Sabado 20 de abril 2024

Casi la mitad fueron por violencia de género

Redacción 17/12/2014 - 04.17.hs

El domingo a la noche, los vecinos y familiares de Zulema Liek (55) se preguntaban por qué la vida de la mujer había terminado de esa forma, por qué no habían hecho nada para impedir que su ex pareja la matara. Aparentemente la lamentable historia de la despensera era conocida en el barrio Néstor Kirchner y en el seno familiar, pero nadie imaginaba semejante desenlace. Detrás del vallado policial, cuando los cuerpos todavía no habían sido retirados, se oían cosas como: "Nosotros sabíamos que le pegaba", "siempre se escuchaban gritos", "por qué no hicimos algo antes". Liek murió cerca de las 23 a manos de su ex pareja, Horacio Braum, quien le disparó cinco veces con un revólver calibre 32 y luego se suicidó. La mujer estaba por cerrar la despensa cuando el hombre se le apareció. Afuera llovía.
Pero no solo los hijos de Zulema y los vecinos sabían de las actitudes violentas de Braum, de sus problemas con el juego y el alcohol. La Justicia pampeana sabía, la policía sabía, los funcionaros municipales del área de género sabían. De acuerdo a datos confirmados por fuentes judiciales, la mujer había denunciado en varias oportunidades al agresor por lesiones y amenazas e incluso el hombre tenía orden de restricción de acercamiento desde el 21 de noviembre pasado. La última denuncia data del 21 de agosto, en la Seccional Primera. Desde ahí derivaron las actuaciones a la Unidad Funcional de Género. Pero antes de esa acusación, la policía ya había intervenido en algún que otro conflicto.
Un dato conmovedor, es que el femicida no fue detenido porque la mujer, al ser consultada, indicó que desde el 21 de agosto -fecha en que había radicado la denuncia por lesiones leves y amenazas- no lo volvió a ver. Sin embargo, según testigos, desde fines de noviembre hasta el domingo pasado, Braum rompía sistemáticamente esa restricción de acercamiento pero la mujer no volvió a denunciarlo penalmente.

 

Balance.
La muerte de Zulema Liek viene a cerrar un año trágico y triste para las mujeres santarroseñas. De los ocho homicidios que ocurrieron en esta capital, las mujeres fueron víctimas en el 50 por ciento de los casos y tres de ellas fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas.
Un caso similar al de la despensera ocurrió a principios de este año: el 7 de febrero, José Orlando Salinas (60) asesinó a Claudia Alicia Goncalves (35) con una carabina calibre 22 y después se suicidó. El hecho ocurrió después del mediodía y los cuerpos fueron hallados dentro de un auto que estaba estacionado en un descampado ubicado sobre la calle Alicia Moreau de Justo, casi Pestalozzi, detrás del Fonavi 42.
El 19 de agosto el cuerpo de María Guadalupe Puebla, de 27 años, apareció semienterrado en el cuenco norte de la laguna Don Tomás. Los policías que lo hallaron, dos días después de haberse cometido el crimen, no pudieron identificarlo en un primer momento. Un día después fueron detenidos Walter David Baigorria, con quien mantenía un noviazgo de siete años, y Roberto Fabián Lezcano, su amigo, ambos sordomudos. Puebla fue abusada sexualmente y semienterrada cuando aún estaba viva. La joven, que padecía un retraso madurativo, cirujeaba para sobrevivir y vivía en condiciones de suma pobreza El forense dio que la muchacha habría agonizado varias horas antes de morir como consecuencia de un fortísimo golpe con un ladrillo en la cabeza.

 

¿Y el notón antipánico?
El homicidio de Liek abre varias preguntas sobre las políticas de seguridad que se implementan en La Pampa para personas que son víctimas de la violencia de género. En julio de este año el Gobierno Provincial presentó el Botón Antipánico, un dispositivo tecnológico que supuestamente estaba destinado a prevenir situaciones de este tipo. En el acto de presentación, en el que estuvieron presentes el jefe de policía y altos funcionarios judiciales, el ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Leonardo Villalva, dijo que "se adquirieron 300 botones a un costo de 1.250.000 pesos y que contará con un Centro Operativo conformado por nueve personas". Asimismo Villalva agregó: "Los botones serán distribuidos con el criterio que disponga la Justicia" Los interrogantes: ¿Por qué Zulema Liek no contaba con una herramienta de este tipo? ¿Cuáles son los criterios de la Justicia para entregar el botón? ¿Podría esa herramienta haberle salvado la vida a Liek?
Otra cuestión se centra sobre la propiedad del arma de Braum: ¿puede una persona con antecedentes violentos y una restricción estar habilitada para tener un revólver?

 


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