Domingo 21 de abril 2024

Masacre en disco gay: un hombre mató a 50 personas

Redacción 13/06/2016 - 01.01.hs

Medio centenar de personas fueron asesinadas ayer en un boliche gay de Orlando por un joven estadounidense con un arma de asalto y una pistola, un ataque que la milicia extremista Estado Islámico (EI) reivindicó como propio y que la Casa Blanca calificó "como un acto de terror y odio".
El peor tiroteo en décadas, que con el correr de las horas se convirtió en el mayor atentado desde las Torres Gemelas en 2001, desató una ola de condena y conmoción en todo el país, y llevó al gobernador de Florida, Rick Scott, a declarar el estado de emergencia (similar al estado de sitio) y concluir: "Esto es claramente un acto terrorista".
La masacre además provocó que varias agencias de seguridad reforzaran el despliegue de oficiales alrededor de los desfiles del Orgullo Gay, un evento que se replica en todo el territorio a lo largo de este mes.

 

Repudio.
En tanto, el repudio y la condena unificó a la comunidad LGTB y musulmana de Estados Unidos, a los dos principales candidatos presidenciales, Hillary Clinton y Donald Trump, y a gobiernos de los cinco continentes, la ONU y el Vaticano.

 

Omar Saddiqui Mateen,.
El atacante, que murió en un tiroteo con la policía dentro del boliche, fue identificado por varios medios locales como Omar Saddiqui Mateen, un ciudadano estadounidense de 29 años, de padres afganos y residente de la ciudad de Port St Lucie, en el estado de Florida, ubicada a poco más de 200 kilómetros de Orlando.
Según el FBI Mateen llamó al 911 antes del tiroteo y durante la llamada, juró lealtad "al líder del Estado Islámico", mencionó a los dos jóvenes que pusieron una bomba en la recta final del maratón de Boston en 2013 y al primer miliciano estadounidense que se inmoló en Siria, Moner Mohammad Abusalha, un ciudadano oriundo de Florida.
Poco después, el propio EI reivindicó la autoría de la matanza e identificó a Mateen como uno de los suyos en un comunicado difundido por la agencia de noticias Amaq, vinculada a la milicia extremista y reproducido por el sitio web especializado SITE.
El agente especial del FBI, Ron Hopper, terminó de definir el perfil de Mateen al informar que había sido objeto de dos investigaciones por parte de esa agencia de seguridad federal entre 2013 y 2014, informó la agencia de noticias EFE.
Según Hopper, el atacante fue investigado en 2013 por comentarios que hizo a favor del EI en las redes sociales, y en 2014 por la presunción de que quería cometer un ataque suicida, una sospecha que el FBI concluyó que se basaba en información "no concluyente".

 

Ataque.
Pese a ello y por no tener antecedentes, Mateen pudo comprar el arma de asalto -una versión civil de un arma de guerra- con la que se tiroteó primero bien temprano a la madrugada con la policía y luego irrumpió en el boliche Pulse, y acribilló a decenas de jóvenes. Acto seguido tomó varios rehenes y se atrincheró en el baño del boliche.
El jefe de la policía local, John Mina, explicó ante la prensa que alrededor de las 5 de la madrugada la policía consiguió liberar a los rehenes, mató al atacante y realizó una explosión controlada sobre un "artefacto" que llevaba encima el atacante.
Aún no está claro si se trataba de una bomba.

 

Víctimas.
En total, 50 personas fallecieron, además de Mateen, y otras 53 resultaron heridas, muchas de ellas siguen internadas con cuadros graves.
Hopper destacó que están investigando "todos los ángulos" y dijo que el atacante, quien fue descrito por sus familiares como un hombre homofóbico y violento, "actuó con mucha organización y estaba bien preparado".
Según los medios, el fusil de asalto utilizado por Mateen es una AR-15, la misma arma semiautomática que fue utilizada en el tiroteo dentro de la escuela primaria Sandy Hook en diciembre de 2012 y en el ataque de San Bernardino, en California, tres años después.

