Desborde cloacal se extiende en doce cuadras del barrio Nelson Mandela
Redacción 30/06/2015 - 04.14.hs
Tal como ocurrió el pasado mes de marzo y con antecedentes previos, volvió a romperse la cañería de desagüe cloacal de la intersección de Hortensia Maggi y Corona Martínez y los desechos se extienden por hasta seis calles hasta llegar a Liberato Rosas. Lo mismo ocurre sobre la calle Salanueva, paralela a Maggi hacia el este, por donde un brazo de líquido cloacal, también recorre esa arteria hasta finalizar su recorrido en la misma Rosas.
El hecho ocurrió el pasado domingo, en horas de la tarde y al menos hasta ayer al mediodía, no se observaba personal municipal en el lugar. Los vecinos que dialogaron con LA ARENA revelaron que una cuadrilla de la Dirección de Agua y Saneamiento municipal trabajó quitando presión a la cañería cloacal el domingo por la tarde, pero se retiraron con la excusa de volver, hecho que hasta el mediodía de ayer, no había tenido lugar.
El líquido cloacal, cuyo aroma es insufrible para quien atraviese las arterias e inimaginablemente insoportable para los vecinos del barrio, discurre cual río por espacio de seis cuadras, descargando en la Liberato Rosas. Lo mismo sucede en la calle Salanueva, donde un brazo del líquido derramado discurre por ambas manos, desembocando también en Rosas.
Los habitantes de viviendas aledañas al lugar de la pérdida manifestaron su gran malestar por la falta de solución definitiva al problema, que se repite de la misma forma que el pasado mes de marzo, cuando hubo un derrame de idénticas características en la misma intersección. Incluso, a falta de un camión desobstructor, el personal municipal trabajó con un vehículo "prestado" por la Municipalidad de Ingeniero Luiggi, ya que el director General de Obras Públicas Celso Caussa, había reconocido en aquella ocasión que "los dos desobstructores con que cuenta el municipio santarroseño estaban fuera de servicio".
También en aquel momento, el funcionario municipal había manifestado la exiztencia de serios problemas cloacales en la zona, que se repitieron incluso desde antes de inaugurar el barrio de viviendas sociales.
El hecho ocurrió el pasado domingo, en horas de la tarde y al menos hasta ayer al mediodía, no se observaba personal municipal en el lugar. Los vecinos que dialogaron con LA ARENA revelaron que una cuadrilla de la Dirección de Agua y Saneamiento municipal trabajó quitando presión a la cañería cloacal el domingo por la tarde, pero se retiraron con la excusa de volver, hecho que hasta el mediodía de ayer, no había tenido lugar.
El líquido cloacal, cuyo aroma es insufrible para quien atraviese las arterias e inimaginablemente insoportable para los vecinos del barrio, discurre cual río por espacio de seis cuadras, descargando en la Liberato Rosas. Lo mismo sucede en la calle Salanueva, donde un brazo del líquido derramado discurre por ambas manos, desembocando también en Rosas.
Los habitantes de viviendas aledañas al lugar de la pérdida manifestaron su gran malestar por la falta de solución definitiva al problema, que se repite de la misma forma que el pasado mes de marzo, cuando hubo un derrame de idénticas características en la misma intersección. Incluso, a falta de un camión desobstructor, el personal municipal trabajó con un vehículo "prestado" por la Municipalidad de Ingeniero Luiggi, ya que el director General de Obras Públicas Celso Caussa, había reconocido en aquella ocasión que "los dos desobstructores con que cuenta el municipio santarroseño estaban fuera de servicio".
También en aquel momento, el funcionario municipal había manifestado la exiztencia de serios problemas cloacales en la zona, que se repitieron incluso desde antes de inaugurar el barrio de viviendas sociales.
Artículos relacionados
