Martes 26 de marzo 2024

Si se juega, será en el exterior

Redacción 28/11/2018 - 01.43.hs

La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) comunicó ayer que la final de la Copa Libertadores 2018 se jugará fuera de la Argentina el 8 o 9 de diciembre, si es que el Tribunal de Disciplina de la entidad no le da la razón a Boca, que pidió a través de un documento y numerosas pruebas presentadas que River sea descalificado.
La llamada superfinal fue postergada dos veces el fin de semana pasado, primero el sábado tras el ataque que hinchas de River perpetraron contra el micro que trasladaba a los jugadores de Boca al Monumental. Y después el domingo, cuando la Conmebol consideró que el equipo "xeneize" no estaba en igualdad de condiciones para disputar el partido.
Todo ello tras los piedrazos y botellazos que hicieron estallar los vidrios del micro desde Libertador y Lidoro Quinteros hasta la puerta de Figueroa Alcorta por donde ingresó el vehículo, con la consecuencia de heridas y malestar prolongado en varios jugadores boquenses, según comprobaron los médicos.
Los presidentes de Boca y River, Daniel Angelici y Rodolfo D'Onofrio, respectivamente, se reunieron ayer en la sede de la Conmebol -en la ciudad paraguaya de Luque- con el titular de ese organismo, Alejandro Domínguez. También participó del encuentro Claudio "Chiqui" Tapia, titular de la AFA y uno de los vicepresidentes del máximo ente del fútbol sudamericano.
"El partido se jugará, sujeto a la decisión de la Comisión Disciplinaria de la Conmebol, el sábado 8 o domingo 9 de diciembre y fuera del territorio argentino", reveló el paraguayo Domínguez en la conferencia de prensa realizada al término de la reunión. Y rápidamente trascendió que las posibles sedes serían Asunción (Paraguay), Miami (Estados Unidos) o Doha (Qatar).
En ese contexto, será clave el fallo de la Unidad Disciplinaria de la Conmebol, que se conocerá posiblemente hoy, ante el pedido formal presentado ayer por Boca: que se suspenda en forma definitiva la revancha de la final de la Copa Libertadores ante River y que se descalifique al club de Núñez, como así se apliquen sanciones por las agresiones sufridas por sus jugadores.

 

Posturas.
Angelici, asesorado por sus abogados, presentó un documento con cinco puntos que exponen de manera oficial la intención del club para no jugar y ser proclamado campeón, amparado en el artículo 18, inciso 1, del reglamento de la Conmebol.
En ese texto, el club "xeneize" desliza críticas al titular de la Conmebol, ya que Domínguez emitió un comunicado el lunes en el que afirmaba que "en la Conmebol que presido, el fútbol no se gana con piedras ni agresiones. Lo ganan los jugadores en la cancha".
La respuesta de Boca no se hizo esperar: "Cabe preguntarse si ello es así, ¿por qué existe el inciso 1 del artículo 18 en el Reglamento Disciplinario, que prevé entre las sanciones posibles la descalificación de una competición".
"La prudencia debe primar en estas instancias, y el presidente de la Conmebol debiera abstenerse de opinar públicamente sobre esta cuestión, ya que de esta manera está afectando gravemente la independencia del órgano disciplinario que debe resolver esta cuestión", concluye el documento presentado por Boca.
Por el lado de River, el descargo anticipado el lunes por sus dirigentes argumenta que la situación es distinta a lo sucedido en los octavos de final de la edición 2015, cuando Boca quedó eliminado por una agresión a los jugadores "millonarios" con gas pimienta dentro del estadio, realizada por un socio de Boca.
Conocido el anuncio de la Conmebol en el sentido de que el partido se juegue el 8 o 9 de diciembre fuera de la Argentina, Angelici aseguró que hay "elementos suficientes para descalificar a River" de la Copa Libertadores y reafirmó la postura del club de no jugar el segundo partido de la final.
"Si el tribunal de la Conmebol se ajusta a derecho, hay elementos suficientes para descalificar a River. Aspiro a que el tribunal nos de respuesta con fundamentos, no aceptamos jugar ningún partido hasta que el tribunal se expida, creemos que hay antecedentes para darnos la razón", dijo Angelici en rueda de prensa desde Luque.
Totalmente opuesta fue la postura de D'Onofrio, quien aseguró que el presidente Mauricio Macri le dio a la institución del barrio porteño de Núñez "el apoyo y la seguridad" para que el partido decisivo se juegue en el Monumental.
"El presidente Macri quiere y pretende que el partido se juegue en la cancha de River y que va a existir toda la seguridad para ese partido", disparó D'Onofrio. "El mundo se va a enterar del G20 y será un éxito. Y si podemos hacer un G20, ¿cómo no podemos hacer un partido?", se preguntó D'Onofrio.

 

Declaraciones e informados
Un fiscal le tomó ayer declaraciones a los jugadores de Boca Juniors por los incidentes del pasado sábado en las inmediaciones del estadio Monumental. El funcionario, que arribó junto con 16 personas y tres camionetas blancas, se trasladó hacia el vestuario local para tomar testimonios de los futbolistas presentes, mientras se aguarda una resolución por parte de la Conmebol sobre el desarrollo del juego de vuelta.
Por otra parte, los futbolistas de Boca Pablo Pérez, Carlos Tevez y Ramón Abila fueron informados por insultar a un delegado de Conmebol durante la previa del partido que finalmente no se disputó el sábado en el estadio Monumental y corren riesgo de ser sancionados por la Unidad Disciplinaria.
Los tres jugadores podrían perderse de jugar una eventual segunda final de Copa Libertadores de América en caso de que el Tribunal decida aplicarles sanciones deportivas.
De acuerdo al informe que realizó el cuarto árbitro, el peruano Víctor Carrillo, el sábado luego de la primera suspensión por la agresión al micro de Boca Juniors a la llegada al estadio, Pérez, Tevez y Abila insultaron al coordinador del ente sudamericano, el paraguayo Mario Campos. (Télam)

 


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