Martes 16 de abril 2024

La producción cayó un 26 %

Redacción 12/05/2018 - 01.02.hs

La siembra de trigo en la provincia de La Pampa fue de 376.623 hectáreas; se cosecharon 314.500 y la producción lograda alcanzó las 718.571 toneladas. El rinde promedio ponderado alcanzó los 2.378 kg/ha durante la campaña 2017/18.

 

Juan José Reyes *

 

Según datos oficiales del Ministerio de Agroindustria de la Nación, a pesar de la buena producción la caída con respecto a la campaña pasada trepó al 26 por ciento a causa de las inundaciones.
La producción triguera fue liderada por los departamentos de Guatraché con 86.272 toneladas; Conhelo con 83.970; Hucal con 76.000; Capital con 60.480; Trenel con 50.382 y Atreucó con 50.600 entre los más importantes.
Las 718.500 toneladas producidas en la campaña triguera 2017/2018, se han distribuido de manera disímil teniendo en cuenta los distintos problemas agroclimáticos que ocurrieron. Inclusive en algunas zonas del cuadrángulo noreste, los más ricos de la provincia, tuvo un comportamiento muy dispar en cuanto a los departamentos de mayor producción de antaño.
Según el organismo agropecuario, la estratificación de la producción de trigo en la provincia fue la siguiente. Como lo viene haciendo en las últimas campañas lideró con gran amplitud el departamento Guatrache con 86.272 toneladas seguida de Conhelo con 83.970, Hucal y Capital con 76.000 y 60.480 respectivamente. En la trilla de este año el rango de rendimiento de mayor frecuencia osciló entre 30 y 35 qq/ha con valores extremos que superan los 3.700 kilogramos por hectárea, pero igualmente implicaron una caída promedio del 14% respecto a la 2014/15.

 

La calidad.
Con respecto a la calidad comercial, el contenido de proteína se ubicó en el rango del 9% al 10%; los casos que superan el límite que fija el estándar comercial (11%), una buena mayoría de ellos, tuvieron bajos rendimientos y una penalización en precio muy alta.
El Ministerio de Agroindustria de la Nación estimó una producción nacional de 18 millones de toneladas, en una superficie implantada de 5.950 millones de hectáreas. Fue ligeramente inferior respecto de la obtenida en la campaña anterior, que estuvo en 18.390 millones de toneladas. En tanto, la superficie cubierta con el cultivo disminuyó un 6% en la relación con la del año pasado.
En la zona norte y la región central hubo rindes promedios de 2.800 kilos por hectárea con picos excepcionales de más de 37 quintales por hectárea (qq/ha) en lotes del departamento Chapaleufú aunque su producción fue bastante menguada por los problemas climáticos que aún pesaban sobre la fecha de siembra.

 

Precios a la suba.
El mercado internacional de trigo (hoy en 252 dólares la tonelada) es un negocio sobre excedentes de comercialización, el cual se caracteriza por presentar altos índices de volatilidad de precios. Este hecho dificulta el cálculo económico y los retornos implícitos en esta actividad. Es la primera vez después de 6 años que los stocks globales de trigo bajan y, frente a la fuerte demanda externa, el precio del trigo ha mostrado un significativo incremento en los últimos meses, tanto para las posiciones disponibles como para toda la curva de futuros.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (MATba), la posición disponible ha registrado un incremento del 30% en promedio para el mes de mayo en comparación con igual mes del año anterior. Estados Unidos volvió a comprar nuestro cereal después de 50 años y Brasil desde hace una década atrás y a la par de la suba de precios, los insumos más representativos de los costos de producción del cultivo de trigo mostraron menores incrementos. Esto resulta en una mejora en la relación insumo/producto superior al 15% respecto al año anterior, que alienta la inversión en tecnología.

 

Perspectivas.
Adicionalmente, los valores del trigo para la cosecha 2018/19 ofrecen una perspectiva positiva para el cierre de los márgenes. Si consideramos el futuro MATba a cosecha (enero 2019) como un indicador del valor del cereal para la campaña nueva, este se ubica un 20% por encima de la cotización registrada para esta posición en mayo de la campaña anterior.
En conclusión, se estima que para la campaña 2018/19 ante un escenario climático húmedo, que hay permitido que buenas lluvias a fines de abril y principios de mayo habrá una buena recomposición de los niveles hídricos para el comienzo de la siembra, el área triguera podría registrar un notorio incremento interanual y compensar lo que se perdió de producir con respecto al ciclo previo.

 

* Economista

 

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