Jueves 28 de marzo 2024

Buscan limitar los efectos negativos

Redacción 31/08/2015 - 04.41.hs

Syriza, la coalición del primer ministro griego Alexis Tsipras, lanzó el programa con el que espera ganar las elecciones anticipadas y en el que prometió respetar el acuerdo que firmó con sus acreedores europeos, pero trabajar para limitar "al mínimo" los efectos negativos que éste produzca en la ya empobrecida sociedad griega.
Tras la primera ruptura de la coalición y la salida del ala de izquierda que se negó a apoyar un nuevo paquete de medidas neoliberales y de ajustes millonarios para los próximos años, Syriza presentó su propuesta de gobierno de cara a las elecciones anticipadas del próximo 20 de septiembre.
Sin mayoría propia en el Parlamento y con la amenaza constante de la oposición de derecha de llamar un voto de confianza y hacer caer al gobierno, Tsipras se adelantó a lo inevitable y renunció para forzar a la convocatoria de elecciones anticipadas.
El cálculo de Tsipras es que sólo en las urnas puede relegitimar a su gobierno y recuperar una mayoría propia en el Parlamento, después del dramático giro ideológico y discursivo que dio cuando aceptó un nuevo acuerdo impuesto por los acreedores de la Unión Europea, con nueva reformas y ajustes neoliberales.
El programa electoral de casi setenta páginas que presentó Syriza intenta reinterpretar este giro del gobierno de Tsipras y convencer de que el cumplimiento del nuevo acuerdo para los próximos tres años no impedirá emprender políticas que lleven el sello izquierdista y reduzcan "al mínimo" los efectos negativos de estas medidas de ajuste y austeridad.
"Un gobierno de Syirza implementará los compromisos, pero está determinando a reducir al mínimo los efectos negativos, a la vez que seguirá negociando duro todas las partes del acuerdo que todavía están abiertas", promete el programa.

 

Debilitación.
Los últimos siete meses de gobierno y, especialmente, de negociaciones con los acreedores de la zona euro y el FMI debilitaron a Syriza y hasta quebraron la coalición, que a principios de año llegaba al poder en Atenas con la promesa de poner punto final a los últimos cinco años de ajuste y empobrecimiento del país.
Además de perder a una sexta parte de sus diputados, que optaron por formar el nuevo partido anti austeridad Unidad Popular, Syriza se enfrenta a un hemorragia interna, con renuncias diarias de cuadros del partido en todo el país, uno de los cuales ha sido la del secretario general del Comité Central, Tasos Koronakis.
Si bien la mayoría de los oradores de la coalición que debatieron y redactaron el nuevo programa de gobierno defendió la lucha sin cuartel dada por el gobierno Tsipras durante estos meses y abogó por seguir dando la batalla, no faltaron las críticas al modo en que el hasta ahora primer ministro y líder del partido gestionó la crisis y, sobre todo, a la falta de un debate en el seno de la formación.
Entre los críticos estuvo el último ministro de Finanzas de Tsipras, Euclides Tsakalotos, exponente de una corriente de Syriza denominada los 53+, en alusión al número de diputados próximos a esta facción que, sin ser afines al ala más radical que abandonó el partido, se sitúan más a la izquierda que otros.
El grupo en torno a Tsakalotos criticó la decisión de Tsipras de convocar elecciones anticipadas sin esperar la celebración de un congreso extraordinario, sin un debate interno previo.
En los últimos días se había llegado a especular en los medios con la posibilidad de que Tsakalotos, quien fue el designado de negociar y firmar el último acuerdo con los acreedores, no se presentará como candidato.

 

Apoyo.
En su discurso inaugural, Tsipras había pedido a sus correligionarios apoyo para lograr un "fuerte mandato popular" y seguir dando la batalla para luchar contra la corrupción y la oligarquía que marcó etapas anteriores, un sistema político que, dijo, llevó al país a la situación actual y que solo puede combatir un gobierno "de izquierdas".
"La cuestión es no entregar las armas" y seguir hacia adelante. "Solo miramos hacia adelante", destacó.
Todas las encuestas publicadas a lo largo de este fin de semana dan a Syriza apenas una pequeña ventaja de entre uno y tres puntos porcentuales sobre los conservadores Nueva Democracia. Hace un mes, cuando las elecciones anticipadas aún no eran una realidad, la distancia era de entre 15 y 20 puntos porcentuales. (Télam)

 


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