Domingo 14 de abril 2024

"Si hubiéramos ganado, nos matan"

Redacción 27/07/2016 - 01.03.hs

La final de la Liga del Sur de fútbol con asiento en Bahía Blanca, que contó con un jugador pampeano por bando, tuvo un cierre bochornoso y que podría haber terminado en tragedia. Bella Vista, que fue local porque tenía la ventaja luego de haber ganado la fase regular, se impuso 3-2 ante Tiro Federal, en un clásico local muy disputado.
Así, el Albiverde, que contó con el mediocampista santarroseño Enzo González, se quedó con el Torneo Apertura. Mientras que el Turco, que tuvo como capitán al defensor araucense Fernando Cafasso, terminó con las manos vacías.
Sin embargo, la final trascendió más por lo extradeportivo que por lo futbolístico, porque al finalizar el partido hubo serios incidentes, que no terminaron en una tragedia de casualidad.
Una vez que el árbitro Gabriel Spinella marcó el cierre, varios hinchas de Bella Vista invadieron el campo, pero no para festejar con sus jugadores, sino para agredir a los rivales. Los futbolistas de Tiro Federal, indefensos ante la pasividad policial, tuvieron que protegerse ellos mismos y en muchos casos intercambiaron golpes con los desaforados simpatizantes.
Algunos buscaron protección en los escudos policiales, pero nada era suficiente ante la barbarie de los violentos. Además, un grupo de agentes de Infantería permanecía inalterable, de espaldas a los incidentes dentro de la cancha y mirando a los hinchas visitantes, que veían cómo sus jugadores eran agredidos.
En esos momentos comenzaron los intercambios de proyectiles entre las dos hinchadas, y los locales también disparaban a los jugadores de Tiro con pirotecnia. La única salida que encontraron los futbolistas del Turco fue a través de un hueco que sus propios simpatizantes hicieron en el alambrado que daba a la tribuna.
Por ese sector -otros directamente saltaron el alambrado- lograron abandonar la cancha, en medio de los incidentes que continuaron fuera de estadio, y tuvieron que subirse al colectivo que los transportaba mientras iba en marcha. Una locura.

 

"Nos matan".
"Lo que pasó te deja para pensar en que si hubiéramos ganado, nos matan", reflexionó ayer el pampeano Cafasso, que en una charla con LA CHUECA repasó los episodios y agradeció que no hayan terminado en algo más grave.
"En un momento yo intento calmar a los hinchas (de su rival), y que mis compañeros se vayan para otro lado, pero había una lluvia de piedras por todos lados y de fuegos artificiales que tiraban en forma horizontal. No podíamos escapar", relató el oriundo de Jacinto Arauz, que es capitán de Tiro.
Y más allá de que los agresores fueron los hinchas locales, Cafasso se mostró muy molesto con el accionar policial. "El partido fue el domingo y aún hoy no hay declaraciones por parte de la Policía, que fue responsable porque dejaron entrar a los hinchas. No saltaron el alambrado, entraron por una puerta. Y la verdad es que el arquero y el entrenador de Bella Vista hicieron más que los policías", manifestó. "En un momento -continuó- le pido a la Infantería que nos ayuden, pero no giraron ni el cuello, siguieron mirando a la hinchada de Tiro".
"El entrenador de ellos (Carlos Mungo) se portó de maravillas, porque nos ayudó y nos acompañó hasta que logramos salir por el alambrado", agregó el araucense, quien lamentó que un compañero recibió un piedrazo en una mano y otros dos fueron alcanzados por el efecto del gas pimienta que arrojó la Policía.
"No se puede creer lo que pasó. Nunca viví algo así", cerró Cafasso, de 33 años y con una larga trayectoria, tanto en el fútbol argentino como en Paraguay, Italia, Grecia y Rumania.

 

"Una alegría enorme"
Mientras los más violentos agredían a los jugadores de Tiro Federal, otro grupo de hinchas festejaba con los futbolistas de Bella Vista -entre ellos el santarroseño Enzo González-, que se acababan de consagrar campeones del Apertura.
"Fue una alegría enorme para todo el grupo. Fue un torneo muy difícil y el esfuerzo y sacrificio fue muy grande", señaló ayer González, a la vez que se lamentó por los disturbios provocados por los hinchas.
El joven volante de 21 años, hijo de Gustavo "Luchi" González (entrenador del equipo local de All Boys de Santa Rosa), se fue a mediados de 2014 a Bahía Blanca para jugar en Olimpo, y a principios de esta temporada recaló en Bella Vista, donde logró continuidad y se destacó.
"Pude adaptarme muy bien al club, a los compañeros y a la gente. Me la jugué al venir a Bella Vista y este título es un premio", le dijo a LA CHUECA el volante, que juega como una especie de doble '5' con mayor libertad.

 


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