Lunes 22 de abril 2024

La Fuchad urgió a Macri a que se excuse de laudar

Redacción 04/11/2017 - 01.47.hs

"El río Colorado está en peligro", reiteró la entidad, que respaldó los planteos realizados por el gobierno pampeano contra Mendoza y Nación. Exigió un Estudio de Impacto Ambiental serio y que abarque toda la cuenca.
La Fundación Chadileuvú sumó su voz al pedido formulado por el gobierno pampeano de que el presidente Mauricio Macri se abstenga de laudar en las objeciones planteadas por nuestra provincia sobre la represa de Portezuelo del Viento y coincidió en que la Corte Suprema es la autoridad apropiada para resolver estos diferendos. Una vez más la entidad advirtió que el río Colorado "está en peligro", lo mismo que las tres centrales hidroeléctricas que se emplazan en su curso, las 160.000 hectáreas bajo riego y el agua que consumen cientos de miles de personas. Reclamó en particular la realización de un Estudio de Impacto Ambiental en el marco de la ley 23.879.
En una conferencia de prensa que brindaron ayer varios de sus integrantes, la Fuchad advirtió a la sociedad pampeana -tanto a aquella que sigue de cerca los temas hídricos como a quienes no les prestan tanta atención- que la construcción de Portezuelo del Viento como fuente de potencia capaz de abastecer el 2 por ciento de la demanda energética argentina "es una gran falacia" ya que, a juzgar por el análisis de la poca información disponible, lejos está de ello.
La Fuchad basó esta acusación en la información que se conoce hasta ahora del proyecto -escasa y muy parcializada- y la cotejó con estudios ya existentes sobre la capacidad del río Grande para generar hidroelectricidad, y con un informe encargado por el gobierno provincial del que prefirió no brindar mayores detalles. Según estos estudios, la capacidad real de Portezuelo del Viento estará en poco más de 70 megavatios, muy lejos de los 221 megavatios que promocionan Mendoza y Nación.
En la conferencia de ayer, la Fuchad dio a conocer el documento "El río Colorado en peligro", donde advierte por todos los peligros que se ciernen sobre el curso, sus márgenes, las áreas bajo riego, las poblaciones, las obra de ingenierías y el ecosistema, y en razón de ello exigir una serie de pasos para reencauzar el tema de forma tal que brinde garantías a todos los actores de la cuenca. Respaldó las acciones tomadas por el gobernador Carlos Verna en este sentido, en particular los diferendos planteados en el seno del Coirco y el rechazo a que sea el presidente Mauricio Macri quien los resuelva.
Antes de comenzar la construcción de Portezuelo del Viento, deben cumplirse pasos fundamentales como son: conocer el proyecto final de la obra; realizar un estudio de impacto ambiental que abarque toda la cuenca y se ajuste a la legislación vigente, en particular la ley 23.879; convocar a audiencias públicas en el Congreso de la Nación para conocer la opinión de los ciudades y sus organizaciones civiles; la aprobación de la obra y de sus pautas de llenado y manejo por parte de Coirco; y la construcción de un dique compensador aguas abajo del dique principal -denominado Bardas Blancas en e Tratado del Río Colorado-.
"Hoy nos oponemos a que se construya Portezuelo del Viento sin contar con un Estudio de Impacto Ambiental, un proyecto serio y conocido por todos, audiencias públicas y un dique compensador. Sin todo esto, van a hacer con el río Colorado lo mismo que ya hicieron con todos los otros ríos", disparó Héctor Gómez, presidente de la Fundación.

 

Impacto ambiental.

 

El Estudio de Impacto Ambiental fue uno de los temas centrales en la conferencia. Juan Víctor Bensusan recordó que rige la ley 23879 que obliga a realizar este tipo de investigaciones en toda obra hídrica de carácter interjurisdiccional.
El EIA que exige la Fuchad debe sopesar temas como: el impacto sobre los 70.000 habitantes de la cuenca; el impacto sobre los 150.000 pampeanos que toman agua del Colorado; el impacto sobre los ciudadanos, unos 600.000, que se abastecerán de la segunda etapa de acueducto pampeano y del acueducto a Bahía Blanca; la afectación de la calidad del agua, de la fauna ictícola y de las 160.000 hectáreas bajo riego en las provincias de Neuquén, La Pampa, Río Negro y Buenos Aires; la incidencia sobre las centrales hidroeléctricas de Casa de Piedra, Los Divisaderos y Salto Andersen, y la falacia de proyectar una represa con tres turbinas de 70 megavatios de potencia cuando los estudios dicen que la disponibilidad de agua solo alcanza para producir unos 75 megavatios.
"La Fuchad denuncia una vez más que Mendoza intenta realizar obras en un río interprovincial sin importarle las consecuencias de lo que suceda aguas abajo", advirtió la entidad. Como conclusión genera, reiteró que "el proyecto carece del sustento suficiente para ser viable" y, como señaló el presidente de la Fuchad, todo ello esconde el verdadero objeto de la obra: dar el puntapié para el trasvase de caudales del río Grande al Atuel, otro punto totalmente resistido por la provincia de La Pampa.
La entidad hizo estas consideraciones en el marco de una conferencia de prensa que brindaron su presidente, Héctor Gómez, junto a Juan Víctor Bensusan, Abel Cuenya, Jorge Tullio, Hugo Martínez, Norma Araujo, y Antonio Sapegno, entre otros dirigentes.

 

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