Loustau en el Superclásico

El árbitro Patricio Loustau dirigirá el domingo, desde las 18.15 en La Bombonera, el Superclásico entre Boca Juniors y River Plate, válido por la undécima fecha del campeonato y el primero de la serie de tres choques que sostendrán ambos equipos, que luego protagonizarán una de las llaves de octavos de final de la Copa Libertadores.
El árbitro bonaerense, de 40 años, salió elegido con la bolilla número 5 durante el sorteo realizado ayer en el tercer piso de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). En tanto, Darío Herrera, quien era el otro designado para ingresar en el sorteo, se sumaría a los otros postulantes para dirigir los dos choques por la Libertadores del 7 y 14: Germán Delfino, Diego Ceballos, Silvio Trucco y Néstor Pitana. De atrás, y con un buen terreno de ventaja, corren Mauro Vigliano, Jorge Baliño, Pablo Díaz y Fernando Rapallini, también internacionales pero carentes de gran experiencia en duelos calientes.

Segundo.
Loustau, que debutó en Primera en 2009 y es internacional desde 2011, tomará por segunda vez en su carrera las riendas del encuentro más importante del fútbol argentino. El único antecedente de Loustau al frente de un Superclásico es de mayo de 2011, cuando Boca se impuso por 2-0 en la Bombonera con goles de Martín Palermo y Juan Pablo Carrizo en contra, y su figura se imponía como una de las grandes y buenas apariciones del referato argentino.
En esa oportunidad, el hijo de Juan Carlos "Pichi" Loustau, ex arbitro internacional que dirigió, entre otros torneos, en el Mundial de Italia 90, reemplazó al cordobés Héctor Baldassi, quien fue operado de urgencia por una apendicitis.
Fue aquel el último Boca-River antes del descenso del equipo "millonario", un partido de alta temperatura en el que Clemente Rodríguez y Matías Almeyda fueron expulsados, y en el que el por entonces volante de River se retiró de la cancha besándose su camiseta frente a una de las cabeceras del estadio.
Desde River, además, se quejaron por considerar que Loustau obvió sancionar algunos penales que podían haber cambiado el transcurso del encuentro en favor del conjunto de Juan José López. Una de las tantas esquirlas de ese juego fue el pedido de renuncia del por entonces presidente del club de Núñez, Daniel Passarella, al titular de la AFA, Julio Grondona, en plena sesión de Comité Ejecutivo.
Un año y cuatro meses tardó Loustau en volver a dirigir a River, aunque fuera del Monumental ante Vélez, mientras que recién a principios de marzo de este año volvió a ese estadio para arbitrar el empate 2-2 contra Unión de Santa Fe.
"Para el árbitro, pitar un Superclásico es el sueño, como lo es para el futbolista", señaló antes de que salga la bolilla número 5 que lo designó. Loustau viajó ayer a Sucre, Bolivia, donde hoy conducirá el primer duelo de octavos de final entre Universitario y Tigres de México.
El último clásico que dirigió Loustau fue Banfield y Lanús, que acabó con victoria del equipo Granate por 2-1 y con dos expulsados por lado, tres fechas después de arbitrar el empate 1-1 de Boca como visitante ante San Martín de San Juan, cuando expulsó al arquero Agustín Orion tras la jugada en la que el uruguayo Carlos Bueno sufrió una fractura de tibia y peroné. Justamente Orión volverá a jugar el domingo tras purgar cuatro partidos de suspensión a raíz de aquella expulsión.

"Es idóneo", dijo Arruabarrena
El entrenador de Boca, Rodolfo Arruabarrena, dijo ayer que el árbitro Patricio Loustau es "idóneo" para dirigir el Superclásico del domingo. "Loustau es un árbitro internacional, es idóneo para ejercer este tipo de partidos. Nos dirigió en varias ocasiones, está en un muy buen nivel como todos", expresó el Vasco en la conferencia de prensa que compartió junto al presidente boquense, Daniel Angelici, para presentar al socio adherente número 100.000. Y agregó: "Lo importante es que haya un buen partido y que el referí no tenga problemas con los técnicos y los jugadores".

Boca y River con varias dudas
El volante central es el tema principal de Boca Juniors con vistas a los próximos partidos frente a River Plate, con tres candidatos: Fernando Gago, Andrés Cubas y Federico Bravo. Las sucesivas lesiones de Cubas, Gago y Cristian Erbes abrieron una grieta, a pesar de la amplitud del plantel, y Bravo, quien venía bastante relegado en la consideración del entrenador Rodolfo Arruabarrena, es hoy el principal candidato para jugar este domingo.
Pese a que Gago está recuperado plenamente de su desgarro en el recto anterior derecho, el volante se entrenó ayer con intensidad y expresó su deseo de participar en los tres clásicos. Pero la idea es que juegue los dos encuentros por la Copa Libertadores de América, preservándoselo en el torneo local.
Cubas, en tanto, se desgarró el 19 de abril ante Lanús, y aunque su recuperación es acelerada, no sería incluido el domingo. Así, el que gana terreno es Bravo, quien en 2015 casi no tuvo minutos de competencia oficial, pero ahora asoma como la primera alternativa.

Tres dudas.
Por otra parte, y con la caída ante Huracán del otro lado de la página, Marcelo Gallardo empezará hoy a preparar el primero de los Superclásicos, con la incertidumbre de tres puestos a cubrir. Con una mayor cuota de deseo que de seguridad, en River dan cuenta que Gabriel Mercado, suspendido para los dos partidos de Copa Libertadores, podría llegar a recuperarse de la distensión en el muslo derecho, pero si no llega las alternativas son Jonatan Maidana como lateral ingresando Germán Pezzella a la zaga, o bien el ingreso de Emmanuel Mammana como marcador de punta por derecha.
Leonardo Ponzio también trabaja contrarreloj en la recuperación de un desgarro, y la alternativa es Matías Kranevitter. El tercer lugar en ascuas es el de enganche que podría derivar en un cambio de esquemas a cuarto volante. Es que Leonardo Pisculichi ni Gonzalo "Pity" Martínez convencen a Gallardo, que podría inclinarse por Sebastián Driussi. (DyN)