Martes 19 de marzo 2024

Un clásico caliente que suma muy poco

Redacción 29/06/2015 - 04.12.hs

El duelo pampeano por la tercera categoría del fútbol argentino fue peleado y discutido hasta el final, pero terminó sin goles. Al Verde no le sirvió para meterse en zona de clasificación. El Tricolor tampoco pudo tomar el aire que necesitaba. Mac Allister, por ahora sigue.
El clásico pampeano entre General Belgrano de Santa Rosa y Ferro Carril Oeste de General Pico terminó igualado 0-0 y, pese a que ambos sumaron un punto, el reparto no le cayó bien a ninguno de cara a las últimas tres fechas de la Zona 1 del Torneo Federal "A" de fútbol.
El Verde, que fue muy superior en el Nuevo Rancho Grande, no supo capitalizar en la red todo lo bueno que había hecho y perdió la posibilidad de meterse definitivamente en la zona de clasificación a la segunda fase. El Tricolor, que pese a ser superado se defendió con actitud y dientes apretados, tampoco pudo obtener el triunfo que necesitaba como para escapar a los últimos lugares y respaldar definitivamente la continuidad de su entrenador, Patricio Mac Allister.
La categoría de Nicolás Rinaldi para hacer jugar a sus compañeros, sumado al orden y la distribución que generó la presencia de Bruno Bazán en el medio, fueron los valores más destacados del equipo de Mauricio Giganti, que terminó con uno menos por la expulsión sufrida por Matías Narvallo (de lo más flojo de la visita) cuando terminaba el juego, por doble amarilla.
En el local, un par de grandes atajadas de Agustín Vistarop, la firmeza de los centrales (el mejor fue Mario Ibarbangoitía) y el aguante de Jorge Romero en ataque fueron las claves para que el clásico no terminara en una nueva derrota, como había ocurrido con el 4-0 de la ronda inicial en General Pico.

 

Un dominador.
Desde el primer minuto los dos equipos expusieron sus armas y rápidamente quedó en claro que el que iba a llevar las riendas era Ferro. Bazán comenzó a manejar los tiempos en el medio, Rinaldi ya se mostraba para recibir y los puntas Emanuel Hermida y Sebastián Merlo generaban peligro con cada pique o pelota que merodeaba el área local. Además, Ferro decidió presionar alto para evitar la salida clara de Belgrano, y obligó a los de Villa Alonso a jugar con pelotas largas para un Romero que muchas veces resolvió bien, pero que casi siempre quedaba lejos del arco.
Así, el partido se armó con un Ferro muy presente en el medio y un Belgrano cortado, con mucha gente detrás de la línea de la pelota (la tenía casi siempre su rival), otros tantos corriendo tras cada jugada, y con Romero y Wendy Benvenuto aislados del resto.
En ese contexto, para que el Verde comenzara a generar riesgo sólo faltaba que acertara en el pase final o generara el error ajeno. Y ocurrió lo segundo, cuando la presión dio resultado a los 12 minutos: Javier De Olivera cedió mal atrás para Julio Lezcano, el veloz Hermida ganó la posición y, tras un gran enganche que lo dejaba cara a cara con el arquero, llegó "salvador" Ibarbangoitía para despejar.
Las alarmas locales se encendieron y, dos minutos más tarde, el que golpeó la puerta del gol fue Merlo, que inició una gran corrida de izquierda al centro, se llevó puestos a los centrales y su definición se fue pegada a un palo.
La presencia física de Merlo, pese a la pegajosa marca, comenzaba a dar sus frutos, tanto en cada pelota que llegaba al área por abajo como también por arriba, como ocurrió a los 33 cuando un gran cabezazo del centrodelantero no terminó en gol sólo porque se interpuso la cabeza de De Olivera.

 

Más chances.
El complemento comenzó como la primera parte, con Ferro dominando y Belgrano defendiendo con uñas y dientes el empate. La diferencia con la primera etapa radicó en que el Tricolor logró llevar al Verde al juego de la fricción y las discusiones, y así el control de las acciones se hizo más dividido. De todas maneras, y pese a tener menos la pelota, Ferro generó más chances -una de ellas no terminó en gol de milagro- y convirtió a Vistarop en una de las figuras.
Ya al minuto, un desborde de Federico Savisky (se metió hasta el área y no fue fino en el pase atrás) dejó en claro que Ferro iba a ser una tromba contra el arco local. A los 5, César Cocchi encabezó una contra tras recuperar en el medio y la definió con un fuerte remate que Vistarop sacó al córner.
Dos minutos después, un tiro libre de Rinaldi encontró la cabeza de Merlo y Vistarop voló para sacar a pelota contra un palo. Y enseguida, un centro largo de Hermida se cerró en el segundo palo y otra vez Vistarop apareció con una mano salvadora para sacarla del ángulo.

 

Increíble.
Belgrano no hacía pie; Ferro sumaba a los laterales al ataque y comenzaba a llegar por todas partes, pero le faltaba la puntada final. Hasta que a los 14 se dio una jugada insólita que cambió el rumbo del juego: Rinaldi presionó a Lezcano contra la línea de fondo, robó y, tras encarar al área, con un toque corto atrás dejó a Merlo solo con todo el arco a disposición, pero al delantero le pasó la pelota entre las piernas y lo que era un gol casi hecho terminó en lamentos.
Una discusión de Merlo con su entrenador por la increíble ocasión fallada, y la desazón de sus compañeros, "nublaron" a Ferro, que a partir de allí siguió dominando pero ya no llegó con claridad. Belgrano, por el contrario, se agrandó y terminó de llevar el clásico a las discusiones y los cortes, sacando así adelante un partido que en condiciones normales hubiera merecido perder.
Y en los últimos quince minutos, cuando aún no había inquietado a Emilio Crusat, el Tricolor casi lo gana. Primero fue el ingresado Cristian Baldissoni el que, tras un centro de Lucas Carrasco, sacó un remate mordido que terminó en las manos del arquero. Y a los 48 minutos, un tiro libre de Tomás Altamiranda fue peinado en el primer palo y la pelota le cayó a Romero, que cabeceó por arriba con el arco de frente.
Hubiera sido demasiado premio para un Belgrano que había hecho muy poco desde el juego, pero que se había mantenido en partido gracias a las ganas de salir del pozo que mostró el plantel, logrando con esa actitud que Mac Allister, por ahora, siga en el cargo. Ferro, en tanto, se fue mascando bronca por todo lo desaprovechado, aunque sabiendo que sigue vivo porque está a un punto de la zona de clasificación y le quedan dos de tres partidos en casa.

 


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