Enterrada en la laguna
Sabado 09 de marzo 2024

Enterrada en la laguna

Redacción 20/08/2014 - 04.19.hs
El cuerpo sin vida de María Puebla, una joven santarroseña de 27 años, apareció ayer en el cuenco norte de la laguna Don Tomás. La muchacha había desaparecido el sábado a la madrugada y nada se sabía de ella. Ni siquiera sus familiares habían hecho la denuncia por la ausencia. Fue por una casualidad que la policía encontró su cadáver y logró reconstruir sus últimas horas.
"Una vecina de Zona Norte llamó el lunes a la tarde al 101 para decir que en un terreno descampado, ubicado en la intersección de Niñas de Ayohuma y Caseros, habían encontrado unas prendas de mujer manchadas con sangre. Al lugar concurrió personal de la Brigada y de la Seccional Segunda, y de inmediato se ordenaron las pericias para determinar si la sangre era humana o animal", dijo el jefe de la Unidad Regional I, José Vota.
Las prendas encontradas eran: un pantalón tipo chupín, una campera, un par de zapatillas, una bombacha, algunos anillos y un rosario. Pero también la policía halló en el lugar el pedazo de un ladrillo -también manchado con sangre- que tenía pegados algunos cabellos de color castaño oscuro.
"Hasta ese momento no teníamos la identidad de la joven. Pero aquí viene el dato interesante: en uno de los bolsillos de la campera, encontramos un ticket del supermercado Changomás de la avenida Circunvalación. En el recibo figuraba la hora de la compra, el importe y hasta la caja en que fue emitido. Hasta allí había llegado Puebla la tardenoche del viernes acompañada de un hombre", agregó Vota.
Gracias a las cámaras de seguridad del supermercado, se pudo determinar la identidad de la muchacha. La ropa que encontraron en el descampado se correspondía con la que aparecía en las imágenes: las mismas zapatillas y el chupín. "El sábado hizo calor, por lo que es posible que la chica haya decidido quitarse la campera". Ahora se sabe también que el hombre que acompañaba a María Puebla, es Walter Baigorria, de 44 años, vecino de Zona Norte.

Investigación.
Horas después de haber peritado las cámaras del Changomás, la policía salió a buscar a Baigorria. Lo encontraron ayer cerca de las 7 de la mañana en su propia casa de Zona Norte. Al momento de la detención el hombre no ofreció resistencia pero la policía supo que no iba ser fácil obtener una declaración suya: Baigorria es sordomudo. "También iniciamos una serie de rastrillajes por la zona, en el que estuvieron comprometidos efectivos de la Brigada, de la Seccional Segunda y de la División Canes", dijo Vota.
Cerca de las 10 de la mañana fue detenido Roberto Lezcano, amigo de Baigorria, de unos 38 años, quien también había compartido la noche del viernes -madrugada del sábado- con la fallecida.
"Sabemos que estos dos hombres estuvieron con Puebla la noche del sábado. Pero no podemos asegurar todavía que sean ellos los asesinos o que estén relacionados con el crimen. Lezcano, también es sordomudo", dijo una fuente de la Brigada de Investigaciones.

 

Rastrillaje.
Hasta el mediodía el paradero o el cuerpo de María Puebla seguían siendo incógnitas. El rastrillaje comenzado a las 10 de la mañana en inmediaciones de la laguna fue interrumpido a las 12.30. Sin embargo, los investigadores creían que los resultados estaban cerca. "A las 15.15, después de unas horas de receso, convocamos a los agentes del Instituto Superior Policial. Entre todos los policías sumábamos 90. El intenso rastrillaje culminó a las 16, cuando apareció el cuerpo", dijo Vota.
Bojel se llama el Golden Retriever de la División Canes que encontró el cadáver de la muchacha. El perro iba al mando del agente Bray, uno de los citados a último momento. "El perro comenzó a comportarse de manera extraña cuando llegó a un barranco que bordea la laguna. En el lugar había unos pastos cortados y el agente Bray sintió curiosidad. Con la ayuda de un palo, corrió los yuyos, y descubrió una remerita color azul. Tenía manchas de sangre. Después siguió escarbando y apareció un pie", señaló el jefe de la URI.
El cuerpo menudo de María Puebla había sido enterrado por completo. Solo tenía puesta la remera azul y un par de medias blancas. No llevaba ropa interior. En la frente tenía un fuerte golpe. Tras la exhumación, el cuerpo fue llevado a la morgue judicial donde el médico forense Juan Carlos Toulusse le realizaría la autopsia.

 

Preguntas.
Lo que resta ahora son los resultados de la autopsia para determinar en qué circunstancias murió la muchacha, el horario del deceso, y si hubo o no una violación previa. También saber cómo llegó el cadáver hasta ese lugar y si hay testigos oculares que puedan aportar datos. Este es el sexto homicidio en La Pampa, en lo que va del 2014.

 

¿Sospechoso reincidente?
Roberto Lezcano fue procesado en el año 2001 por el homicidio de Mirta De Marco, una trabajadora sexual a la que asesinó a cuchillazos. Su defensa alegó que la mujer le había querido robar 150 pesos que Lezcano cobraba de una pensión por discapacidad y bregó por la inimputabilidad. La querella pidió nueve años de prisión por el homicidio simple entendiendo que el hombre había premeditado el hecho y quemado algunas pruebas a posteriori. Más allá de la condena, en su momento el caso puso sobre el tapete las falencias del sistema judicial para tratar a personas con discapacidad.

 


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