Lunes 15 de abril 2024

La mandaron a la casa con edema y una costilla rota

Redacción 24/10/2014 - 04.39.hs

Una docente sufrió un accidente y fue abandonada en la vía pública. Luego del calvario que atravesó, cuestionó la deshumanización con que se encontró en la ambulancia y dentro del hospital Evita. Lamentó además que equivocaran el diagnóstico. Isabel Gómez es docente y se conduce en moto. Resultó lesionada en un siniestro vial y la asistió una ambulancia del hospital Evita, pero dijo que recibió un trato "deshumanizante" y que la mandaron a su casa diciendo que no tenía nada. Horas después constató que padecía edema pulmonar, una costilla rota y estaba deshidratada.Gómez, indignada por lo vivido, publicó la historia en su página de red social y a partir de allí, contó a LA ARENA algunos de los pormenores que atravesó durante esa jornada. Tal como informó, el día viernes 17 del corriente mes, Gómez tuvo un accidente de moto que protagonizó con otro vehículo, pero cuyo conductor decidió no parar a asistirla.Por esa razón, llegó una ambulancia del hospital Evita para atenderla. Gómez cayó sobre su lateral izquierdo, repercutiendo la caída sobre sus costillas.Gómez destacó que "el dolor era insoportable, apenas podía respirar y menos hablar". Al parecer, no tuvo inicialmente un buen trato de camino al hospital."Sin consuelo".Citando sus expresiones textualmente, la accidentada dscribió "el trato deshumanizante, ni una palabra de consuelo, hablaban de las panchas que se habían comprado, del novio de no sé quién mientras yo iba llorando del dolor".Al llegar al nosocomio, Gómez mencionó que "me dejaron sola, atada, esperando en no sé qué habitación, (sólo veía el techo porque estaba con el collarín colocado y sujeta a la camilla), hasta que se desocupara la sala de rayos", ya que le respondieron que estaba ocupada.Luego de media hora, sola y sin ningún control, le realizaron la placa y volvieron a abandonarla en una sala por espacio de 40 minutos, hasta que se desocupó el médico de guardia."El diagnóstico fue que no tenía quebraduras y con Naproxeno me mandaron a mi casa. A la tardecita fui a la guardia de la Clínica Modelo, en total estuve siete horas", informó.Allí, Gómez destacó que la trataron "como un ser humano, me sacaron varias placas, una ecografía por temor a que el bazo estuviera comprometido. Conclusión: tengo una costilla rota, edema pulmonar y estaba deshidratada", manifestó.A día de hoy, la docente cursa su tratamiento en casa de su madre, ya que requiere de asistencia y se encuentra con carpeta médica.

 

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