Jueves 28 de marzo 2024

Las Coreas retoman el diálogo

Redacción 10/01/2018 - 01.47.hs

Delegaciones de las dos Coreas mantuvieron una histórica reunión en su frontera en la que acordaron reanudar conversaciones militares y la participación norcoreana en los Juegos de Invierno, en una señal de distensión tras la crisis por los ensayos de Pyongyang con armas y las amenazas estadounidenses de un ataque preventivo.
El encuentro, el primero de alto nivel que celebran los dos países en más de dos años, se celebró en la mañana de ayer -en Corea- en un ambiente de inusual cordialidad en la aldea de Panmunjom, en la militarizada frontera intercoreana.
La reunión estuvo encabezada por el norcoreano Ri Son-gwon, que dirige el Comité para la Reunificación Pacífica de Corea, y por el ministro de Unificación del Sur, Cho Myoung-gyon.
En sus palabras iniciales, Ri consideró que las relaciones intercoreanas están "más heladas incluso que el tiempo de estos días", en alusión al invierno excepcionalmente frío que está viviendo la península coreana.
"Sin embargo, pese al frío, el deseo del pueblo de mejorar relaciones permanece intacto", agregó, según informaron las agencias de noticias EFE y Yonhap.
El primer gesto de distensión fue ofrecido por la delegación norcoreana, que anunció que reactivará el uso de una línea directa para atender asuntos militares, un canal interrumpido por Pyongyang en febrero de 2016 en protesta por la clausura de un polígono industrial intercoreano aprobado por Seúl.
La semana pasada los dos países ya habían restablecido varias líneas telefónicas y de fax en Panmunjom de cara al encuentro, lo que junto a la reactivación del canal militar reduce la posibilidad de que se produzcan incidentes en la tensa frontera entre los dos países.

 

Juegos Olímpicos.
Por su parte, Seúl formalizó la invitación para que la delegación norcoreana participe en los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran a partir del 9 de febrero en el condado surcoreano de PyeongChang, una propuesta a la que el gobierno comunista respondió afirmativamente.
De hecho, Ri informó que el Norte tiene intención de enviar una misión integrada por altos funcionarios, animadoras y atletas, aunque no precisó si los deportistas competirían en las pruebas olímpicas.
Queda aún por determinar, entre otras cosas, el modo en que los norcoreanos viajarían al Sur, ya que si es por tierra se requerirá un acuerdo militar, o cómo se cubrirían los gastos de la misión, ya que financiar la participación del Norte en el evento deportivo podría vulnerar las sanciones que pesan sobre el país por sus programas de armas.
Seúl consideró además que Corea del Norte está cerca de aceptar otra de sus propuestas: que los deportistas de ambos países desfilen juntos bajo una misma bandera como sucedió en varias ediciones de los Juegos Olímpicos de la pasada década.
También está por verse si Pyongyang acepta la propuesta de Seúl para que se retomen las reuniones de las familias separadas por la guerra entre ambos países entre 1950 y 1953.

 

Diálogo.
El encuentro, como la posibilidad de que se mantengan los espacios de diálogo en el futuro, son un gesto importante de ambos países después de meses de máxima tensión en la región, provocada por la escalada verbal entre Pyongyang y Washington, que incluyó la amenaza de ataques militares.
No obstante, ambas Coreas poseen un largo historial de incumplimientos de los acuerdos de acercamiento.
En 2015, los negociadores se reunieron durante casi 40 horas antes de anunciar un acuerdo para enfriar una escalada militar provocada por las explosiones de minas terrestres que mutilaron a dos soldados surcoreanos, pero las animosidades recrudecieron varios meses más tarde después de la cuarta prueba nuclear del Norte.
Las voces que disienten con la estrategia dialoguista, sostienen que con este movimiento, Kim podría estar tratando de dividir Seúl y Washington en un intento por debilitar la presión internacional y las sanciones al Norte.
Lo cierto es que la ronda de diálogo también le permitirá al presidente surcoreano Moon Jae-in retomar la plataforma política que lo llevó a la presidencia y en la que promovía una salida pacífica y consensuada a la crisis coreana.
"Haré todo lo que pueda para construir la paz en la Península Coreana" aseguró Moon el día de su asunción, cuando incluso se mostró dispuesto a viajar a Corea del Norte.
Sin embargo, esta posición se fue diluyendo producto de las insistentes pruebas armamentísticas de Pyongyang, que durante el año pasado realizó su sexto ensayo nuclear y lanzó tres misiles balísticos intercontinentales.
En este escenario, Washington se convirtió en el principal impulsor de nuevas sanciones económicas y desplegó destructores, bombarderos y submarinos atómicos en la región, en alianza con Seúl, en medio de amenazas de un ataque militar que ahora parece más lejano.
(Télam)

 


' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?