Disputa por estacionamiento

Un juez laboral recibió una reprimenda del Superior Tribunal por inconducta en contra del auto de otro magistrado en el estacionamiento subterráneo de la Ciudad Judicial.
El extraño episodio se registró semanas atrás y se reiteró durante días. Un camarista penal, el doctor "G", comenzó a notar que su automóvil aparecía, cuando lo estacionaba en la cochera judicial, con sus escobillas limpiaparabrisas subidas, sus espejos movidos y hasta notas amenazantes. "G" sospechaba que el autor de tales hechos era su vecino en la cochera, el juez "F" pero como no tenía pruebas, habló con su compañera de tribunal, la doctora "R" para que ocupara ese lugar y así, estimaba "G", cesaría el hostigamiento de "F" contra él. "R", con una larga carrera en la justicia y acostumbrada a evaluar las cosas con pruebas, comenzó a estacionar su automóvil en el lugar de "G" pero como medida precautoria le pidió a la guardia policial que enfocara las cámaras de seguridad hacia ese lugar.
No tardó "R" en comprobar que el autor de tales hechos había vuelto a las andadas y no contra el auto de "G" sino contra el suyo. Pidió ver las cámaras de seguridad y allí comprobó que el autor era, precisamente, "F" quien aparecía moviendo espejos y escobillas y hasta agachándose como si intentara desinflar una rueda.
Con las filmaciones de las cámaras como prueba, "R" se dirigió por nota al Superior Tribunal de Justicia, solicitando tome cartas en el asunto. Así fue que un ministro del STJ llamó a "F", le mostró las pruebas en su contra y le advirtió que era una inconducta intolerable la que protagonizaba en el estacionamiento subterráneo del edificio. Al verse descubierto, señaló como justificativo que estaba molesto porque sus vecinos en el estacionamiento ocupaban parte del espacio destinado a su auto.
Diaz le pidió que se disculpara personalmente con la doctora "R" tarea que "F", desenmascarado, cumplió enseguida. En los pasillos de la Ciudad Judicial se comenta que, cuando concurrió al despacho de la doctora "R" recibió, en el tono suave de voz de la magistrada, una reprimenda que, aseguran, "F" recordará por mucho tiempo.