Viernes 12 de abril 2024

Cómo operaron Majul y Garavano con Fariña para involucrar a CFK

Redacción 06/04/2019 - 07.43.hs

La ex abogada del arrepentido Leonardo Fariña, Giselle Robles, se presentó este viernes en Dolores ante el juez Alejo Ramos Padilla. La letrada ya fue mencionada en la causa por el agente de inteligencia Rolo Barreiro quien contó que espiaban a Robles, la hostigaban y trataron de robarle el auto dos veces. Sin embargo, el mayor impacto que se produjo ahora es que Robles presentó los chats y mails entre la abogada y el ministro de Justicia, Germán Garavano, mediante los cuales se manipuló la declaración de Fariña para involucrar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa por lavado de dinero. Robles no declaró este viernes sino que será citada como testigo la semana que viene.

 

El diario Página 12 reveló que Barreiro declaró que hubo una reunión tripartita entre Garavano, Fariña y Robles, en la oficina del ministro. Allí no sólo se habló de cómo debía ser la declaración de Fariña sino también sobre qué jueces iban a ser removidos en los siguientes meses. Quien primero contó la existencia de esa reunión fue el diputado nacional Leopoldo Moreau y se calcula que el encuentro fue a finales de marzo o a principios de abril de 2016, antes de la declaración de Fariña como arrepentido.
Garavano mencionó, en concreto, que el gobierno iba a sacar de la cancha a Carlos Rozansky, Eduardo Freiler y a Daniel Rafecas. A este último no pudieron removerlo, pese a la increíble campaña en su contra que hicieron, incluso a través de una solicitada. Aunque ya transcurrió una semana desde la publicación de Página 12, Garavano no salió a desmentir lo publicado.
Sin embargo, lo que está ocurriendo en Dolores es de otro nivel. La abogada Robles le habría exhibido al juez los mensajes de texto que cruzó con Garavano y luego los mails a través de los cuales se le enviaron las instrucciones a Fariña sobre lo que tenía que declarar.

Pata mediática.
La operación Fariña tiene todas las huellas digitales de la coalición político-mediática-judicial. El armador del encuentro entre Germán Garavano, ministro de Justicia; la abogada Giselle Robles y el arrepentido Leonardo Fariña, fue el periodista Luis Majul, según expuso la letrada en Dolores. Majul le dio el celular de Garavano a Robles para que llamara al ministro y antes que eso ya había hablado con Garavano para pactar el encuentro. Después de la reunión, Majul volvió a hablar con Robles para ver si todo había transcurrido bien.
Como es obvio, el encuentro se mantuvo en secreto porque escondía una maniobra irregular: el armado de una declaración del arrepentido con el objetivo de involucrar a la ex presidenta en una causa sobre la que Fariña no sabía nada de nada.

 

Mecanismo.
El mecanismo que se usó fue muy parecido al de la causa del Gas Natural Licuado (GNL). Cuando la causa se caía a pedazos por el fraude de la pericia firmada por David Cohen, hoy procesado, pusieron a jugar a la banda inorgánica de la ex SIDE. La maniobra consistió en hacer declarar al propio D'Alessio, con datos incomprobables, y luego eso fue usado por el fiscal Carlos Stornelli para el relanzamiento del expediente. Sobre esa base falsa llamaron a declarar a Cristina Kirchner, que luego fue procesada.
Lo que aportaría Robles son los chats y mails con los que se pactó la declaración de Fariña. Y, aparentemente, el arrepentido dijo ante el fiscal Gerardo Pollicita, letra por letra, lo que le dijeron en los mails que tenía que decir. Con eso, Pollicita, junto al fiscal Carlos Mahiques, ampliaron la acusación contra la ex presidenta.
Si la justicia corrobora ese camino, este sería un hecho de la máxima gravedad: mostraría una vez más la intervención del Poder Ejecutivo en la causa judicial; la manipulación fraudulenta del expediente; el objetivo único y total de involucrar a la ex presidenta y, como conclusión, la falsedad de las acusaciones. (Página12.com)

 

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