Conversiones a GNC cayeron el 50 por ciento en La Pampa

En este primer semestre, se convirtieron de autos nafteros a duales un 50 por ciento menos que en el mismo período de 2014 y 2015. La caída fue más importante que el promedio del país.
La Cámara de Expendedores de Combustibles, Lubricantes y Afines de La Pampa (Cecla) informó que en la provincia se convirtieron 50 por ciento menos vehículos a GNC durante el primer semestre de este año, con respecto al mismo período de los dos últimos años. La caída porcentual fue más importante que el promedio nacional.
En el país, las conversiones de autos nafteros a duales, habilitados para funcionar con gas natural comprimido (GNC), promediaron los 19.737 autos por mes en 2014, con un total anual de 236.841 vehículos convertidos. En 2015, la cifra bajó a 187.830 (15.653 en promedio por mes). En el primer semestre de 2016, la evolución fue negativa, porque se convirtieron menos autos que los dos períodos anteriores. Con respecto al primer semestre de 2014, la baja es del 35 por ciento y sobre 2015, la disminución fue del 15,7 por ciento.
En La Pampa el promedio de conversiones anual se mantuvo en los 908 autos en 2014 y 2015 y el promedio de conversiones fue de 76 vehículos por mes. En el primer semestre de este año, se convirtieron 206 vehículos (promedio de 35 por mes), un 52,1 por ciento menos que en el primer semestre de 2014 y un 50,1 por ciento menos que el primer semestre de 2015, según el informe elaborado por la Cámara de Expendedores de Combustibles.

Baja notable.
A partir de noviembre de 2015, las conversiones en La Pampa bajaron notablemente, un 74 por ciento hasta junio; influido principalmente por las expectativas de la situación económica, la devaluación y pérdida del poder adquisitivo del salario, y los aumentos de precios corrientes de GNC. Si bien los últimos años la tasa de aumento de los precios se mantuvo casi constante, a partir de febrero de 2016 fue abrupta, influida por la suba del gas (más del 320 por ciento), la situación económica nacional del último semestre (devaluación, inflación y reseción) y la brecha que se va achicando entre el precio del GNC y el de la nafta súper.