Domingo 21 de abril 2024

Falleció Roberto Eijo,

Redacción 10/06/2016 - 02.15.hs

Esta semana falleció en Santa Rosa a la edad de 90 años el conocido kinesiólogo Roberto Eijo, quien si bien había nacido en Mataderos, en Capital Federal, vivió la mayor parte de su vida en esta ciudad, donde nacieron sus hijos y nietos.
Don Roberto fue una persona inquieta, y siempre dispuesto a actuar en diversas entidades solidarias, como por ejemplo en el consejo directivo de la CPE Santa Rosa, cuando era su presidente Máximo Oronoz. Ultimamente había dedicado buena parte de su tiempo a colaborar con la Fundación Grameen.
Eijo siempre se declaró socialista, y presumía de haber leído e interpretado a Carlos Marx, a quien "no todos entienden", apreciaba. En los últimos años había acentuado su gusto por la lectura, y José Ingenieros fue uno de los autores que de alguna manera lo cautivaba.
Dueño de una enorme vitalidad, tenía una permanente disposición para la alegría, que demostraba con una amplia y permanente sonrisa.
En su adolescencia fue muy afecto a los deportes, y El Prado fue escenario de su pasión por diversas disciplinas que lo tuvieron como protagonista. Hizo natación y fue campeón pampeano en estilo pecho; pero también pelota a paleta, básquet, pelota al cesto (antes también lo jugaban los varones) y hasta bochas.

 

Un hombre alegre.
Alguna vez comentó que le gustaba la milonga, y el jazz, y concurría con sus amigos con asiduidad a los bailes de El Chiquitín, Belgrano y All Boys, a la vez que le gustaba pasar muchas de sus tardes cafeteando en El Aguila o el Itapé
Ya viviendo en Buenos Aires trabajó en Sudamtex, después como oficinista y también en la casa central de Tiendas Galver. Después de un intento de estudiar Ingeniería, se decidió a volver a Capital Federal donde -ya casado- inició Kinesiología.
Lo paradójico es que llegó a esa carrera llevado por su pasión por el deporte, pero después nunca relacionó ambas actividades. Dueño de la matrícula nº 1 como kinesiólogo en la provincia, trabajó en rehabilitación, y puso la primera casa de ortopedia de la ciudad.
Su espíritu inquieto y emprendedor lo llevó a crear el Centro de Kinesiólogos, y de la Asociación de Pedicuros y Podólogos.
Fue un hombre satisfecho, que vivió rodeado del afecto de una gran familia que componen su esposa Consuelo; sus hijas Marcela y Liliana; sus nietos Yanina, Manuel, Mauro, Matías, Virginia y Fausto. Se fue don Roberto Eijo, uno de esos personajes queribles de la ciudad, y su deceso enluta a un amplio círculo de amistades.

 

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