Jueves 11 de abril 2024

La contundencia como gran aliada

Redacción 03/12/2016 - 00.48.hs

General Belgrano logró anoche un triunfo importantísimo en su lucha por mantener la categoría en el Torneo Federal "A" de fútbol, al golear como local a Rivadavia de Lincoln por 4-0 en uno de los partidos jugados por la decimoséptima fecha de la Zona 2.
Aunque aún falta mucho tiempo para definir qué equipos permanecerán en la tercera divisional del fútbol argentino, los tres puntos sumados le permitieron al Tricolor quedar a cinco de su rival de anoche (que al igual que los santarroseños va en camino hacia la fase Reválida) y engrosar el promedio, que luego de la segunda etapa del torneo determinará quienes descenderán.
Antú Hernández, Alexis Uhaldegaray, Maximiliano Prioreschi y Javier De Olivera marcaron los goles para los dirigidos por Juan Carlos Almada, en un primer tiempo de ensueño en el que, gracias a una contundencia que no es habitual, definió el juego.
El próximo martes, el conjunto de Villa Alonso intentará consolidar este triunfo en una difícil visita a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, hoy escolta de Alvarado y que ayer igualó 1-1 como visitante de Agropecuario de Carlos Casares.

 

Ráfaga.
El partido de anoche, ante muy poco público en el Nuevo Rancho Grande, se definió con una ráfaga de goles del equipo local, que cuando puso más gente en ataque logró vulnerar al flojo esquema defensivo rival y así prácticamente asegurarse los tres puntos de manera anticipada.
El comienzo no permitía a nadie soñar con una diferencia de cuatro goles en el primer tiempo. Belgrano, apostando a las pelotas largas para las corridas de Juan Manuel Sánchez, no lograba hacerse dueño del juego. Rivadavia jugaba desde atrás hacia adelante, con un prolijo Esteban Castaño en el medio y tratando de aprovechar alguna aparición de Esteban Ciaccheri.
Era parejo el trámite hasta que a los 22 minutos el local llegó con mucha gente al área visitante y tuvo su premio. Prioreschi -de muy buen primer tiempo- encabezó una trepada por derecha que terminó con un centro y un posterior rechazo de la defensa, para que Antú Hernández tome la pelota de volea desde fuera del área y la clave junto al primer palo. Golazo.
Belgrano se entusiasmó con la ventaja y Rivadavia se cegó. Dos minutos después, otra vez vía Prioreschi, una jugada por derecha terminó en un centro al área que Uhaldegaray desvió en gran forma con la cabeza para poner el 2-0.
Y un rato después, a los 29, el propio Prioreschi consiguió el tercero con un tiro libre al primer palo que engañó al arquero Bruno Bellón. Pocos podían creer lo que estaban viendo, y mucho más cuando a los 37 un tiro libre de Prioreschi fue cabeceado por De Olivera y terminó en la red.
Belgrano, el último de la zona, el que sufre horrores para ganar un partido y para hacer goles, había gritado cuatro tantos en quince minutos. Hasta los propios jugadores se miraban asombrados al momento de caminar hacia los vestuarios para el descanso.

 

Sin cambios.
El complemento estuvo totalmente condicionado por los cuatro goles de la primera parte. El Tricolor, ya sin presiones, se dedicó a dejar correr el reloj, sin preocupase mucho por el arco rival y tratando de proteger el propio. Rivadavia, ya jugado, puso más gente en ataque y, ayudado por el viento que antes había colaborado con el local, llegó en un par de ocasiones.
Pero esta vez la contundencia sólo estuvo del lado del Tricolor, que se salvó en un par de ocasiones por salvadas de los mellizos Hernández (en una Antú despejó sobre la línea y terminó chocando contra un poste) y por una tapada espectacular del arquero Agustín Vistarop.
El resto fue un enredo generalizado que no sumó prácticamente nada para ninguno de los dos. Aunque Belgrano ya había hecho su trabajo y por eso recibió un cerrado aplauso cuando se terminó el juego.

 

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