Una vieja foto de fútbol infantil y los recuerdos de «Lucho» Zubeldía

¿Quién no desempolvó una caja con fotos viejas durante la cuarentena? Desde que comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, hace ya más de dos meses, la práctica de recurrir a los álbumes antiguos o a los baúles de recuerdos ha sido constante. Y los disparadores infinitos.
En el ámbito deportivo, el parate sirvió para repasar logros olvidados, goles y hasta inicios prácticamente desconocidos de algunos personajes. Y en ese ir y venir de imágenes de otros tiempos, en la redacción de LA ARENA ‘apareció’ una foto de un equipo infantil de General Belgrano tomada en 1990.
La foto, con esa magia única que tienen las tomas en blanco y negro, muestra a los chicos de las categorías ’81 y ’82 del Tricolor, entre los que se encuentra Luis Zubeldía, una de las personalidades más importantes del deporte pampeano por su trascendencia como futbolista y entrenador.
El hoy DT de Lanús recibió la imagen e inmediatamente se transportó 30 años atrás para vivir una etapa que lo marcó, a tal punto que ofreció precisiones y detalles de un momento de su carrera que aún hoy lo acompaña en el día a día.

Definiciones.
«Fue una etapa magnífica. Todas fueron lindas, pero en esa etapa es cuando terminé de definir que quería jugar al fútbol», confió Zubeldía a LA CHUECA tras recibir la foto que lo muestra rubio, flaquito y concentrado en lo suyo, como a lo largo de toda su carrera, aunque en ese caso con apenas 9 años.
«Fue una etapa en la que empecé a entender de qué se trataba (el ser futbolista). Antes pasaba por ver a mis hermanos, pero a partir de ahí fue otra cosa. Y todo ese proceso, del ’90 al ’93, fue espectacular», agregó Lucho, quien repasó minuciosamente, como si los estuviera viviendo, esos inicios de su carrera en el club de Villa Alonso.
«Fueron tres etapas bien marcadas. Primero la de infantiles, la de querer jugar, tener contacto con la pelota, el compañerismo… Después esta etapa (la de la foto) que fue intermedia, en la que uno empieza a conocer más profundamente las posiciones y te enamorás del fútbol. Y después la era de Patilla (Héctor Kruber), que era apuntando a si querías jugar en Buenos Aires o no, a la posibilidad de ser jugador profesional», enumeró Zubeldía al referirse a sus momentos en el fútbol pampeano, antes de ser descubierto por José Pekerman y dar el gran salto.

Gran camada.
«La foto es de la categoría ’81/’82 que formó el Foco Suhurt», apuntó Luis con respecto al entrenador que armó aquel equipo que daría que hablar en todo el país. «A Foco no lo conocíamos (de infantiles); fue trayendo jugadores y armó el equipo», agregó.
«Jugaba con un 4-3-1-2; jugaba re bien esa categoría, pero re bien, a tal punto que en el ’92 salimos campeones en Concepción del Uruguay en un campeonato importante que organizaba el club Itapé», recordó el ex mediocampista de Lanús y las selecciones juveniles argentinas.
«Ese de Concepción era como una especie de Mundialito con clubes de Brasil, de todos lados. Yo asistí a ese campeonato cuatro o cinco años consecutivos y me entregaron un premio por ser el juvenil que asistió más veces. Lo que pasa es que viajaba con las distintas edades», amplió.
«Lo que más recuerdo es el compañerismo que teníamos y los roles bien definidos a la hora de jugar como equipo. Jugábamos con equipos brasileños y de todo el país, viajamos a un montón de lugares del interior y en casi todos lados dominábamos. Jugaba muy bien esa categoría», insistió sobre aquel equipo en el que empezó a formarse definitivamente como futbolista.
Y en ese sentido, destacó al propio Suhurt como un formador en todo sentido. «Recuerdo la disciplina muy fuerte de Foco; quería que fuéramos buenos compañeros, que los padres no se metieran… El hacía los equipos muy fuertes, cuidaba la salud de los jóvenes y los niños para que no nos veamos presionados ni condicionados. Cosas que pasan a otro nivel y que también tenía en cuenta a esa edad», explicó.
Luego de la etapa de Suhurt, esa categoría de Belgrano comenzó a ser entrenada por Patilla Kruber, a quien Zubeldía siempre destacó como uno de sus ‘maestros’ en el fútbol. «Patilla nos hacía competir contra la categoría ’78 en las prácticas de la semana; ellos (los más grandes) a un toque y nosotros libres. La idea era emparejar el partido, pero por sobre todas las cosas generaba mucha agilidad para hacer circular el balón en la ’78, y nosotros, al jugar ante chicos más grandes, pulíamos la fuerza, la toma de decisiones y otras cosas que a esa edad eran muy importantes», recordó Zubeldía sobre su formación.
«Esa ya era otra etapa, apuntando a la mentalidad de Patilla, que tenía que ver con el último filtro para llegar a la Primera local y el anteúltimo para ver si podíamos llegar a Buenos Aires», agregó.

