Domingo 14 de abril 2024

La Justicia indagará al cura Espinal y a otros diez represores

Redacción 29/08/2013 - 04.21.hs

Otros once acusados de haber participado en violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar en La Pampa serán indagados en noviembre por la Justicia Federal de Santa Rosa. Uno de ellos es el sacerdote Alberto Espinal, capellán del Ejército en los años 70 y el primer religioso involucrado en delitos de lesa humanidad en la provincia.
La jueza subrogante, Iara Silvestre, firmó hace unos días un decreto en el que tomó medidas para profundizar la investigación en la denominada causa Subzona 14 II sobre lo ocurrido en territorio pampeano durante la aplicación del terrorismo de Estado. Actualmente hay 19 represores procesados por secuestros y torturas a la espera del próximo juicio oral y público. La mayoría están detenidos en la Unidad Penal 4, imputados también del delito de asociación ilícita. El expediente investiga unos 300 casos de detenciones durante la represión ilegal entre 1975 y 1983 que no habían sido tratados en el primer juicio de 2010.

 

Los nombres.
Silvestre convocó a prestar declaración indagatoria además de Espinal a los ex jefes militares Gerardo José Jáuregui, ex mayor que estuvo a cargo de la Sección Operaciones del Regimiento 101 de Toay a partir de diciembre de 1976, y Jorge Omar de Bartolo, ex capitán quien durante 1976 estuvo al mando de la Sección de Logística del destacamento. También a cuatro ex policías: el ex jefe del Departamento 2, la Sección de Inteligencia de la Policía, Humberto Riffaldi; Pedro Mariano Frank, Héctor Báez y Aldo Mario Arhex. Estos seis habían quedado al margen de los primeros procesamientos dictados en la causa 615/10 por el juez federal Pedro Zabala. Ahora Silvestre determinó seguir adelante con sus casos.
Completan la nómina de acusados los ex integrantes del Servicio Penitenciario Federal Alfredo Grazini, Héctor Orio, Benigno Valor y Héctor Salas.
Tanto Espinal como los miembros del SPF fueron incorporados a la causa por el fiscal Juan José Baric que había pedido que se los detuviera y tomara declaración indagatoria como partícipes de los delitos investigados.
Silvestre determinó que los sospechosos se presenten a partir del 13 de noviembre y hasta el 22 en la sede del Juzgado Federal. El primero será el sacerdote y declararán dos por día, se pudo saber de fuentes judiciales.
Espinal fue capellán del Ejército y fue señalado como colaborador en los interrogatorios a detenidos políticos. El hecho por el que se lo vincula a la causa surgió durante el juicio oral y público a los represores pampeanos en 2010. Allí Ana María Martínez Roca, docente de la UNLPam secuestrada y torturada en Capital Federal y trasladada a Santa Rosa, dijo que el sacerdote la interrogó y la acusó de "montonera".

 

Otras medidas.
La jueza Silvestre tomó además en el decreto otras medidas para avanzar en cuestiones que hacen a la causa. Algunas de ellas en torno al esclarecimiento de la muerte de un hombre en La Adela en 1976 que fue hallado acribillado en la zona rural y del que nunca se supo su identidad. El hombre llevaba muletas y tenía un problema en uno de sus pies, su cuerpo fue enterrado en el cementerio de la zona y se abrió un causa en los Juzgados de General Acha.
Ahora la magistrada hizo lugar a un pedido del abogado Franco Cattalani y el querellante Juan Carlos Pumilla para que se siga investigando su caso.

 

¿Quién es Espinal?
Entre 1974 y 1982 el sacerdote salesiano Alberto Espinal fue capellán del Ejército en el Regimiento de Toay, cuando el coronel Ramón Camps era su jefe militar, y luego lo sucedió el coronel Fabio Iriart. Entretanto, dio clases en el colegio Domingo Savio, donde ex alumnos lo recuerdan por lo estricto o disciplinado.
Espinal fue entrevistado hace dos años por LA ARENA en la Casa Inspectorial "Nuestra Señora de Luján" del barrio porteño de Almagro. El cura fue mencionado en el juicio a nueve represores pampeanos realizado en 2010 como uno de los que interrogaron a una detenida política en la Seccional Primera que había sido torturada.
Sin embargo, el sacerdote hoy dice no tener presente lo ocurrido durante su paso por La Pampa, a pesar de su cercanía con la cúpula militar provincial, y desde el comienzo de la charla se escudó en un "no recuerdo". Aunque sí tuvo palabras para su "amigo" Camps.

 


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