Lunes 15 de abril 2024

Incendio por cortocircuito destruyó una vivienda

Redacción 29/12/2008 - 03.53.hs

Una vivienda quedó reducida a cenizas luego de que se desatara un voraz incendio en su interior, que en sólo media hora devastó todo a su paso. El siniestro tuvo lugar ayer a las 3.30 en Ramona Pereyra y Calegaris, en la zona este de esta ciudad. En ese momento, el morador del inmueble, Eduardo Watson, disfrutaba de una salida nocturna y, si bien fue avisado de la situación por personal de bomberos a través de reiterados mensajes de texto, hizo caso omiso porque pensó que se trataba de una “broma” por el Día de los Inocentes.
Las llamas y la humareda provenientes de la propiedad preocuparon a los vecinos que inmediatamente avisaron a los bomberos que sólo pudieron sofocar la combustión aunque, pese a los esfuerzos, no consiguieron evitar que se produjeran pérdidas totales.
También trabajaron efectivos de la Seccional Primera y de la Brigada de Investigaciones que tratan de establecer las razones del siniestro.
En ese sentido, según las primeras pericias se pudo establecer que la causa sería un desperfecto en el circuito eléctrico de un arbolito de Navidad ubicado cerca de la entrada. “Al parecer, se produjo un desperfecto en el circuito de las luces del árbol, aunque tenemos que seguir averiguando”, dijo el jefe de la Brigada, Carlos Chico, quien indicó que el fuego se propagó rápidamente.
El comisario detalló que las puertas de la vivienda estaban cerradas con llave por lo cual descartó la posibilidad de un ataque intencional.

 

Devastador.
El fuego consumió una heladera, lavarropas, aire acondicionado, camas, colchones, televisores, muebles, mesas, sillas, cajas de herramientas, una máquina de cortar césped, mampostería, entre otras cosas. Además quedaron inutilizadas las paredes, el techo –el calor hizo desprender las chapas que se doblaron– y los pisos. Los daños alcanzaron a todas las dependencias de la humilde construcción.
Ayer por la tarde, un equipo de este diario recorrió el lugar junto a Watson que no podía ocultar su tristeza. “Lamentablemente la casa no sirve más porque si bien las paredes quedaron en su lugar me dijeron los bomberos que por el calor que recibieron hay que levantarlas nuevamente”, contó amargado el dueño de la casa, que es padre de dos chicos de 5 y 6 años.
Relató que el sábado, después de mucho tiempo, aprovechó para hacer una salida al centro y cuando regresó se encontró con el triste panorama. “Cuando me encontraba en un boliche me enviaban mensajes de texto los bomberos diciéndome que mi casa se había quemando, pero no le di importancia”, dijo y enseguida añadió: “Creí que se trataba de una broma por el Día de los Inocentes y seguí disfrutando”.
Watson (43), que se gana la vida haciendo instalaciones eléctricas, dijo que se mudó a un galpón aledaño por un tiempo. “Ahora no sé cómo voy a hacer para reconstruir esta casa”, se preguntó resignado.

 


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