Domingo 14 de abril 2024

Financiación de clubes y rol del Estado en debate

Redacción 02/07/2015 - 03.42.hs

Veinticuatro horas después de la agitada audiencia pública inconclusa realizada en el Club General Belgrano, donde se intentó analizar el proyecto inmobiliario en torno a la entidad, el presidente tricolor, Horacio Rosales, dio detalles ayer de la discusión planteada y de los alcances de la iniciativa. El dirigente además se mostró molesto con los funcionarios provinciales que determinaron el día y horario de la audiencia pública y cargó duro contra los detractores de la idea propuesta: los llamó "imberbes" y los acusó de boicotear la reunión.
El meneado proyecto supone la cesión a un grupo inversor inmobiliario de 1,2 hectáreas de las 3,7 que el club tiene en Villa Alonso, a cambio de una reestructuración de las canchas y de la sede institucional y de la construcción de una villa olímpica en otro sector de la ciudad, de una superficie no menor a las 15 hectáreas. En el espacio cedido, los privados barajan varias opciones, entre las que no se descuentan la instalación de un shooping, algún supermercado u otros emprendimientos inmobiliarios.
Así lo explicó ayer Rosales, entrevistado por periodistas de Radio Noticias, que además le consultaron por la convulsionada audiencia pública del martes a la mañana en la que un grupo de socios y vecinos de Villa Alonso se opusieron a viva voz al proyecto.
Primeramente el dirigente aclaró que la convocatoria, y en particular el horario elegido, no corrió por cuenta del club sino de la Secretaría de Ecología, que llamó a discutir sobre el impacto ambiental del emprendimiento, aunque, según Rosales, de eso finalmente no se habló: "La ingeniera que debía explicar el proyecto no pudo explayarse porque había gente que había hecho una confabulación", dijo, y agregó: "Hubo una mala información que generó que algunos imberbes boicotearan una reunión que era a título informativa y no vinculante". Por esa "mala información" deslizó culpas sobre Ecología: puntualmente habló de "negligencia de los funcionarios provinciales".
De la reunión del martes participaron los arquitectos Gimena Binaghi y Oscar Fuentes, contratados por el grupo inversor privado; el subsecretario de Ecología, Darío Mariani; la dirigencia del club encabezada por Rosales; socios y vecinos de Villa Alonso. Se calcula que unas 40 personas se expresaron en contra, primeramente con el día y horario elegidos para la asamblea y después con la realización en sí del proyecto y los cambios que generaría en el barrio.

 

Para el club.
Ayer, en Radio Noticias, Horacio Rosales puntualizó que a cambio de la cesión de parte del terreno de Villa Alonso, Belgrano exigirá una villa olímpica "que puede estar ubicada cerca de la ciudad o más retirada", necesaria porque "el club está totalmente saturado, con una sola cancha auxiliar y una cancha chica de baby fútbol pese a tener más de 400 chicos que practican fútbol".
Además aseguró que la cancha principal se movería hacia donde actualmente están la cancha auxiliar y la pista de bicicross -que pasaría a la villa olímpica-, asegurándose el club la construcción de un estadio en el predio actual con tribunas de cemento para 15 o 20 mil personas habilitada para la participación en el torneo federal que actualmente disputa el Tricolor. "Ese es un detalle no menor: la sede y la cancha de fútbol no se muda del barrio", aclaró.
Tampoco el estadio de básquet, el salón polimodal, la pileta, la escuela. El club se queda así con construcciones nuevas y una villa olímpica que quintuplicaría la superficie actual.
Del lado de algunos vecinos, en tanto, se habla de cambios no deseados en la fisonomía del barrio, necesidades más urgentes y temor al incremento de la inseguridad. Se deslizaron incluso sospechas de posible lavado de dinero en las inversiones a recibir.

 

Negocio.
En diálogo con Radio Noticias, Rosales se quejó ayer de que en la audiencia pública, entre quienes se expresaron en contra del proyecto, "había gente que ha devastado al club anteriormente y algunos, directivos, han dejado la peor deuda del club".
-¿Cuál es la principal objeción que hacen al proyecto?
-En general son agravios personales. No hay una cuestión definitiva.
-¿Qué le imputan a usted? ¿que es un "curro"? ¿que sacan provecho Rosales y una empresa constructora?
-Algo así. Se imaginarán eso. ¿Pero cómo va a ser un negocio mío si no recibiríamos dinero?, todo queda en instalaciones para el club. Además se trata de inversores nacionales; no fuimos a buscar a mexicanos ni a un cartel colombiano.
-Es que en la ciudad todavía está fresca la experiencia del club Santa Rosa.
-Pero es distinto. Porque no es que yo vendo un pedazo de terreno, recibo 2 millones de dólares y después compro otra cosa como hizo el club Santa Rosa; acá las obras se hacen primero y después recién se pasa a la parte comercial.
Según se informó de parte de los organizadores, la audiencia pública que comenzó el martes y no concluyó, continuará el 1 de agosto a las 17.

 

Debate por financiamiento
Durante la entrevista en Radio Noticias, Horacio Rosales puntualizó dos grandes problemas de todos los clubes en La Pampa: cómo recaudar para generar recursos destinados al funcionamiento y cómo generarlos para atender la cuestión edilicia. "Normalmente lo edilicio queda relegado porque a gatas podés llegar a que el club funcione. Esto implica cargas sociales de los empleado, la luz, los impuestos, las reparaciones, contratación de adicionales, los viajes de los chicos que muchas veces se hacen cargo los padres, los viajes de los profesionales, contratación de los directores técnicos y preparadores físicos. Y si uno va a cualquier club puede ver la cantidad de empleados y que no todos están legalizados: de ser así la mayoría tendría que cerrar porque no se llega a pagar las cargas sociales de los sueldos", sostuvo. En ese sentido valoró positivamente la iniciativa en discusión y aseguró que, de concretarse, el club Belgrano solicitará "algún recurso económico en efectivo para el funcionamiento". Asimismo resaltó: "Las instalaciones van a ser todas nuevas. No vamos a necesitar reponer tapiales, que hoy se nos caen, los techos que tenemos a la miseria, la pintura que hay que comprar todos los días y los hierros de las columnas de la cancha que hay que cambiarlas todas y nos costarían 500 mil pesos".

 


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