Educación acusa a la Municipalidad por transporte

El Ministerio de Cultura y Educación aclaró que las combis autorizadas para el transporte de escolares cumplen con las exigencias técnicas que impone la ley, a la vez que descargó culpas en la Municipalidad de Santa Rosa ante la demora en habilitar nuevas unidades.
Aunque tanto la repartición provincial como la comuna capitalina tratan de evitar que el conflicto caiga bajo el rótulo de "la interna del PJ", la situación actual y el traspaso de responsabilidades parecen decir lo contrario. Ayer y ante los trascendidos que señalaban la posibilidad de que algunas de las combis no contaran con la Verificación Técnica Vehicular aprobada, el Ministerio salió a decir lo contrario, por lo menos en la parte que le compete.
"A fin de llevar tranquilidad a las familias de alumnos en edad escolar de la ciudad de Santa Rosa -dice el parte-, el Ministerio de Cultura y Educación reitera que los vehículos que en la actualidad prestan el servicio de transporte de alumnos cuentan con el certificado de Revisión Técnica Vehicular vigente, emitido por la Consultora Ejecutiva Nacional de Transporte". Esta circunstancia "ha sido debidamente constatada por este Ministerio", se remarcó allí.
La aclaración pareciera marcar una distancia con la metodología anterior, cuando el trámite estaba en manos de la Municipalidad de Santa Rosa.

Respuesta a una queja.

En el parte de prensa de ayer el Ministerio también afirmó que "la situación que afecta a algunos sectores de la ciudad de Santa Rosa se debe a que los transportes escolares se encuentran cumplimentando los procedimientos que la Municipalidad de esta ciudad ha requerido". Con esto, la cartera deslindó su responsabilidad en la falta de colectivos para atender la demanda de los nuevos barrios de la ciudad, que en muchos casos han quedado muy alejados de las escuelas a las que concurren los niños que se han radicado allí.
Uno de estos casos fue denunciado el jueves por Radio Noticias y reflejado en la edición de la víspera. Es el caso de los hijos de Patricia Cazenave, una mujer que recibió una casa en el barrio Nelson Mandela -al sureste de la ciudad- mientras que sus hijos concurren a clases en una escuela de Zona Norte, a más de 70 cuadras de distancia.
En la primera semana de clases, los niños concurrieron con normalidad porque su padre estaba de vacaciones. Cuando el hombre empezó a trabajar y ya no pudo llevarlos, la situación cambió y desde entonces no han vuelto a la escuela.