Martes 09 de abril 2024

Proyectan etiquetado frontal de alimentos

Redaccion 18/10/2020 - 23.01.hs

El gobierno nacional impulsa un etiquetado frontal para los alimentos, basado en un «sistema de advertencias», destinado a colaborar en el combate contra «la epidemia de sobrepeso y obesidad que aqueja a nuestro país». La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, indicó que «los elementos advertidos serán sodio, grasas saturadas y azúcares, con una base de cálculo sobre cada 100 gramos e incluyendo una leyenda sobre edulcorantes».
El etiquetado frontal informará a los consumidores sobre las propiedades nocivas para la salud de los alimentos más consumidos. En el mundo hay tres sistemas de etiquetado y Argentina ya eligió «advertencias»: imágenes gráficas impresas sobre el frente del paquete indicando si presenta niveles de sodio, grasas y azúcares superiores a los recomendados. Estos tres componentes son responsables de múltiples enfermedades y afecciones derivadas de la mala alimentación.
Todavía resta determinar el diseño, entre los «sellos negros» (utilizados por Chile y Uruguay) o una lupa (usada por Brasil). La presidenta de la Federación Argentina de Graduados de Nutrición (Fagran), Andrea Graciano, afirmó que «son más efectivas las advertencias con sellos negros, porque ofrecen información clara y fácil de comprender. Hay evidencias de que ofrecen mejores resultados, sobre todo en niños y población de menores recursos económicos y nivel educativo. En Chile disminuyó el consumo de productos con excesos de grasas, azúcares y sal, responsables del sobrepeso y muchas enfermedades no transmisibles», agregó.
Para Español esta iniciativa «amplía y defiende los derechos a la salud y la información» y resulta una «política muy efectiva para avanzar sobre la epidemia de sobrepeso y obesidad que aqueja al mundo».

 

La otra pandemia.
Según la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (Ennys2) en Argentina, siete de cada diez adultos (70%) y cuatro de cada diez 10 (40%) niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 17 años presentan sobrepeso. Además «el 70% de la población mayor de 13 años no lee la información nutricional de los envases» y por eso resulta «responsabilidad del Estado garantizar el acceso a información clara, simple y precisa e incentivar a las personas a elegir alimentos de mejor calidad nutricional».
Países como Chile, Uruguay o Perú fueron pioneros en aplicar este instrumento, avalado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La responsable de FAO en Argentina, Elizabeth Kleiman, explicó que «la región viene avanzando en esta temática» y consideró «muy bueno que Argentina muestre firme voluntad de consolidar un proyecto realista para integrar a los actores involucrados».
El proyecto fue presentado en la Comisión Nacional de Alimentos (Conal) y el Mercosur. «El Mercosur es el espacio donde estamos insertos económicamente y pretendemos sostenerlo y profundizarlo», pero como «los procesos a nivel regional no tienen la celeridad que necesitan ciertos temas, avanzamos también en una discusión con la Conal», agregó Español.

 

Debate en el Senado.
Un plenario de comisiones del Senado debatió durante la semana pasada la unificación de trece (13) proyectos de ley sobre este tema. El titular de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, aseguró que comparte «los fines y propósitos con el Poder Ejecutivo» pero reclamó «tener en cuenta las distintas realidades. No nos oponemos al etiquetado, siempre y cuando no tienda a demonizar alimentos, porque eso no facilita ni el acceso ni el conocimiento sobre sus cualidades». Sin embargo, la sal, el azúcar y las grasas no pueden considerarse «alimentos», ya que carecen de valor nutritivo.
Una encuesta de la FAO sobre la experiencia chilena muestra que los sellos influyeron en el 91,6% de los consumidores, tanto «para elegir alimentos con menos sellos (67,8%), no comprar alimentos con sellos (9,7%) o comprar menos de lo que hubiera comprado si no hubiese tenido sellos (14,1%)». Además, el etiquetado provocó que un 20% de las empresas mejoraran su composición para reducir los sellos, aportando así mayor calidad nutricional. «Si bien el etiquetado no pretende reformular productos, la industria termina haciéndolo para mantener sus ventas, porque cada vez menos gente acepta productos con baja calidad nutricional», dijo Graciano.
Español en tanto, consideró que «aquí no hay perdedores y no se trabaja contra nadie: la industria es parte y tiene un rol activo y fundamental. Apostamos a que readecúen sus ingredientes para mejorar la calidad de los alimentos: en todos los países hay cada vez mayor demanda de productos saludables», concluyó.

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?