Viernes 12 de abril 2024

Organizaciones sociales van a acampar en hipermercados

Redacción 13/03/2019 - 02.27.hs

Por la creciente suba en el precio de los alimentos y la quita de beneficios sociales por un revisión del Ministerio de Desarrollo, organizaciones sociales van a manifestarse realizando acampes frente a hipermercados.
El escenario electoral tensa la relación entre el gobierno las organizaciones sociales. Mañana, los Cayetanos con otras agrupaciones como el Frente Darío Santillán van a volver a la calle con ollas populares. El Frente de Organizaciones en Lucha anunció a su vez acampes en la puerta de los hipermercados.
Es que en plena crisis por la suba de los precios, el ministerio de Desarrollo Social que conduce Carolina Stanley avanzó en la revisión de los beneficiarios de programas sociales. Hay movimientos que plantean que cientos de sus integrantes dejaron de percibir programas como el Hacemos Futuro. Otros no fueron tan afectados, pero denuncian que ante la gravedad de la crisis faltan respuestas de fondo.
La jornada de protesta va a estar acompañada de cortes en los accesos de la ciudad.

 

Contrapeso.
A fines de febrero, el diario La Nación publicó que Desarrollo Social había suspendido en el mes a 12.000 beneficiarios que no presentaron los certificados de estudios requeridos como contraprestación del programa Hacemos Futuro, que reemplazó al Trabajar. Luego el secretario de Economía Social, Matías Kelly, habló con otro medio de un endurecimiento de los controles.
La medida sería un contrapeso del recientemente anunciado aumento del 46 por ciento en la Asignación Universal por Hijo: un modo de desactivar la protesta callejera por una doble vía de llevar recursos a través de AUH -un ingreso de carácter universal-, achicando los que llegan a los barrios por presión de las movilizaciones.

 

Afectados.
No todas las organizaciones sociales fueron tocadas por los controles de la misma manera. En las más chicas, como el Frente Darío Santillán y el FOL, hablan de muchos afectados. "Es una situación desesperante porque, aunque logramos presentar los certificados de estudio, el ministerio está demorando dos meses en volver a dar un alta. Y esto pasa en momentos en que hay dificultades para comer" dijeron, Marianela Navarro, del FOL. "Nosotros estamos de acuerdo con que la educación abre caminos: tanto que tenemos incluso bachilleratos populares. El tema es que el gobierno parece no tener idea de cuál es la gravedad del hambre. Hay gente a la que no pueden dejarla sin cobrar dos meses sin que sufran consecuencias en su salud".
Hace diez días otro sector de los movimientos sociales, el Barrios de Pie que lidera Silvia Saravia (escindida del grupo de los Cayetanos), también denunció fuertes recortes en la asistencia de Desarrollo Social.

 

Herencia.
"El gobierno nos va a dejar el hambre como herencia. Esto es lo que no podemos permitir, es un límite que no puede traspasarse", señaló en este sentido Menéndez. La jornada de protesta de los grandes movimientos va a consistir centralmente en la instalación de las ollas populares, con cortes en los accesos en las principales ciudades del país.
Fuentes del ministerio aseguraron que la política de altas y bajas de los planes tuvo hubo cambios. "Los controles se hacen desde febrero de 2018 y se mantienen desde entonces", aseguró un vocero de la cartera. El consultado desmintió incluso que haya habido variaciones en la cantidad de bajas, y consideró infundada el número de 12 mil beneficiarios menos.

 

Programas.
El Programa Hacemos Futuro es de 6 mil pesos. Reemplazó al Trabajar, que durante los gobiernos kirchneristas planteaba contraprestaciones de carácter productivo, en emprendimientos para la generación de ingresos dentro de la economía popular. Con Cambiemos, este programa fue traspasado desde el ministerio de Trabajo a la órbita de Desarrollo Social, y su carácter modificado. La contraprestación pasó a ser educativa, y sus beneficiarios deben acreditar que estudian.
El año electoral vuelve más ríspida la relación entre las organizaciones sociales y el gobierno. Cambiemos desempolva uno de sus recursos de marketing político empáticos para la clase media, el de mostrarse como la fuerza capaz de poner a los pobres en su lugar. De paso, con un discurso que los responsabiliza de estar sin trabajo por no haberse educado. Pobre es el que no estudió, dicen esos gestos oficiales.
Para los movimientos, en contrapartida, se vuelve más imperioso instalar sus reclamos en la agenda política: que haya registro más real del tejido social dañado, que se debatan medidas para impulsar la economía social y al estado como sostén del trabajo cooperativo. (Página12.com)

 

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