Jueves 11 de abril 2024

Estadounidenses ganan el Nobel de Medicina

Redacción 03/10/2017 - 00.54.hs

Los estadounidenses Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young recibieron ayer el Premio Nobel de Medicina 2017 por sus descubrimientos de los mecanismos moleculares que controlan lo que se conoce como "ritmo circadiano", el "reloj biológico interno" por el que plantas, animales y humanos se adaptan a las rotaciones de la Tierra, anunció ayer la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.
Esas revelaciones se aplican por ejemplo al "jet lag" que producen los viajes transatlánticos y a la función clorofílica de las plantas, y convirtieron a la biología circadiana en un amplio y rico campo de investigación con implicaciones para la salud y el bienestar.
Usando de modelo moscas de la fruta, los investigadores aislaron un gen que controla el ritmo biológico diario y codifica una proteína que se acumula en las células de noche y se degrada de día, además de identificar otros componentes que afectan a su "reloj autosuficiente interno", explicó la Asamblea Nobel.
Ya en el siglo XVIII el astrónomo francés Jean Jacques d'Ortous de Mairan descubrió al estudiar la planta mimosa que sus hojas se abrían en dirección al sol por el día y se cerraban al atardecer. Más tarde, otros investigadores confirmaron que ese "reloj biológico" estaba presente también en animales y humanos, y se empezó a denominar esa adaptación como "ritmo circadiano".
Así, los estadounidenses Seymour Benzer y Ronald Konopka demostraron en la década de 1970 que las mutaciones de un gen desconocido interrumpían ese ritmo en las moscas de la fruta.
Hall y Rosbash, en la Universidad Brandeis de Boston, y Young, en la Universidad Rockefeller de Nueva York, lograron aislar en 1984 ese gen, descubrieron la proteína que codifica y cómo sus niveles oscilan a lo largo del día en sincronía con el ritmo circadiano.
A través de un ciclo de "retroalimentación inhibidor" esa proteína podía evitar su síntesis y regular sus propios niveles en un ritmo cíclico y continuo, bloqueando la actividad del gen, según los investigadores.
Pero fue Young, en un estudio de 1994, quien descubrió un segundo gen que codifica otra proteína que unida a la anterior podía entrar en el núcleo de la célula y bloquear la actividad del primer gen, cerrando así el ciclo. Estudios posteriores de los galardonados y otros científicos permitieron descubrir más componentes moleculares para explicar la estabilidad y las
funciones del "reloj biológico".

 

Carreras.
Rosbash (Kansas City, 1944) estudió Química en el Instituto de Tecnología de California, se doctoró en Biofísica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y trabaja en la actualidad en la Universidad Brandeis, donde dirige estudios de los procesos, genes y mecanismos detrás de los ritmos circadianos.
Hall (Nueva York, 1945) se doctoró en genética en la Universidad de Washington en 1971, amplió sus estudios en el Instituto de Tecnología de California y en 1974 empezó a trabajar en la Universidad Brandeis.
Young (Miami, 1949) estudió Ciencias Biológicas en la Universidad de Texas, en la que se doctoró en Genética en 1975, y desde 1978 ejerce como docente en la Universidad Rockefeller, de Nueva York. (Telam)

 

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