Miércoles 10 de abril 2024

Murió Gabriel García Márquez

Redacción 18/04/2014 - 04.03.hs
Referente indiscutido del realismo mágico latinoamericano y maestro del periodismo, el escritor colombiano y Premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez murió ayer a los 87 años de edad en Ciudad de México, donde residía, confirmaron distintos medios internacionales.
Protagonista del Boom que junto a escritores como Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa posicionó la literatura latinoamericana del otro lado del Atlántico, su última aparición pública -de típico traje claro, alegre y de buen talante- fue el 6 de marzo pasado en su casa del DF, para escuchar las mañanitas que cada año le cantan con motivo de su cumpleaños.
Días atrás el genial escritor colombiano había estado internado en una clínica mexicana a raíz de una neumonía, y sus allegados ya advertían que su salud era "delicada".
García Márquez había nacido en la caribeña Aracataca, pueblo de sus ancestros al pie de la sierra de Santa Marta, el 6 de marzo de 1927, adonde su madre Luisa Santiaga Márquez Iguará llegó sola desde el vecino poblado de Rioacha, pues su padre había jurado no volver jamás, aunque la familia terminó reuniéndose allí porque el deseo de ver al niño ganó al encono contra los suegros.
"Nunca, en ninguna circunstancia, he olvidado que en la verdad de mi alma no soy nadie más ni seré nadie más que uno de los 11 hijos del telegrafista de Aracataca", dijo alguna vez Gabo, refiriéndose a su padre Gabriel Eligio García Martínez, homeópata de profesión, poeta y violinista clandestino que lo dejó al cuidado de sus abuelos con sólo cinco años, para montar junto a su madre una farmacia en Sucre.

Infancia.
Su infancia transcurrió bajo la tutela de los abuelos, Nicolás Márquez y Tranquilina Iguarán Cotes, quienes le mostraron el mundo donde lo fantástico irrumpía de manera cotidiana en aquellos pueblos perdidos, de vegetación exuberante y plagados de personajes que más tarde recobrarían vida en sus libros y marcarían su obra literaria.
A la muerte de su abuelo en 1936 fue enviado a estudiar en Barranquilla, la principal ciudad del Caribe colombiano, y de allí viajó en 1940 a la fría Zipaquirá, próxima a Bogotá, para cursar el bachillerato que terminó en 1946.
"Gabito", aquel joven tímido que abandonó los estudios de Derecho en la Facultad de Bogotá, fue el mismo hombre ya maduro que eligió vivir lejos de su país natal y que en 1982 se alzó con el Premio Nobel de Literatura por sus relatos sobre las desventuras de un pueblito llamado Macondo, ícono del Boom que dio cuenta de la convulsionada situación política del continente en los 60.
El inventario de sus recuerdos habla de comienzos poco concesivos en el diario "El universal", de largas tertulias literarias que superaban la madrugada, de cajas de libros que llegaban desde Buenos Aires para aliviar su sediento talento y de la "La hojarasca", la novela que publicó con sus ahorros.

 

Mercedes.
En la ciudad colombiana de Sucre, donde vivió algunos años, asesinaron a su amigo Cayetano Gentile Chimento en 1951, lo que quedaría en su memoria por 30 años hasta que pudo exorcizarlo a través de "Crónica de una muerte anunciada", aunque fue la misma ciudad en que conoció a su esposa de 1958, Mercedes Barcha Pardo.
Con ella tuvo a sus dos hijos, Rodrigo y Gonzalo, y todos se instalaron en México desde mediados de los 60, estancia que intercaló con otras ciudades del mundo, y que interrumpió a fines de los 90 cuando le descubrieron un cáncer linfático que decidió combatir recluido en una casa de Los Angeles, desde 1999.