Interpretar a Caniggia.
La foto que disparó los recuerdos de Zubeldía fue tomada en octubre de 1990, unos meses después de la finalización del Mundial de Italia, en el que la Selección argentina dirigida por Carlos Bilardo y comandada por Diego Maradona alcanzara el subcampeonato.
Ese torneo fue, justamente, otro de los trampolines del hoy entrenador de Lanús, que a los 39 años ya tiene una amplia experiencia como DT en clubes nacionales y extranjeros.
«Ahí empieza todo, porque esa categoría se forma durante el Mundial ’90. Y recuerdo ver los partidos y salir rápido a tratar de interpretar a (Claudio) Caniggia, a Maradona, a (Sergio) Batista…», cuenta Lucho, y utiliza el término «interpretar» para unir inconscientemente aquellos primeros pasos con su actualidad de entrenador.
«Principalmente para nosotros, que éramos muy chicos, los referentes eran Caniggia y Maradona. Caniggia con el pelo largo…», agrega con una sonrisa, como si se estuviera viendo hace 30 años corriendo ‘a lo Cani’ por Villa Alonso.
«Entonces ese Mundial fue una motivación impresionante; sin dudas fue una inspiración para ser jugador de fútbol y por eso lo tengo muy presente. Como salir al interior con ese equipo, ganar, jugar varios años juntos… Fue una etapa que me marcó mucho esa entre el 90 y el 93. Después de eso estuve un año y monedas más, hasta que me vino a buscar Pekerman», cierra Zubeldía, y de alguna manera completa su ciclo en Belgrano. Ese que hace 30 años le dio el empujón para iniciar una carrera profesional que lo llevó a la elite del fútbol.

Todos los nombres.
Con la foto en sus manos, Zubeldía no solo recordó con precisión a cada uno de los jugadores que lo acompañan, sino que amplió al destacar algunos ausentes que también formaban parte del plantel. “Es un recuerdo hermoso, me acuerdo de todos. Incluso con Gabriel De La Mano, el arquero, somos íntimos amigos”, confió Lucho antes de repasar uno por uno a sus compañeros.
“Guillermo Landa, David Fernández, Maximiliano Mage, quien te habla, Luis Zubeldía, Mariano Palacios, César Human, Gabriel De La Mano y Gabriel Domínguez”, enumeró a los parados, de izquierda a derecha. Y continuó con los agachados: “César Beanatte, Claudio Beserra, Mariano Antonietti, Angel Juárez, Alexis Klundt, Mariano Claro y Leonardo Tissera”. Y con una particularidad, porque a Klundt le deletreó el apellido: “K,L,U,N,D,T…, me acuerdo porque siempre deletreaba el apellido porque no lo entendíamos”.
“A esa foto le falta un tres, el Cabezón (Matías) Alvarez, que vino de Zona Norte. Y más adelante llegaron Sebastián Gaitán, un arquero grandote; Juan Grotto –ahora político– como delantero; Federico Labriola y otros más”, agregó, de alguna manera ampliando la imagen.

Presentes.
Luis Zubeldía trascendió largamente el fútbol pampeano. Como jugador se destacó en Lanús y brilló en los seleccionados juveniles, y como entrenador está construyendo una gran carrera. Sin embargo, sus orígenes están presentes en su día a día; especialmente aquellos primeros años de la década del ’90: en su heladera se destaca, adherida con imanes, una foto de aquella categoría ‘81/’82 de General Belgrano, y en el fondo de pantalla de su celular aparecen las mismas caras con los tres colores del club santarroseño.