Miércoles 03 de abril 2024

Protesta en la sede de la CNEA

Redacción 25/05/2019 - 00.27.hs

Científicos y trabajadores de la energía nuclear se concentraron el jueves en la sede central de la Comisión Nacional de Energía Atómica para manifestarse en contra del ajuste presupuestario que se viene llevando adelante en el sector. Reclamaron actualización salarial, recategorizaciones, pase a planta permanente de los empleados precarizados y que no se abandone el plan nuclear argentino reactivado en 2006 cuando se retomó la construcción de Atucha II.
"Las autoridades de CNEA vienen acompañando los trazos gruesos de la política del gobierno. Participan de los directorios de todas las empresas y no ofrecieron resistencia a los cambios. No dan una respuesta a los bajos salarios y muchos trabajadores optan por irse de CNEA. Ni siquiera resuelven los problemas mínimos que nos golpean todos los días", señala el comunicado difundido por los trabajadores de ATE.

 

Documento.
El documento cuestiona que el gobierno aplique las recetas del Fondo Monetario Internacional que afectan a distintos sectores productivos y políticas públicas que venía llevando adelante el Estado. "En el sector nuclear esta situación se agravó por la decisión de comprar llave en mano una Central china de tipo PWR. Cancelaron la construcción de la central de uranio natural - agua pesada (Candu) y eso produjo cientos de despidos en NA-SA, Conuar-FAE, PIAP y Dioxitek. Se siguen cerrando fábricas y líneas productivas que a la CNEA le costó más de 60 años consolidar, dice el texto.
La negociación con China para avanzar con la construcción de una central nuclear de uranio enriquecido y agua liviana, tecnología que no cuenta con desarrollo tecnológico en el país, todavía no está cerrada, pero lo que sí se oficializó es la decisión de dejar de lado definitivamente el proyecto de una central de uranio natural y agua pesada.

 

Centrales.
De este modo, de las dos centrales que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner había acordado construir junto con China solo se avanzaría con la que entonces fue denominada como la quinta central, ya que vendría después de las tres existentes (Embalse, Atucha I y II) y una cuarta de uranio natural y agua pesada. La quinta era la que quería China y esa es la única sobre la que se sigue negociando luego de casi cuatro años en los que no hubo ningún avance concreto.
Si finalmente se llega a un acuerdo, la construcción recién comenzaría en 2021 y todo el entramado industrial generado alrededor de la tecnología de centrales con agua pesada y uranio natural quedaría virtualmente dejado de lado para privilegiar una tecnología importada llave en mano. La decisión no termina de conformar a los principales actores del sector nuclear quienes preferían avanzar con la construcción de una central de agua pesada y uranio natural.
"Si me preguntan a mí, yo quiero más la cuarta central que la quinta. Más allá de que la cuarta no era un desarrollo tecnológico, si era un desarrollo industrial e implicaba aprovechar todas las cosas que se habían hecho para la extensión de vida de la central de Embalse con aportes de la industria argentina", señaló el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Osvaldo Calzetta Larrieu, el pasado 14 de marzo a la agencia de noticias científicas y tecnológicas TSS, perteneciente a la Universidad Nacional de San Martín.
"Las autoridades de CNEA vienen acompañando los trazos gruesos de la política del gobierno. Participan de los directorios de todas las empresas y no ofrecieron resistencia a los cambios. No dan una respuesta a los bajos salarios y muchos trabajadores optan por irse de CNEA. Ni siquiera resuelven los problemas mínimos que nos golpean todos los días", aseguraron ayer los trabajadores en el comunicado distribuido durante la protesta. (Página12.com)

 

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