El drama y la solidaridad
Jueves 09 de noviembre 2023

El drama y la solidaridad

Redacción 27/07/2015 - 01.43.hs

Un chico de 18 años que estaba internado en la provincia de Buenos Aires recibió el hígado, una chica de 15 un riñón y otro adolescente de 17, el otro riñón. Las válvulas fueron al hospital Garrahan y las córneas quedaron en Santa Rosa.
La cotidianidad y repetición de la noticia genera, muchas veces, que sea justamente eso, una noticia, y nada más. Sucede con los siniestros viales que provocan víctimas fatales. Trasciende el hecho y luego poco o nada se sabe de quienes padecieron la tragedia. En este caso, la muerte de un chico de 12 años en la ruta fue más allá porque, a pocas horas de su deceso, se le realizó una ablación múltiple de órganos, y el hecho cobró trascendencia pública.
Pero detrás hay una historia, la de una familia, la de una madre y la de un equipo de profesionales que, tras el final de una vida, le dan continuidad a otra.
"En la noche del martes se hizo la ablación del hígado, los dos riñones, las córneas y válvulas cardíacas. El chico de 12 años murió tras un vuelco cerca de General Acha, en la Ruta del Desierto. En realidad ingresó al hospital Molas en coma y muerte encefálica y después falleció. El sábado mismo iniciamos el protocolo para hacer el diagnóstico de muerte bajo criterios neurológicos y a partir de ahí abordamos a la familia ante un presunto donante de órganos", detalló Laura Gervasoni,
La profesional es desde hace dos meses la representante jurisdiccional del Cucai La Pampa y es la encargada de todo el equipo de profesionales, enfermeras y demás personal que se pone en marcha ante la posibilidad de un donante.

 

Drama.
Las características del siniestro vial que involucró a una familia de los padres con sus tres hijos menores son dramáticas. "Era gente que estaba de paso, que viajaba desde Buenos Aires hacia el sur del país, y el chico justo se desabrocha el cinturón para alcanzarle un mate a la mamá, que era quien manejaba. En ese momento se produce la maniobra y el vuelco, y él sale despedido y los golpes le generan la muerte", explicó Gervasoni por Radio Noticias.
"Más allá de si la familia quiera donar o no, por lo que implica la situación, porque en este caso era gente que estaba de paso y estaba la madre sola, el papá se quedó con los otros niños, que estaban bien, y ella vino en la ambulancia acompañando a su hijo. Por eso lo primero es contenerlos, acompañarlos, ver si necesitan un hotel, algo para comer, si están con niños atenderlos, porque por supuesto que ellos están desbordados por completo. Intervenimos por más que no sea nuestra función específica, es para que nos conozcan y podamos entablar una relación en un momento terrible, es para acompañarlos en la decisión que van a tener que tomar, porque por sí o por no deben decidir si se dona, entonces es clave que estén contenido en todo momento", amplió.

 

Una carta.
En medio de ese indescriptible dolor, la madre decidió la donación múltiple. "Dentro de la Terapia Intensiva y cerca de su hijo la mamá escribió una carta cuando le dimos el diagnóstico de muerte. La escribió para los que iban a recibir los órganos como un acto de decir "lo acepto pero ustedes se llevan lo mejor de mí, y da las características de su hijo, de cómo era, para que lo conozcan. Fue conmovedor..., y ahí el tío me dijo que la única esperanza que les quedaba es verlo en vida de otras personas", describió Gervasoni.
Un chico de 18 años que estaba internado en la provincia de Buenos Aires recibió el hígado, una chica de 15 un riñón y otro adolescente de 17, el otro riñón. Las válvulas fueron al hospital de niños Garrahan de la ciudad de Buenos Aires y las córneas quedaron en el banco de donantes de Santa Rosa, a la espera de saber quién las recibía.
"Esto es un trabajo en equipo que tiene que salir todo perfecto, es un operativo nacional, cuando una familia quiere donar activamos todo porque son más de 20 horas de trabajo intenso en lo que es el proceso: se mantiene el cadáver en terapia, hay que pensar que es un paciente muerto al que mantenemos con el corazón latiendo para poder transplantar. En tanto comienza el proceso para conocer la distribución de los órganos, las mediciones de los órganos, para dejar todo listo y armado y que lo vea Incucai de Nación; ellos buscan el receptor dependiendo de la lista que haya en emergencia para cada órgano", resaltó Gervasoni.

 

Equipo.
Además, luego se debe verificar si el donante y quien recibe los órganos son compatibles. "El proceso se hace de inmediato y la coordinación tiene que ser perfecta, un error de dos horas hace que todo quede en la nada, el tiempo que pasa es crucial, y para que sea múltiple tiene que ser muy bien mantenido el cadáver. Por eso el equipo del hospital se portó excelente, eso hay que resaltarlo sobre todo porque sin eso es imposible hacer algo así, fue un abordaje durísimo por lo que vivía la familia, y también es duro para la gente que está en el hospital, te causa una angustia mayor por tratarse de un niño. Hay un movimiento psicológico de todos los que trabajamos en esto, por eso se requiere un gran compromiso y trabajo en equipo", indicó.
Gervasoni aseguró que en la población en general, el 80 por ciento afirma que está dispuesta a donar sus órganos tras su muerte, pero al momento de efectivizar la decisión solo el 50 por ciento lo hacen. "Todos podemos hablar de donar pero en ese momento no aceptás la muerte bajo ningún punto de vista, por eso en este caso la gran generosidad de la madre al tener la esperanza de que su hijo siga con vida en otros. Hoy dos personas más van a poder ver, otros van a tener las válvulas, son por lo menos cinco o seis personas o familias que renuevan su esperanza porque es tremendo lo que le cambia la vida a un chico de 16 años que está en diálisis, es un cambio que no se puede describir", concluyó.

 


' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?