«El Fondo también es responsable»

El presidente Alberto Fernández afirmó que «el FMI es corresponsable» de la crisis producida en Argentina durante la administración de Mauricio Macri, y sostuvo que el gobierno nacional «ha logrado muchas cosas» en materia económica y social, a pesar de la pandemia. En sendas entrevistas con elDiario.es y Radio 10 el mandatario celebró las medidas para afrontar la pandemia y admitió que «seguramente habremos hecho muchas cosas mal», entre las que citó la intervención a la empresa agroindustrial Vicentin, de la que luego desistió.
También consideró que los recursos del FMI recibidos por el gobierno de Cambiemos «solo tuvo el propósito de permitir la salida de capitales especulativos que estaban en Argentina», garantizó que «el ajuste nuestro no recae sobre la gente» y reveló que «la primera vez que hablé con el Fondo, cuando era candidato a presidente, les expliqué que eran corresponsables de lo que se estaba viviendo en Argentina».
«Les recomendé que no entregaran los últimos 11.000 millones de dólares que pensaban darle al gobierno de Macri porque se iban a fugar. Y eso ocurrió. El dinero que recibió el gobierno de Macri solo tuvo el propósito de permitir la salida de capitales especulativos que estaban en la Argentina» reiteró.
También diferenció las actuales perspectivas del país y los cambios en variables como la inflación. «Cuando Raúl Alfonsín terminó su gobierno en 1989, la inflación fue del 5.400% en un año. Yo solía decir que los argentinos éramos un país punk: no hay futuro. Por lo tanto, vivamos el presente. Yo decía que los argentinos pensábamos como el movimiento punk». Y reflexionó: «hemos logrado muchas cosas. La más importante en términos económicos es un acuerdo con los acreedores privados que nos permitirá, al cabo de 10 años, deber 38.000 millones de dólares menos. Y además nos libera para que podamos invertir en desarrollo y no en pago de intereses de deuda», explicó.

Recrear mercado interno.
Fernández también consideró los esfuerzos deben destinarse «a recomponer cuanto antes nuestro mercado interno» porque «a partir de allí Argentina tendrá muchísimas oportunidades de inversión». Según el presidente «los argentinos perdimos la confianza en la moneda nacional porque los procesos de inflación generaron devaluaciones y se llevaron los ahorros. Y entonces confían más en una moneda dura que en el peso argentino» subrayó.
También destacó la importancia de aprobar en la Cámara de Diputados el proyecto de Aporte Solidario de las Grandes Fortunas «que es un aporte por única vez y no un impuesto», y opinó que los más ricos «deberían estar orgullosos de ayudar a una sociedad que los necesita en medio de una emergencia».
Entre otras revelaciones, dijo que conversó con Máximo Kirchner sobre los proyectos de legalización del aborto, el Plan de los 1.000 días y otros sobre temas ambientales: «hay una militancia que presiona por un ambiente más sano y es una buena oportunidad para que eduquemos a los jóvenes», aseveró.
«También fue un acierto la forma temprana en que asumimos el problema de la pandemia, que nos deparaba dos conflictos: la pandemia en sí y un serio problema con el sistema de salud pública, que había quedado absolutamente deteriorado. Hasta el Ministerio de Salud había desaparecido y tuvimos que utilizar los primeros meses de cuarentena estricta para poner en orden el sistema».

Relajamiento.
De todos modos, Fernández reconoció como un error que hubiera «un relajamiento muy grande en el interior del país, cuando pensaron que el problema quedaba circunscrito a la capital y al Gran Buenos Aires; que no iba a irradiar al interior», y admitió que hizo «muchas cosas mal. Fue un error apresurar una decisión sobre Vicentin. Nos equivocamos porque al hacer un diagnóstico más profundo descubrimos que la estatización favorecía a los accionistas de la empresa y no al proyecto. Y tuvimos que dar marcha atrás».
Finalmente, destacó al peronismo como movimiento «de masas» pero reivindicó un sistema de partidos políticos sin personalismos y también aludió a su relación con Cristina Fernández: «la toma de decisiones es mía, siempre y de eso no hay dudas, en los aciertos y desaciertos es mía. Lo que pasa es que no olvido que somos una coalición, lo respeto. Dentro de la coalición hay una persona de la talla política de Cristina y yo presto atención a estas cosas. El secreto es cuidar la susceptibilidad del otro, cuidar que el otro se sienta parte de la coalición. Una de las cosas que falló en el gobierno anterior es que hicieron una coalición y cuando llegaron al poder el presidente dijo «gobierna mi partido y no la coalición».
(Télam)