Lunes 08 de abril 2024

En Tres Arroyos nadie habla del empleado que se fugó con la plata

Redacción 21/07/2014 - 04.11.hs

Periodistas de un diario local informaron a LA ARENA que las autoridades y los empleados del Banco de La Pampa en la localidad bonaerense no supieron responder sobre el bancario prófugo. Los efectivos locales no allanaron su casa. Silencio de la Policía Federal pampeana.
En Tres Arroyos nadie habla sobre el empleado de la sucursal del Banco de La Pampa que estafó y escapó con aproximadamente tres millones de pesos. El paradero de Juan Antonio Albarello Suárez sigue siendo desconocido y el hermetismo policial parece ser la característica principal del caso.
Un cronista del diario La Voz del Pueblo de Tres Arroyos definió ayer a este medio que existe un "total y absoluto hermetismo". Relató que el viernes los periodistas del diario mencionado se dirigieron a la sucursal del Banco de La Pampa en Tres Arroyos pero nadie quiso hacer declaraciones. "Preguntamos a las autoridades y a los empleados de la sede bancaria, todos confirmaron que el hecho existió y que conocían a Albarello Suárez pero nadie quiso profundizar. Nos respondieron que no sabían donde podía estar y que teníamos que preguntar directamente en la sede central del Banco de La Pampa en Santa Rosa", indicó el cronista. Además agregó que se comunicaron con las autoridades y con los empleados de la sede bancaria en esta ciudad pero "nadie quiso decir absolutamente nada". Desde la Voz del Pueblo ampliaron que pudieron comunicarse con los efectivos policiales de Tres Arroyos. Los policías confirmaron que, "hasta el momento", no llevaron a cabo ningún allanamiento o procedimiento en la casa de Albarello. "Sin embargo, esto no quiere decir que la Policía Federal o Interpol no estén trabajando aunque tampoco tenemos datos al respecto", completaron desde el medio periodístico consultado.

 

Hermetismo.
LA ARENA se comunicó ayer con altas fuentes policiales de La Pampa quienes confirmaron que la única manera de conocer el desarrollo de la búsqueda es consultando a los efectivos provinciales de la Policía Federal. No obstante, desde la sede policial mencionada replicaron que "la única manera de pasar algún tipo de información es preguntándole al jefe policial, quien es el único autorizado para hablar". La autoridad no estaba sino que se incorporaba hoy a partir de las 8 a su trabajo.
En esta provincia, el hermetismo también parece ser la característica del caso ya que, hasta el momento, no se confirmó sí Policía Federal o Interpol iniciaron la búsqueda para dar con el empleado bancario fugado.
El hecho atrajo la atención de gran parte de la opinión pública. Tras la publicación de LA ARENA, desde el Banco de La Pampa confirmaron la información difundida sobre la estafa que habría cometido el hombre de 43 años y cuyas versiones actuales lo ubican fuera del país.
Albarello Suárez estaba domiciliado en Tres Arroyos y se incorporó al BLP en 1995 cuando la entidad pampeana compró el Banco Dorrego y sumó 25 sucursales. La maniobra defraudatoria se concretó a través de cuentas de terceros que "tenían pocos movimientos y en las que generalmente entraban fondos, pero no salían", indicaron fuentes bancarias.

 

Abuso de confianza.
A su vez, los voceros ampliaron que Albarello "abusó de la confianza de sus compañeros para obtener claves de los clientes y poder ingresar a esas cuentas". De esta manera, pudo realizar operaciones que lo llevaron a obtener casi tres millones de pesos. Otros informantes, en cambio, hablaron de "algo menos, no más de 2,5 millones".
Desde el Banco de La Pampa sostuvieron que la defraudación se dio a conocer tras los controles internos. El punto inicial fue en marzo en la sucursal de General Acha. "En ese momento, un cliente fue a cobrar 37.000 pesos de una sucesión en Cuchilló Co, con una orden judicial pero la cuenta solo había 32 pesos y, por este motivo, empezaron a mirar los movimientos y supieron que Albarello retiró dinero de la sucursal de Coronel Suárez", expresaron las fuentes.
El sospechado, que tiene un hijo y que al ingresar al banco estaba casado, hizo la última operación ante de desaparecer. Dispuso un giro de un millón de pesos de la sucursal de Huinca Renancó, adonde había trabajado, a una cuenta del banco Santander Río en Necochea. "El banco privado debió avisar", sostuvieron las fuentes en relación a las normativas internas del negocio bancario frente a las operaciones de esos montos.

 


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