 

"Cien años..."
A la hora de desmenuzar el genio literario de Gabo, el relato se detiene invariablemente en 1967 para dar paso a la historia de "Cien años de soledad", la obra que transformó su vida y la de toda una generación que creyó ver en ella una radiografía caliente del destino y las miserias de una Latinoamérica devastada por las dictaduras militares.
Aquella novela, que fue traducida a 40 lenguas y de la que se vendieron más de 30 millones de ejemplares, fue la que consagró a Gabo y con la que obtuvo el Premio Rómulo Gallegos (Venezuela, 1969), el doctorado Honoris Causa de la Universidad de Columbia (Nueva York, 1971), la Legión de Honor (Francia, 1981) y el Nobel de Literatura (1982).

 

Bibliografía.
Su amplia bibliografía se completó con títulos como "El amor en los tiempos del cólera", "El coronel no tiene quien le escriba", "Ojos de perro azul", "La hojarasca", "Los funerales de Mamá Grande", "Doce cuentos peregrinos", "Del amor y otros demonios", "Notas de prensa, 1980-1984", "Noticia de un secuestro", "Vivir para contarla" y "Memoria de mis putas tristes".

 

Fundación.
En octubre de 1994, García Márquez creó la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, una escuela-taller para jóvenes periodistas, establecida en la ciudad de Cartagena de Indias, dedicado a su otra gran pasión, con el fin de estimular las vocaciones, la ética y la narrativa dentro periodismo.
García Márquez realizó permanentes manifestaciones a favor de los derechos humanos, repudió el racismo, las dictaduras militares y el crecimiento de la violencia en las sociedades, características que ayudaron a delinear su perfil, así como su estrecha amistad con el cubano Fidel Castro. (Télam)

 

"Cien años de soledad"
"Cien años de soledad" fue la obra maestra que llevó al escritor colombiano Gabriel García Márquez a la cúspide de su carrera. Con ella logró los premios al mejor libro extranjero en Francia (1969), el Rómulo Gallegos en Venezuela (1972) y fue sin duda decisiva a la hora de otorgarle el Nobel de Literatura en 1982.
La primera edición del libro de 471 páginas, escrito por "Gabo" en 1967, salió al mercado en junio de ese año en Buenos Aires, Argentina, editado por Sudamericana.
García Márquez inicialmente le presentó Cien años de Soledad a Carlos Barral, quien a mediados de los años 60 dirigía la que en ese entonces era la editorial de vanguardia en lengua castellana Seix Barral, pero Barral le dijo a García Márquez: "Yo creo que esa novela no va a tener éxito, yo creo que esa novela no sirve".
Al poco tiempo se convirtió en una de las más importantes obras literarias del mundo, ha sido traducida a 35 idiomas e impreso más de 30 millones de veces.
La novela, que nació durante un viaje que "Gabo" hizo con su madre a su pueblo natal, Aracataca, a los 25 años, no fue plasmada en papel hasta 13 años después, en 1966, cuando el colombiano ya vivía en México. Se compone de 20 capítulos no titulados en los que se narra la historia de la familia Buendía.
El relato mezcla constantemente la realidad con la fantasía durante un recorrido por el éxodo de varias familias y su llegada a Macondo, un pequeño poblado del Caribe colombiano con características propias de esta zona del país.
García Márquez logró con este libro crear un universo único que lo llevó a ser "el máximo exponente del realismo mágico" latinoamericano del siglo pasado.

 

El día que ganó el Nobel
El escritor colombiano recibió el 21 de octubre de 1982 el Premio Nobel de Literatura y se convirtió en el primer hombre de su país y el cuarto a nivel latinoamericano en recibir la distinción, después de Gabriela Mistral (1945), Miguel Ángel Asturias (1967) y Pablo Neruda (1971).
"Yo tengo la impresión de que al darme el premio han tenido en cuenta la literatura del subcontinente y me han otorgado como una forma de adjudicación de la totalidad de esta literatura", decía el escritor.
Por su parte, los 18 jurados vitalicios de la Academia de Letras de Suecia informaron que la decisión había sido unánime y destacaron "sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente".
En su discurso de aceptación, titulado La soledad de América Latina, García Márquez describió que "en cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano". (Télam)

