Miércoles 10 de abril 2024

Cinco policías detenidos

Redaccion 25/10/2020 - 21.40.hs

Un adolescente de 14 años fue asesinado ayer de un balazo y otro de 15 resultó herido tras un presunto enfrentamiento con policías en la localidad cordobesa de Paso Viejo y por el hecho resultaron detenidos cinco efectivos. El episodio ocurrió durante la madrugada de ayer, en ese pueblo del departamento Cruz del Eje (183 kilómetros al noroeste de Córdoba) donde un grupo de chicos se había reunido en un domicilio particular violando las restricciones sanitarias.
En determinado momento, uno de los adolescentes tuvo que ser trasladado al dispensario local porque presuntamente había consumido alcohol en exceso y sus amigos se quedaron esperando fuera del establecimiento. Según fuentes policiales, comenzaron a generar algunos disturbios y los empleados del dispensario convocaron a la policía, que envió al menos dos agentes al lugar.
En su intento de dispersar al grupo y en circunstancias que aún son investigadas uno de los adolescentes, identificado como Joaquín, de 14 años, murió tras ser alcanzado por un disparo, mientras que otro chico de 15 resultó herido por otro balazo. La situación generó una revuelta de los vecinos y vecinas del lugar, que prendieron fuego un móvil policial.

 

Homicidio agravado.
«Los chicos se habían juntado a tomar y a escuchar música. Eran unos quince aproximadamente y la policía pasó a eso de las 4 y 20 de la mañana, les pidieron que se fueran y ellos respondieron que ya se iban. La policía dio vuelta a la plaza, volvió con otro patrullero más, los encerraron y empezaron a disparar: vivo enfrente y escuché todo», contó Gloria, abuela de un amigo de las víctimas, a Cadena 3.
La mujer añadió que «los chicos empezaron a gritar que le habían pegado a un chico, gritaban ayuda, ayuda porque había dos heridos más, pero la enfermera (del dispensario) no quería salir y no salió a atenderlos. No molestaban a nadie, no se estaban drogando ni rompiendo nada», concluyó la mujer.
El incidente es investigado por la fiscal de Instrucción de Deán Funes, Fabiana Pochettino, quien se trasladó hasta el lugar y luego dispuso la detención de cinco policías por el supuesto delito de «homicidio agravado».
«Hubo enfrentamientos con vecinos, móviles policiales rotos, distintos inmuebles y mobiliario dañados. Todo es materia de investigación» señaló la fiscalía mediante un comunicado de prensa. Los cinco efectivos involucrados fueron pasados a situación pasiva, al igual que el jefe de la comisaría local, por disposición de Ana Becerra, titular del Tribunal de Conducta Policial.
Mientras tanto, el adolescente herido se encuentra internado en Cruz del Eje, con una herida en el brazo derecho y una fractura de fémur.

 

«Estoy conmocionado y me pongo en el lugar del padre de este chico. Es de nuestro pueblo y algo pasó con la policía. Estamos trabajando para que se aclare y queremos una respuesta, estoy trabajando para eso» manifestó el intendente local Darío Herrera. Reveló que acompañó a los vecinos durante las protestas porque se siente «responsable, conmocionado y con culpa», pero aclaró: «si tengo que dar un paso al costado, lo hago, pero estoy acá poniendo la cara».
Por su parte, el comisario mayor Leonardo Páez Stelmach, a cargo de las Departamentales Norte de la provincia, dijo que «los efectivos respondieron porque fueron brutalmente agredidos». «El personal policial asistió al lugar donde estaban estos jóvenes y fue agredido física y verbalmente. Tras repeler la acción los efectivos se retiran y regresan a la comisaría» contó.
Los agentes imputados y separados de la fuerza son Maykel Mercedes López (24), Enzo Ricardo Alvarado (28), Ronald Nicólas Fernández Aliendro (26) Iván Alexis Luna (25) y el sargento Jorge Luis Gómez (33).
Ayer por la tarde continuaban las protestas frente a la comisaría al grito de «¡Jjusticia!, ¡Justicia!» y denunciando lo que consideran un caso de «gatillo fácil». «Lo mataron con dos tiros por la espalda y a las dos horas recién llegó la ambulancia, cuando ya estaba muerto» relató uno de los manifestantes. «Lo mataron, se volvieron y siguieron como si nada en la comisaría», reflexionó.
La última víctima de «gatillo fácil» en Córdoba fue Valentino Blas Correas (17), asesinado durante la madrugada del 6 de agosto tras recibir un disparo en un omóplato mientras viajaba en el asiento trasero de un Fiat Argo, cuyo conductor quiso evitar un control policial. Por este hecho hay 13 policías imputados (7 detenidos) y tres empleados de la Clínica Aconcagua, donde no quisieron atenderlo mientras agonizaba por lo que fueron acusados de «abandono de persona».
(Télam)

 


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