maracaná, donde Argentina tiene una cita con la historia.

 

Messi está "preparado".
Lionel Messi afirmó ayer que junto a sus compañeros jugarán "el partido más importante" de sus "vidas" en la final del mundo frente a Alemania, en el Maracaná, y que están "preparados" para ser campeones. "Jugaremos el partido más importante de nuestras vidas con esta camiseta. Mis sueños y mis ilusiones se están viendo cumplidos gracias al trabajo y el sacrificio de todo un plantel que lo ha dado todo desde el primer día y que ha creído que se podía. Y por nuestra gente, los argentinos, que nos han traído hasta acá", escribió Messi en su cuenta de la red social Facebook.
El rosarino, al que sólo le falta ganar un Mundial, sueña con levantar la copa en uno de los escenarios más emblemáticos del fútbol mundial, y aseguró están "preparados" para ganarle a Alemania y ser campeones. "Por nuestra gente, los argentinos, que nos han traído hasta aquí. Pero el sueño no ha acabado, queremos ganar y estamos preparados para ello! #VamosArgentina", remarcó Messi.

 

Messi y Müller, las figuras que van por todo.
Argentina y Alemania llevarán sus estandartes a la batalla final por la Copa del Mundo y como ocurrió en los partidos anteriores, uno se apoyará en el indiscutible liderazgo de Lionel Messi y el otro en la versatilidad y poder de gol de Thomas Müller.
Messi y Müller volverán a verse las caras dentro de un campo de juego después de abril de 2013, cuando se enfrentaron por la semifinal de ida de la Champions 2013, que el Bayern Munich goleó 4-0 al Barcelona, con dos goles del atacante alemán.
Messi tiene nada menos que cuatro Balones de Oro que entrega FIFA y France Football que lo consagraron como el mejor jugador del mundo en ese lapso, y Müller ni siquiera fue ternado. Pero, en la Copa del Mundo, hasta ahora Müller tiene más logros personales que Messi. Con sólo 20 años en Sudáfrica fue Botín de Oro y el Premio al Mejor jugador joven. Müller hizo cinco goles en Sudáfrica, al igual que el uruguayo Diego Forlán, el holandés Wesley Sneijder y el español David Villa, pero le dieron el Botín de Oro porque los hizo en seis partidos y no en siete.
Eso puede pasar este año con James Rodríguez, el colombiano que marcha primero en la tabla de goleadores, con 6 tantos, uno más que Müller y dos más que Messi, por lo cual el alemán y el argentino tendrán que sumar siete para que puedan quedarse con el trofeo.
Pero, también entre esos tres futbolistas podría estar el ganador del Balón de Oro, que otorgará FIFA al mejor jugador. Messi sabe que es la oportunidad de tener "su" Mundial y cumplir su sueño de ser Campeón del Mundo con el seleccionado.
Müller no tiene el don de Messi de tener la pelota atada a los pies y llenar los ojos del fútbol más bonito; el alemán es efectividad, versatilidad y gol.
Son los dos grandes candidatos a llevarse el Balón de Oro al mejor jugador, y si alguno se lo lleva será porque también habrá levantado la Copa del Mundo.
La cosa está repartida según la óptica de dos célebres de los Mundiales: César Menotti, entrenador campeón en 1978, dijo que "Argentina disfruta de un Messi que Alemania no tiene". El francés Just Fontaine, el hombre que marcó 12 goles en un solo mundial, un récord que data de Suecia de 1958 y hasta ahora nadie pudo quebrar, se deshizo en elogios para el alemán: "Para Müller no parece haber ninguna posición fija, hasta de arquero puede jugar. Está en todas partes, juega como mi difunto amigo Alfredo Di Stéfano".

 


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