Miércoles 27 de marzo 2024

En La Pampa rural no hay crisis

Redaccion 06/08/2021 - 21.08.hs

Favorecidos por la buena campaña pasada y los altos precios, los productores pampeanos adquirieron esta campaña casi un 40 por ciento más de maquinaria agrícola nueva que el año pasado. La situación se refleja sobre todo en el norte de la provincia.
JUAN JOSÉ REYES
En esta campaña, a pesar de un otoño poco húmedo y del presente invierno seco que ha golpeado a los mejores lotes de La pampa, creció notablemente la inversión en maquinaria agrícola. La gran cosecha gruesa pasada contribuyó para tamaña inversión, pero también estimaciones de récord histórico de la fina que se viene en este 2020/21 ha acelerado ese proceso inversor.
Con valores externos de los granos (soja, maíz, girasol, cebada y trigo) elevados, se han convertido en un factor estratégico para adquirir bienes de capital. Según la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y Cosechadoras (AFAT), en La Pampa se compraron 332 cosechadoras y sembradoras, con un crecimiento del 37,3% en esta campaña.
La producción total de maquinaria agrícola exhibió un incremento notable gracias al precio de los granos en comparación con el acumulado de la campaña pasada.
Según la medición del Indec, en el período hubo dos etapas bien marcadas, bajo la influencia de la pandemia. Entre enero y marzo hubo mejoras interanuales, cuestión lógica por la enorme liquidación de exportaciones de granos y oleaginosas, mientras que en abril junio se registraron pequeñas bajas. Además según el último informe de IES Consultores se verificó un importante repunte de la venta de cosechadoras (15,6%), mientras que los tractores exhibieron un repunte de 29,4%.
Por la buena campaña y los precios altos, los productores tienen una gran variedad de opciones financieras que van desde los fondos comunes de inversión hasta los futuros y los fideicomisos cerrados. Pero sin dudas para los pequeños chacareros pampeanos la compra de maquinaria agrícola es la más significativa.
En la presente campaña la adquisición de los «fierros agrícolas» representa un porcentaje aproximado al 3% de la demanda nacional. El fuerte ingreso de dólares durante el primer semestre de 2021 de lugar a la adquisición de bienes de capital para un campo como el pampeano que gracias al incremento del área sembrada de maíz, trigo y soja sigue en aumento. En la mayoría de los países agrícolas de alto desarrollo tecnológico, la maquinaria agrícola alcanza a los 150 kilos por hectárea; en la Argentina en 2001 era de apenas 22 kilos, con una antigüedad de entre 12 y 15 años, pero la recuperación alcanza hoy a los 35 kilos por hectárea.
La Pampa, una de las principales zonas granarias del país, no superaba los 22 kilos de maquinaria por hectárea según el último censo agropecuario, teniendo ésta una antigüedad de 15 años o más. En el período 2002-2004 la mejora tecnológica la hizo trepar hasta los 24 kilos por hectárea, pero el incremento sigue siendo clave para el campo. El costo de la maquinaria agrícola tiene una incidencia importante en cualquier explotación agropecuaria y de hecho el éxito de una cosecha depende en gran medida de la calidad técnica del equipo exigiendo, en términos de competitividad, un proceso constante de modernización.
El costo operativo representa entre el 30 y el 50% del costo total de la producción. Los productores de una pequeña porción de nuestra provincia (el 32%), adquiere maquinaria nueva anualmente, en especial los que poseen su zona de producción definido a lo largo de las rutas 5 y 35, en los departamentos Chapaleufu, Maraco, Quemu, Conhelo y Trenel. De La Pampa pobre (68%) sólo 15% adquiere maquinaria agrícola nueva y 53% restante lo hace en el mercado del usado.

 

Buenos datos.
Oficialmente el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca informó que se recolectaron en la campaña pasada en un área cultivable de1.467.566 hectáreas en la provincia de La Pampa la cantidad de 2.364.777 toneladas de maíz; 1.377.720 de soja de primera y 187.750 toneladas de segunda; 753.140 de Trigo; 240.730 de girasol y 156.200 toneladas de cebada cervecera, entre otras. La fuerte gravitación que tiene la recolección de granos y oleaginosas en las inversiones en bienes de capital (maquinaria agrícola, cosechadoras, tractores, implementos, pickups, drones de alta definición y otros equipos) es clave para generar mejor la productividad en el campo. La incentivación a invertir en la ruralidad en este tipo de bienes de capital viene atada de los márgenes de rentabilidad del sector rural.
Efectivamente los «fierros» del campo son vitales para mejorar y proveer una mejor innovación tecnológica evitando la obsolescencia. Según AFAT, la potencia promedio aquí en la campaña pasada fue de 141 CV para tractores con 81% de unidades con doble tracción y en cuanto a cosechadoras. Un factor muy positivo es que el negocio se está reacomodando ya pensando en la post pandemia, en línea con el mejor financiamiento disponible a través de créditos baratos del Banco de La Pampa (BLP); del Banco de la Nación Argentina (BNA) y también de algunos privados como el Santander; el BBVA y el Galicia, que beneficiaron las ventas en el comienzo del año. Sin embargo se avizora un segundo semestre con márgenes brutos más ajustados para todos los granos, lo que atenta contra sus decisiones de inversión en equipos durables. No obstante, después de tres meses de derrumbe de los precios internacionales en el mercado de Chicago (granos) y Rotterdam (oleaginosas y aceites), han vuelto a estabilizarse.

 

Maquinaria nueva.
Otra particularidad de este mercado aquí está dada en que la adquisición de maquinaria agrícola nueva se da en el norte provincial que depende casi con exclusividad de las mejores cosechas, en cambio para la zona centro-sur aquel crece si el valor de la hacienda es importante. Esta dicotomía no es muy generalizable al resto del país, donde la mayor o menor proporción de máquina elaborada por hectárea depende de un mismo vector: la cosecha. Los rindes de indiferencia de la soja y el maíz en campo propio y arrendado.
En síntesis, cuando en la zona centro de la provincia el valor de un novillo equivale a 1 HP (tractor 110 HP = 110 novillos), lo cual implica que la elasticidad precio-producto es en algunos casos inversamente proporcional a su fin específico: la siembra, recolección y posterior acopio.

 

¿Quiénes son los dueños del mercado?
Según las cifras totales de venta, en la provincia, como en el país, el mercado es liderado ampliamente por John Deere que se queda con más del 24,05% del mercado seguido de New Holland con el 13,5%; Case IH 12%; Pauny 11,1%; Massey Ferguson 4,3% y Valtra con el 3,5% entre tantas otras marcas.
Según el Indec los implementos agrícolas ingresados a la zona de la pampa húmeda es del 42,4% en tractores; 21% implementos agrícolas; 20,9% cosechadoras y 15,7% las sembradoras. La competitividad del campo doméstico está estrechamente relacionada con el valor de la tierra y la posibilidad de incorporar más tecnología a partir de la brecha tecnológica que existe en relación a otras provincias productoras y competidoras de nuestra región.
En la actual campaña se evidenció un cambio en la composición de la oferta que abastece al mercado local. Las unidades fabricadas en Argentina aumentaron significativamente su participación en las ventas. Mientras que en 2019/20 la relación fue 45% nacionales y 55% importados, con lo cual el patentamiento de maquinaria agrícola refleja una importante sustitución de importaciones respecto a años anteriores. Buena parte se debe a los mejores precios obtenidos en los mercados locales y por el otro las grandes complicaciones para importar por el cepo cambiario.

 

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