 

"Un gigante de las letras"
La muerte del Nobel colombiano de Literatura fue reproducida con pesar por los diarios más importantes del mundo y en las redes sociales, donde recordaron al creador del realismo mágico como "un gigante de las letras" y el más popular de los autores latinoamericanos.
El fallecimiento del creador de la Fundación de Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) era la nota destacada de los principales periódicos de Europa y Latinoamérica, como el francés Le Monde, El Tiempo, de Colombia, o El Mercurio, de Chile, que titulaba: "Las letras universales están de luto".
La versión online del diario español El Mundo abre con una foto blanco y negro del creador de Macondo y debajo se lee "Los gigantes nunca mueren", términos similares a los elegidos por el estadounidense The New York Times, donde se refieren al autor de "El otoño del patriarca" como "un gigante de la literatura del siglo XX".
"Adiós al grande de las letras. Se fue 'Gabo' a los 87 años", posteó la cadena CNN en español en Twitter; sumándose a una larga cadena de twitts en la que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, escribió a pocos minutos de conocerse la noticia: "Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos!".
Una cinta negra de luto tomaba la portada de El Universal, de México, acompañado por una foto del narrador y periodista y la inscripción "Fallece Gabriel García Márquez (1927-2014)".

 

Facebook.
Por otra parte, a menos de una hora de conocida la noticia, la página Gabriel García Márquez de Facebook contabilizaba 295.674 personas "hablando sobre esto", mientras que la nota de Associated Press confirmando su muerte donde lo destaca como "el escritor más popular desde Miguel de Cervantes en el siglo XVII", alcanzaba los 64.364 "me gusta". (Télam)

 

La amistad con Fidel Castro
Gabriel García Márquez y Fidel Castro compartieron años de relación y una profunda amistad en la que ambos profesaron admiración por el otro.
Se conocieron en 1959, cuando el colombiano llegó a la isla como periodista para cubrir la revolución que terminó con el gobierno dictatorial de Fulgencio Batista.
Como su natal Colombia, México o España, Cuba se convirtió en uno de los puertos de la vida del novelista, donde vivió y trabajó. (Télam)

 

Larga y apasionada relación
García Márquez mantuvo una larga y apasionada relación con el cine, desde el primer cortometraje que realizó junto a un grupo de amigos, "La langosta azul", hasta las numerosas adaptaciones que de sus obras hicieron diferentes realizadores.
En 1954, en Barranquilla, un joven Gabo realizó junto al pintor Enrique Grau, el escritor Alvaro Cepeda y el fotógrafo Nereo López, amigos de su ciudad, el cortometraje surrealista "La langosta azul", poco antes de comenzar a estudiar cine en el Centro Sperimentale Di Cinematografia di Roma (Cinecittà).
En 1986, junto con sus discípulos del Centro Sperimentale Di Cinematografia, y apoyados por el Comité de Cineastas de América Latina, fundó la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, en Cuba, institución para financiar la carrera de jóvenes provenientes de América latina, el Caribe, Asia y Africa.
Al año siguiente, se realizó la adaptación de su novela "Crónica de una muerte anunciada", dirigida por Francesco Rosi, con las actuaciones de Rupert Everett, Ornella Muti, Irene Papas y Lucía Bosé; mientras que en 1999, Arturo Ripstein filmó "El coronel no tiene quien le escriba", con Marisa Paredes, Salma Hayek y Rafael Inclán.
Luego de varias negativas, Gabo aceptó que fuera llevada al cine su novela "El amor en los tiempos del cólera" en 2006, dirigida por el británico Mike Newell, filmada en Cartagena de Indias con los actores Javier Bardem, Giovanna Mezzogiorno y John Leguízamo.
Finalmente en marzo de 2010, en el marco del Festival de cine de Cartagena de Indias, se estrenó la versión fílmica de la obra "Del amor y otros demonios", una coproducción entre Colombia y Costa Rica dirigida por la costarricense Hilda Hildalgo. (Télam)

 


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