Liberan a agresor de ex defensor oficial

La justicia provincial liberó ayer a la mañana al agresor del ex defensor oficial Jaime Romano Cavanagh y ordenó que la víctima mantenga hasta la finalización del juicio un botón antipánico, que será entregado por la Policía de La Pampa.
En una audiencia de reexamen de medida de coerción, el juez de Control, Mauricio Piombi, dejó en libertad a Carlos Saúl Bertón, el joven acusado de los delitos de robo y privación ilegítima de la libertad, que estaba detenido desde diciembre en la Alcaidía.
El fiscal de la causa Facundo Bondergham, que reemplazó a Carlos Ordás por la feria judicial, y el querellante Sebastián País Rojo pidieron que se mantenga la preventiva dictada en su momento contra el imputado, considerando al gravedad de las lesiones y la alta calificación imputada.
Sin embargo, el juez Piombi resolvió a favor de la postura del defensor Gastón Gómez y Bertón inmediatamente quedó en libertad, aunque también le impuso una restricción de acercamiento de 200 metros a la casa de Romano Cavanagh en el centro de Santa Rosa y a la misma víctima.

Los argumentos.
Al fundamentar la decisión de darle la libertad a Bertón, el magistrado manifestó que "la calificación legal no puede ser una limitante para disponer la libertad de una persona" y admitió que "es poco probable" la posibilidad de que el acusado se fugue, como sugirió la fiscalía.
Siguiendo en ese sentido, Piombi afirmó que "lo más importante que podría tenerse en cuenta es el posible accionar para con la víctima, obstaculizando su declaración en el juicio" y por eso decidió establecer una restricción de acercamiento contra el imputado y contra su vivienda, donde ocurrió la agresión.
Cabe señalar que la situación de detención preventiva de Bertón, en este expediente judicial, fue analizada previamente en cuatro oportunidades en diversas audiencias desarrolladas en la Ciudad Judicial. La última fue en diciembre del año pasado.

Golpiza.
El hecho investigado ocurrió el domingo 21 de diciembre a la noche en el domicilio de Romano, ubicado en Lisandro de la Torre al 400. Si bien la primera versión fue que llegaron tres jóvenes hasta allí, en la acusación se habló de dos, Bertón, de 22 años, y una menor de 15 sobre la que aún no pesa ninguna imputación y tampoco asistió a la audiencia.
La excusa que habría dado Bertón para ingresar a la vivienda para robarle mil pesos y luego golpearlo fue pedirle asesoramiento legal, ya que el agredido lo había representado cuando ejercía como defensor. Como se conocían, Romano lo hizo pasar cuando escuchó el portero eléctrico.
Después de la agresión, el abogado local quedó internado en un centro asistencial privado de la ciudad, mientras que Bertón fue detenido rápidamente a pocos cuadras de allí por la policía, cuando estaba junto a la menor y tenía el buzo con manchas de sangre y la plata sustraída en el bolsillo.