Jueves 11 de abril 2024

Podría llover mucho en febrero o marzo

Redacción 26/01/2015 - 01.23.hs

El año 2014 fue un período muy llovedor, con valores por encima de los promedios históricos. Pero las lluvias se cortaron en diciembre y en enero. Febrero podría revertir la tendencia.
Los meses de diciembre y enero han estado muy escasos en lluvias en nuestra provincia, con valores muy por debajo a lo habitual. Ello pese a encontrarse nuestra región inmersa en una fase climática de "Niño débil", lo que implicaría un promedio de lluvias un poco por encima de lo normal. Las precipitaciones podrían volver en febrero o bien en marzo.
"Estamos teniendo un diciembre seco y un enero seco, muy por debajo de los promedios que tenemos para nuestra zona", explicó el viernes a través de Radio Noticias la ingeniera agrónoma Laura Belmonte, responsable de la oficina de Agrometeorología de la Estación Experimental del INTA ubicada en Anguil. "Hasta ahora no se viene dando ningún Niño débil", acotó la profesional, en referencia a una de las fases del fenómeno climático "El Niño".
El año 2014 fue un buen año desde el punto climático, por lo menos en lo referido a la abundancia de precipitaciones. "Acá en la Experimental de Anguil tuvimos cerca de 900 milímetros acumulados en el año, siendo que el promedió histórico de los últimos 30 años es de 760 milímetros", detalló Belmonte. "O sea que estuvimos muy por encima".
"Hasta noviembre veníamos muy bien. Tuvimos un muy buen abril, un julio llovedor, que generalmente estamos en los 20 milímetros y llovió 70, y un octubre muy llovedor. Eso hizo que a finales tuviéramos un saldo muy positivo. Eso fue hasta noviembre; se nos cortó en diciembre y se nos cortó a principios de este año".
"La tendencia es esa, un Niño débil. O sea que si esto continúa, podemos llegar a tener un febrero muy llovedor, o un marzo. Pero, hablamos de probabilidades, acá nadie tiene la bola de cristal", remarcó.

 

El Niño.
"El Niño", explicó Belmonte, es una fase del fenómeno de oscilación del sur, que es un "patrón climático recurrente que implica cambios en temperaturas de las agua del océano Pacífico". Se manifiesta en la parte central y oriental del océano Pacífico; es un período largo que dura de 3 a 7 años, y tiene tres fases: neutral, El Niño y La Niña.
Para lo que queda del verano se prevé una fase de Niño pero de carácter débil. "El Niño es un comportamiento que ocurre de calentamiento de las aguas del océano Pacífico que trae como consecuencia cambios en los patrones de la atmósfera de gran parte del mundo". En nuestra región, la presencia del fenómeno El Niño implica que "es probable que llueva más de lo normal", señaló la ingeniera.

 

Tormenta.
Lo sucedido el jueves por la tarde, cuando el cielo se puso negro y parecía que se avecinaba una gran tormenta pero al final no pasó nada, es "algo común, que puede pasar", indicó Belmonte, ya que se inscribe en las típicas tormentas de verano. "Fue una amenaza de lluvia pero que no fue. Los fenómenos meteorológicos, como las tormentas de verano, de tipo convectivo, tienen esas características: formarse rápidamente, deshacerse, y moverse a amplias velocidades".
Según un oyente que se comunicó en ese momento con la radio, los radares meteorológicos mostraron que la tormenta "rodeó" Santa Rosa y siguió viaje hacia el norte o noreste. "Lo mismo sucedió en lluvias anteriores, que llovió en el norte de la provincia y algunas localidades del sur", explicó. "Es un movimiento normal de las tormentas que están en la atmósfera, se mueven muy rápido, y pueden descargar todo aquí o allí, o pueden descargar todo en un lugar o hacerlo en una gran superficie, como en toda la provincia".

 


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