Lunes 25 de marzo 2024

Ahora también se secan humedales en Mendoza

Redacción 27/07/2013 - 04.45.hs
El uso de las aguas de río Atuel con criterios contrarios a la preservación del medio ambiente está provocando en Mendoza desastres ecológicos como el que provocan desde hace décadas en La Pampa.
La desaparición de los humedales del Atuel en La Pampa ocurrió hace muchos años cuando las obras de generación de energía y riego en Mendoza cortaron las aguas de ese río. Ese desastre ambiental aún no reparado por la Nación está ocurriendo ahora en la propia Mendoza.
La preocupación por ese fenómeno se ve reflejada en la prensa cuyana que señala que la zona más afectada es la que se encuentra en el curso medio de ese río, entre Real del Padre y Carmensa.
Sin embargo, el autismo que caracteriza a los mendocinos cuando tratan el tema del río Atuel los lleva a presentar la noticia como un problema de su provincia silenciando que los humedales del Atuel que primero desaparecieron fueron los de La Pampa.
"Si bien es una problemática que se viene sufriendo silenciosamente hace décadas, no deja de ser impactante la noticia. Diversos ecosistemas que se encuentran en el curso medio del río Atuel están desapareciendo paulatinamente", dice el diario digital MDZ on line.
La alerta la dio otro medio digital mendocino, Alvear Diario, que publicó fotos de la desaparición de la vegetacion en uno de los meandros ubicados al norte de la ciudad de General Alvear. El diario adjudica la situación a la "emergencia hídrica y la impermeabilización de los canales de riego".
Según explicó al diario el subdelegado de Aguas del Río Atuel, Fabio Di Berardino, "esa parte no es ni una laguna ni uno de los famosos bañados del Atuel, sino que es uno de los brazos anchos del río y que por la canalización del agua ha tendido a desaparecer".
"De acuerdo a la emergencia hídrica, como vemos afectada el agua en la superficie se ven afectadas las napas subterráneas" confesó el funcionario, agregando que antes las perforaciones se realizaban hasta los 160 metros de profundidad y en la actualidad llegan a los 200 metros.
En cuanto a lo que afecta directamente al ecosistema en la superficie, Di Berardino se sinceró y explicó que "hay humedales en los que la situación va a ser muy complicada para mantenerlos, porque es un efecto climatológico global". La falta de nevadas que aporten una buena acumulación de agua para la época estival en alta montaña hace que el recurso escasee cada vez más.
En realidad esos humedales se secan porque, admiten en Mendoza "conservar las lagunas y los bañados significaría volcar una importante cantidad del agua de riego en sus cauces, la cual no está disponible por la necesidad del sector productivo, que al parecer tiene muchísima mayor importancia que el ecosistema natural".

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