 

Barack Obama.
Por eso, en su breve pero emotivo mensaje televisado a la nación desde la Casa Blanca, el presidente Barack Obama, además de calificar al ataque como "un acto de terror y odio", lo vinculó con su frustrado intento de regular la venta de armas en Estados Unidos.
"Es otra prueba que nos recuerda lo fácil que es para una persona conseguir un arma y atacar en un cine, una escuela o un boliche. Tenemos que decidir qué tipo de país queremos ser", sentenció el mandatario.
De a poco, las autoridades empezaron a publicar los nombres de las víctimas fatales y los primeros pertenecen a la comunidad latina, algo que se esperaba ya que en el boliche Pulse atacado se celebraba la "noche de música latina".
Los sobrevivientes del ataque relataron el caos que se desató dentro del boliche.
"La gente en la pista de baile y en el bar se tiraban unos sobre otros y algunos de nosotros logramos llegar a la puerta y salir corriendo", contó Ricardo Negron Almodóvar, uno de los sobrevivientes en su cuenta de Facebook.

 

Fecha especial.
Los dueños del lugar lo publicitan como "el bar gay más caliente" de Orlando y el sábado era una fecha muy especial porque en este mes se celebra el Mes del Orgullo Gay, un período en el que gays, lesbianas, bisexuales y transexuales celebran sus avances y derechos adquiridos en largos años de lucha contra la discriminación social.

 

"No tiene nada que ver con la religión".
El estadounidense Omar Saddiqui Mateen, que fue señalado por los medios como el atacante de Orlando, era un homofóbico y un violento, según contó su familia.
Apenas horas después de que los medios filtraran el nombre de Mateen, su cara inundó las redes sociales en cuestión de horas y las especulaciones dominaron las cadenas televisivas. Pese a no haber datos concretos ni confirmaciones oficiales, la versión que se instaló en los principales medios estadounidenses es que Omar Mateen podría tener un vínculo con el grupo extremista Estado Islámico (EI).
Nacido en Nieva York y residente en la ciudad de Port St Lucie, en Florida, ubicada a poco más de 200 kilómetros de Orlando, de descendencia afgana, Mateen trabajaba como guardia en un centro de detención de menores y no figuraba en el llamado "listado de terroristas" de Estados Unidos, aunque sí estaba en la mira del FBI junto a cientos de presuntos seguidores del grupo islamista EI.
Sin embargo, aún no hay certeza sobre si el tiroteo de Orlando tuvo motivación política, religiosa u homófoba, aunque el presidente Barack Obama sí concluyó que "fue un acto de terror y odio".

 

El padre.
Su padre, Mir Seddique, aseguró ayer que este ataque "no tiene nada que ver con la religión" y contó a CBS que su hijo se había enojado al ver a dos hombres besarse hace sólo un par de meses en Miami.
"Estamos diciendo que pedimos perdón por el incidente. No éramos conscientes de nada de lo que él estaba haciendo. Estamos en estado de shock como el resto del país", dijo el hombre, cuyo hogar fue rápidamente allanado.
Mientras su padre no dudó en describir a su hijo como un hombre homofóbico, su ex esposa, quién habló con el diario The Washington Post bajo condición de anonimato, destacó que no era una "persona estable" y que la maltrataba.
"Me golpeaba. Venía a casa y empezaba a golpearme porque la ropa no estaba limpia o cosas así", afirmó la mujer, quien conoció al sospechoso hace ocho años en internet y decidió mudarse a Florida para casarse con él en marzo de 2009.
Al principio, "él parecía un ser humano normal" hasta que se tornó violento, agregó la mujer, quien además destacó que su marido no era muy religioso.

 

"Dolor y perturbación".
El Papa Francisco mostró ayer "sus sentimientos más profundos de condena" al ataque perpetrado por un ciudadano estadounidense a un boliche gay de Orlando.
"La terrible tragedia sucedida en Orlando, con un número altísimo de víctimas inocentes, ha suscitado en el Papa Francisco y en todos nosotros los sentimientos más profundos de condena, de dolor y de perturbación de frente a esta nueva manifestación de locura homicida y de odio insensato", aseguró una nota divulgada en la tarde de ayer a periodistas del Vaticano por el portavoz papal Federico Lombardi.
"El Papa Francisco se une en la oración y en la compasión al sufrimiento indecible de las familias de las víctimas y de los heridos y los encomienda al Señor para que puedan encontrar confort", añadió la misiva dada a conocer ayer sobre el ataque al boliche Pulse, de la localidad de la Florida.
"Todos auguramos que se puedan individualizar y contrarrestar lo más rápido las causas de esta violencia horrible y absurda, que turba profundamente el deseo de paz del pueblo americano y de toda la humanidad", concluyó el escrito papal. (Télam)

 

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