Jueves 11 de abril 2024

Presos entrenarán perros para ciegos en la Colonia Penal

Redacción 30/07/2014 - 04.17.hs

En la cárcel de Ezeiza internos adiestran perros como terapia contra la violencia. Ahora quieren extender el programa a la Unidad Penal 4 de Santa Rosa. Los animales son luego entregados para servicio de personas con disminución visual.
El Servicio Penitenciario Federal pondrá en marcha en la Unidad Penal 4 de Santa Rosa un novedoso programa para bajar los niveles de violencia y elevar la integración de los internos al ofrecerles hacerse cargo de un perro.
El programa Huellas de Esperanza es presentado como una forma de calmar las emociones de los internos que están por dejar la prisión. Esta terapia se aplica actualmente en las unidades 19 y 31 de Ezeiza, de hombres y mujeres, respectivamente, con doce presos que están próximos a obtener su libertad o que tengan un perfil aprobado para esta actividad.
El plan se quiere extender ahora a Santa Rosa y al penal de Marcos Paz, para jóvenes de entre 18 y 21 años que están detenidos bajo condiciones de máxima seguridad. En este último caso trabajarán con ocho perros de la calle.
Según informó el diario La Nación, el programa determina que los presos no sólo tienen que hacerse cargo del animal: en la mayoría de los casos viven juntos y los entrenan para que sean perros que puedan ser utilizados por personas con discapacitadas motrices. Les enseñan a alcanzar objetos, abrir y cerrar puertas y cajones, prender y apagar luces, sacar prendas de vestir, mover una silla de ruedas y acomodar los pies de la persona que está sentada. Este tipo de programa ya ha tenido éxito en otros países, como en los Estados Unidos.
Esta terapia fue diseñada en 1981 por la monja dominica Pauline Quinn, una religiosa norteamericana que, luego de sufrir torturas en centros juveniles donde estuvo internada, encontró en los perros un camino para poder dejar de tener miedo e integrarse a la sociedad.
El proceso de entrenamiento dura entre 18 y 24 meses. La Argentina es el único país de América latina en utilizar el método: hasta el momento hay tres canes que se han transformado en perros de servicio entrenados por presos. En la actualidad hay nueve perros más que están siendo entrenados. Cualquier persona que necesite de estos canes podrá comunicarse con el SPF para adquirirlos.
Es necesario que los presos tengan una celda individual, porque duermen con el animal. Por esta razón la actividad no se lleva adelante en los pabellones, salvo algunos casos donde el preso va a trabajar durante un horario con el animal y luego vuelve al pabellón. La actividad la coordina un grupo interdisciplinario de nueve profesionales que incluye psicólogos, entrenadores, veterinarios y educadores sociales.

 


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